(IAR Noticias)
15-Julio-08
Mientras en el mundo crecen
los procesos inflacionarios y las protestas sociales por la suba de los
alimentos, los pulpos petroleros y bancos de inversión fijan las reglas de juego
y el funcionamiento de los mercados de la energía y del petróleo, cuyo precio
sigue escalando a niveles récord por efecto de la especulación financiera.
Según Abdalla Salem
El-Badri, secretario general de la OPEP (Organización de Países Exportadores de
Petróleo) "El dinero especulativo de las hipotecas basura está ahora en el
petróleo".
Informe
IAR Noticias
En una entrevista con el diario
español Expansión.com El-Badri relata cómo la
mayor parte del crudo que se negocia a diario es “papel” y no contratos
de mercancía física, de barriles “reales”.
Para El-Badri, responsable de la OPEP
desde enero de 2007, la actual convulsión de precios del barril supone una
escalada sin precedentes. Solamente en un año, los precios se han más que
duplicado, hasta los US$147 que marcó la semana el barril de
crudo en EEUU.
“Es cierto que existe un componente geopolítico en la escalada del precio del
petróleo”, señala, entrevistado durante el foro mundial del petróleo celebrado
en Madrid hace una semana.
¿Qué es lo que hace que ahora la escalada del precio del petróleo sea
diferencial?, reflexiona el secretario general de la OPEP.
“Basta con mirar el volumen del petróleo que se contrata en los mercados a
diario”, explica, que solo un poco más del 2% son contratos reales, en el
sentido de “barriles físicos”, señala.
El resto, es "petróleo de papel", añade. “No es petróleo real”, explica,
aludiendo así a la infinidad de sofisticados mecanismos financieros, de
derivados, de opciones a futuro y otras fórmulas que han poblado el mercado del
petróleo y que en estos momentos están operando sobre él.
Según algunos analistas
especializados de Wall Street, más de un 60% del precio del petróleo crudo
(hoy cotizado en US$ 147) tiene como causal a la especulación en futuros
no regulada, de fondos "especulativos", bancos y grupos financieros que
utilizan las bolsas de futuros ICE de Londres y NYMEX de Nueva York y el
comercio inter-bancos.
Aunque no descarta otros factores
que puedan estar influyendo en la escalada del barril, el secretario de la OPEP
asegura sin dudas que "los precios están inflados, y están inflados por la
especulación".
La
tendencia que afirma que los precios del petróleo se fijan a partir de la
especulación en los mercados energéticos, se nutre de un informe de un
subcomité del Congreso estadounidense que reveló, en el año 2006, que la
especulación financiera representaba cerca del 70% del precio del crudo,
frente a sólo 37% en 2000.
El
informe, de junio de 2006, del Subcomité Permanente de Investigaciones del
Senado de los EE UU sobre "El papel del mercado especulativo en los precios
crecientes del petróleo y el gas", indicó que "hay pruebas sustanciales que
apoyan la conclusión de que la gran cantidad de especulación en el mercado ha
aumentado considerablemente los precios".
En este
escenario, los precios no se fijan solo por la demanda del consumo, sino
básicamente por las necesidades comerciales y la demanda especulativa en los
mercados financieros agro-energéticos.
Detrás
de este fabuloso negocio con los recursos petroleros, esenciales para la
supervivencia humana, se encuentran los principales bancos y grupos
financieras de Wall Street, que juegan un rol determinante en la
especulación en los mercados energéticos y de materias primas que impulsan la
actual escalada de los precios.
En este
frente especulativo del negocio agro-energético (productor directo de la
hambruna y la inflación mundial) se encuentran en primera línea Goldman Sach
y Morgan Stanley, súper-gigantes de la especulación financiera en alta
escala del capitalismo trasnacional sionista con asiento en Wall Street.
Goldman Sachs y Morgan Stanley son actualmente las dos principales firmas
que negocian con energía en los Estados Unidos. Citigroup y Morgan Chase JP son
actores importantes y financian numerosos hedge funds que también especulan.
