Este martes los precios del petróleo,
luego de bajar US$ 16 la semana pasada, continuaban la línea de ascenso iniciada
el lunes y operando por encima de los US$ 132, impulsado por las
tensiones geopolíticas con Irán, luego de que las negociaciones en Ginebra
culminaran sin avances reales.
Según el servicio meteorológico
estadounidense (NHC), la tormenta tropical Dolly ingresó el lunes en el Golfo de
México, donde se concentran un cuarto de las instalaciones petroleras de Estados
Unidos, sumando "preocupación" en los mercados del crudo.
En tanto, y continuando la tendencia
del lunes, las bolsas europeas caían un uno por ciento en las primeras
operaciones del martes y Vodafone lideraba los descensos después de anunciar
unas perspectivas débiles para el conjunto del año, según Reters
El índice europeo del sector cedía un
1,9 por ciento, mientras que Deutsche Bank, Credit Suisse y HBOS caían entre un
1,6 y un 2,5 por ciento, presionadas por la crisis bancaria.
Wall Street y las bolsas también fueron golpeados el lunes luego de que los
precios del crudo retomaran la escalada alcista y que los
especuladores se alejaran de los sectores más riesgosos del mercado.
Después de las ganancias de la semana pasada, las cuales fueron alimentadas por
las compras de acciones financieras, el tono del mercado el lunes fue más
callado, señala Wall Street Journal.
Según los analistas de Wall Street,
los mercados suben cuando los especuladores se alejan de las acciones
petroleras (como sucedió la semana pasada), y bajan cuando la
especulación financiera retorna al crudo. Esa parecería ser la tendencia que se
reinicia esta semana.
Según el Journal, los inversionistas
se concentraron en acontecimientos que afectaban a compañías específicas, pero
estuvieron reacios a apostar que el mercado en general está listo para tener
un auge sostenido.
En Wall Street, los principales indicadores se volvieron a derrumabar el lunes.
El Promedio Industrial Dow Jones, el
cual dio un salto de 3,6% la semana pasada, cerró a la baja 29,23 puntos,
o 0,3%, a 11.467,34, pese a un salto de 3,9% en su componente Bank of America.
El S&P 500 cayó 0,1% a 1.259,98, el cual se mantuvo en su nivel por su
sector tecnológico, el cual cayó 1,9%. El Nasdaq se deslizó 0,1% a 2.279,53.
Además, influyeron en Wall Street los pobres resultados de Google y
Microsoft la semana pasada, que alentaron los temores de que los consumidores
restrinjan sus gastos aún más, a medida que la economía se desacelera y
que las empresas a su vez restrinjan sus gastos en nuevos equipos hasta que
mejore el panorama.
Estas preocupaciones económicas fueron avivadas por un informe de Conference
Board, un grupo privado de investigación, el cual dijo el lunes que su índice de
los principales indicadores económicos cayó 0,1% en junio.
"Todo lo que vemos nos dice que aún estamos en una economía realmente débil",
dice Kim Caughey, analista de inversión de Fort Pitt Capital Group, citado por
el Journal.
Los futuros de crudo el lunes rompieron con una racha de cuatro días en
descenso, ganando US$2,16 o 1,7% y cerrando en US$131,04 el barril en
Nueva York, alimentado por las preocupaciones geopolíticas resultantes de la
fallida reunión entre Irán y seis potencias y la amenaza de un huracán en el
Golfo de México.
Por su parte, en Londres el barril de
Brent del Mar del Norte para entrega en setiembre ganó US$2.95 para cerrar
en US$ 133.14 por barril.
La semana pasada, con las
expectativas infladas y centradas en unpromocionado "acercamiento" EEUU-Irán, el
petróleo, luego de tocar el récord histórico de US$ 147,50 la
semana anterior, bajó US$ 19, alrededor de un 11%.
Inflación en EEUU: Una mujer mira preocupada
el precio de la gasolina. |
Datos negativos
Mientras tanto, se conocieron datos
cada vez más negativos de las economías estadounidense y europea que revelan una
tendencia hacia abajo de todos sus indicadores.
Uno de ellos es que el consumo está bajando fuerte en Estados Unidos y
Europa, mientras se modera en China e India.
Por lo tanto, la demanda de petróleo
es menor ahora y según la OPEP (Organización de Países Exportadores de
Petróleo), va a caer más el año que viene por la situación económica.
Lo que demuestra a su vez, que los
precios no suben por la alta demanda (como sostiene EEUU) sino por la
especulación financiera como vienen sosteniendo los directivos de la OPEP.
El segundo dato es la inflación en EEUU que aumenta de modo casi
vertiginoso y la Reserva Federal podría aumentar las tasas de interés, en
un intento por fortalecer y conseguir que la especulación abandone el
mercado del petróleo y de los commodities y se desinfle su impacto en el precio
de los alimentosa y la gasolina.
El otro dato consigna que la semana
pasada la especulación volvió a apostar en los mercados bursátiles
distrayendo acciones de los mercados energéticos con la consecuente baja de los
precios del crudo.
La tendencia bajista de la semana
pasada alimentó la esperanza de que disminuyan las presiones alcistas sobre los
bienes y servicios de la canasta familiar.
Pero esta semana se retomó la
escalada alcista rompiendo con todas las especulaciones.