Las
bolsas europeas caían en las primeras operaciones del martes por los nuevos
temores relacionados con el sector bancario, después de que Merrill Lynch
anunciara una provisión por morosidad de 5.700 millones.
Como consecuencia, los bancos estaban entre los principales perdedores de la
sesión. UBS caía un siete por ciento, Royal Bank of Scotland cedía un 5,4 por
ciento y BNP Paribas un 3,7 por ciento.
"La noticia de Merrill causa más incertidumbre en el mercado. No creo que sea el
final de las malas noticias. En este momento, lo que gobierna el mercado no son
los resultados de empresa que llegan, sino la tónica de los inversores y la
falta de confianza", expresó Rik Zwaneveld de AFS Brokers.
La tendencia a la baja también
predominó este martes en la apertura de las bolsas del Sudeste Asiático,
encabezada por las pérdidas del mercado de Singapur.
En la ciudad-estado el índice Straits Times se depreció 40,73 puntos o el 1,40
por ciento en la apertura, que lo dejaron en 2.869,63..
En Malasia, el indicador compuesto KLCI de la plaza bursátil de Kuala
Lumpur se situó en 1.148,53 puntos, tras descender 5,56 (0,48 por ciento).
En Filipinas, el selectivo PSEI de la bolsa de valores de Manila bajó
6,91 los primeros minutos de negociación, el 0,27 por ciento, y
quedó en 2.533,90 puntos.
En Indonesia, el índice compuesto JKSE del mercado de acciones de Yakarta
bajó 23,39 puntos, equivalentes al 1,03 por ciento, que lo llevaron hasta
2.252,29 puntos.
En Tailandia, el indicador SET del mercado bursátil de Bangkok cedió 8,98
puntos o un 1,31 por ciento, y comenzó la sesión en los 676,55 puntos.
Las bolsas chinas también
cerraron con pérdidas arrastradas por la caída de Wall Street e influidas
por las especulaciones en el mercado en torno a la posibilidad de que el
Gobierno chino haga cambios en sus políticas para "enfriar" el crecimiento
económico del país.
En Shanghai, el índice general (acciones convertibles y no convertibles)
finalizó la sesión en 2.850,31 puntos, un 1,82% a la baja, o 52,70 enteros por
debajo del cierre de ayer.
En Japón, el Indice Nikkei
cayó un 1,5 por ciento el martes por el descenso de los valores financieros
debido a las crecientes preocupaciones sobre el mercado estadounidense de
créditos.
El Indice Nikkei cerró con baja de 194,33 puntos, un 1,46 por ciento, a
13.159,45 tras abrir a un máximo de 13.220,33 y caer hasta 13.018,22.
El dólar se estabilizaba el
martes en Asia un día después de retroceder desde su nivel más alto en un mes
frente al yen por las preocupaciones sobre el impacto de de la crisis
financiera en la evolución de la economía estadounidense.
El dólar cayó después de que un analista de Merrill Lynch dijera que Lehman
Brothers Holding podría registrar una pérdida en el tercer trimestre y hacer una
dotación adicional de US$ $2.500 millones por amortizaciones de préstamos
hipotecarios.
El precio del petróleo estadounidense
volvió a perforar la marca de los US$125 dólares, al cotizarse el tipo de
referencia West Texas Intermediate (WTI) para entrega en septiembre en el
comercio asiático a 125,10 dólares el barril (159 litros), 37 centavos más que
al cierre del mercado el lunes.
Por su parte, el barril del petróleo Brent del mar del Norte subió 34 centavos,
para ubicarse en 126,18 dólares.
Los
principales medios y analistas opinan que el mercado bursátil norteamericano
no podrá mantener un auge sostenido y se mantendrá volátil (con pérdidas
superando las ganancias) hasta que los precios de las viviendas se recuperen y
los indicadores económicos se estabilicen.
La caída
accionaria influye negativamente sobre el valor de los activos de las
empresas y sobre los valores hipotecarios que causan la debacle financiera
y bancaria, de la cual el mercado norteamericano no se puede recuperar.
La crisis hipotecaria y la debacle bancaria llevó la economía imperial USA al
borde de la recesión. Las viviendas en EEUU aún son demasiado caras en relación
con los ingresos, la renta y el crédito hipotecario disponible para comprarlas.
A esas variables de la crisis hay que sumar el aumento del desempleo o la
inflación de los precios del petróleo que golpean a los presupuestos y hacen
que ya no se puedan pagar las casas alejadas de los puestos de trabajo, y los
costos del mismo traslado al empleo.
Esto genera un creciente nivel de amortizaciones en los bancos, más quiebras de
firmas financieras y un crecimiento económico en desaceleración cada vez más
acentuada, sin que se encuentre un piso para el declive.