Durante su entrevista con
Expansión en Madrid, El-Badri no se atreve a dar una cifra de qué parte del
precio del barril es puro fenómeno financiero especulativo, pero sí
afirma que hay dinero que "antes estaba dedicado a la financiación del
mercado de las hipotecas subprime en Estados Unidos y que ahora se refugia en
las materias primas".
Ese dinero de las subprime o de las hipotecas de alto riesgo (préstamos basura,
se les ha bautizado en España), “no sólo está ahora en el petróleo, también se
está yendo a otras materias primas, como el oro”, dice.
El-Badri insiste en que, por mucho que se discuta, lo que tensiona los precios
"no es un problema de volumen, de producción, y mucho menos de la OPEP".
El secretario general de esta
organización recalca varias veces que la OPEP es la primera interesada en
contener los precios. Si los precios suben, la demanda se retrae. “Somos los
primeros interesados en tener clientes. “Si no los mantenemos, no podemos
vender”. Más difícil es saber a qué nivel van a llegar los precios. “Si la
especulación sigue, quién sabe”, se pregunta. “¿200 dólares el barril, 250
dólares?, puede ser cualquier precio", comenta.
Para Abdalla Salem El-Badri los gobiernos de los países productores de la OPEP
no son los grandes beneficiarios de los altos precios del petróleo.
Primero porque -señala- hay otros países productores, como China o India, por
poner algunos ejemplos, que no son OPEP. Y segundo, porque en contra de lo que
se piensa, “son los gobiernos de los países consumidores, los que a través de
impuestos, se benefician más de los precios de los carburantes".
“El 85% de los ingresos del
petróleo de los países de la OPEP vuelve a los países consumidores, a los que se
les compra maquinaria, ropa y todo tipo de productos y servicios”, afirma el
secretario de la OPEP.
“El problema del mercado no es de
volumen”, asegura El-Badri liberando a la OPEP de responsabilidad en la
escalada de precios del crudo.
“El cuello de botella del mercado está en las refinerías”, dice apuntando a las petroleras.
“Si alguien quiere comprar
petróleo, estamos dispuestos a venderlo”, dice, tratando así de desmontar el
cliché de que la OPEP abre y cierra el grifo a discreción y a su conveniencia
con el único objetivo de hacer que las curvas de oferta y demanda se crucen cada
vez en puntos más altos.
“Los países productores de la OPEP no son los dominantes en el mercado",
asegura. “Tenemos una cuota de mercado del 40%”, comenta, dando a entender que
con ese porcentaje no se ejerce dominio.
“El cuello de botella no está en los países productores de la OPEP, que van a
invertir 160.000 millones de dólares hasta el año 2012”, asegura El-Badri,
mientras se pregunta hasta qué punto las refinerías son realmente ese cuello de
botella.
La escalada récord de los precios del
crudo ya desató un enfrentamiento entre las gigantes petroleras, los bancos de
inversión y las naciones productoras que polemizaron sobre sus causas en la
cumbre de
Madrid, pero finalmente no pudieron enhebrar ningún acuerdo.
Los representantes de la OPEP
culparon de la suba a los especuladores financieros por inyectar miles de
millones de dólares en las mercados de materias primas para protegerse de la
inflación y la debilidad del dólar.
Por su parte, los ejecutivos de las
gigantes petroleras que hegemonizan la comercialización del crudo argumentaron
que pese a que las reservas son suficientes ahora, empezarán a escasear en el
futuro. "La mayor parte de los saltos en los precios que estamos viendo está
relacionada con las preocupaciones sobre el panorama futuro de un suministro
físico", advirtió John Watson, vicepresidente de Chevron Corp.
Estas posiciones irreductibles
marcaron el desarrollo del enfrentamiento entre los ministros de la Organización
de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y los representantes de los mayores
pulpos petroleros occidentales durante el XIX Congreso Mundial del Petróleo, llevado
a cabo en Madrid, durante la primer semana de julio.
La cumbre, como estaba previsto,
culminó con Exxon Mobil, Royal Dutch Shell Plc, BP Plc y Total defendiendo
la tesis de la "baja de producción" (y no la especulación) como causal
de la escalada de los precios del crudo, mientras que las naciones de la OPEP se
mantuvieron en su postura señalar a la especulación financiera en los mercados
energéticos como causa principal de la escalada del crudo.
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