) afirman que sectores del departamento de Estado y del
propio Pentágono están sujetos a las presiones del vicepresidente Cheney y del
llamado lobby israelí-estadounidense para la ejecución de acciones militares
contra Teherán.
Pero si bien la mayoría de los expertos y medios de
EEUU y de Europa consideran que una acción militar de EEUU e Israel contra Irán
es irreversible persisten interrogantes en cuanto a la modalidad de esos
ataques (ataques preventivos o invasión), tiempo de ejecución, y las
posibles reacciones que producirá en la comunidad internacional (aliados
europeos, China y Rusia, Irak y Medio Oriente, comunidad musulmán a nivel
internacional, etc).
En cuanto al "tiempo de ejecución", una señal clara
partió del Congreso de EEUU cuando, el 28 de junio pasado, el congresista
republicano Ronald Ernest Paul denunció que una resolución para preparar
la guerra con Irán será presentada en el Congreso luego del 4 de julio.
Probablemente
lo sea. Y no es más que una propaganda de guerra más, sino sólo más preparación
para ir a la guerra contra Irán", señaló Paul, según el texto publicado en
inglés en el sitio DailyPaul que fue traducido por el periódico
Rebelión.
"Esta resolución H.J. Res 362
[aparece en inglés como H. Con. Res 362 en línea] es una resolución virtual de
guerra. Es una declaración de sanciones tremendas, y boicots y embargos
contra los iraníes", afirma Paul.
Según el legislador, la norma a ser presentada en el Congreso "Exige que el
presidente imponga rigurosos requerimientos de inspección a todas las personas,
vehículos, barcos, aviones, trenes y cargas que lleguen o partan de Irán, y que
prohíba el movimiento internacional de todos los funcionarios iraníes".
"Para mí es como si lo hubiese
visto antes una y otra vez. Escuchamos durante años y años esa retórica antes de
entrar en Irak. No fuimos correctamente, no declaramos la guerra, estamos allá y
es una lucha interminable. Y no puedo creerlo: ¡que podamos estar a punto de
iniciar el bombardeo de Irán!", señaló el congresista estadounidense.
"En las últimas semanas, si no
meses, hemos oído hablar mucho de la posibilidad de que Israel y / o EEUU
bombardeen Irán. Y se habla en el mercado. Están ofreciendo precios más elevados
por la energía debido a ese temor. Se ha pronosticado que si comienzan a caer
las bombas veremos que los precios de la energía se duplicarán o triplicarán.
Sólo la idea de que suceda, ayuda a aumentar esos precios de la energía. Y es
algo muy real que está ocurriendo ahora mismo", añadió.
Paul, el único republicano en
el Congreso que se opuso a invadir Irak, tiene una polémica posición
acerca del terrorismo y de la dirección que ha tomado el Estado norteamericano
tras los ataques del 11-S. Se atrevió, incluso, a sugerir que la política
exterior intervencionista propició el odio antiamericano que los motivó. “Nos
atacaron aquí porque estábamos metidos allá”, ha dicho repetidamente.
La denuncia del congresista revela una de las señales "más claras"
emitidas hasta ahora de que un ataque de EEUU a Irán ya ha dejado de ser una
hipótesis para convertirse en una realidad amenazante.
En su edición del pasado 12 de
marzo, la revista conservadora U.S. News and World Report enumeraba "seis
indicios de que Estados Unidos debe haber puesto proa a la guerra contra Irán".
La primera señal que destaca la
revista es que el almirante William Fallon, que había exteriorizado su oposición
a la guerra en el número de marzo de la revista Esquire, fue destituido como
comandante en jefe del mando central, las fuerzas que llevarían a cabo un ataque
contra Irán.
La destitución del almirante
Fallon por parte del presidente Bush apuntaba -según
Esquire- a dejar bien
claro a los iraníes que "todas las opciones siguen encima de la mesa".
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Presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad. |
Otras de las señales fuertes de
que EEUU se prepara para la guerra con Irán se encuentran en el hecho de que el
candidato del Partido Demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Barack Obama,
ha hecho suya la advertencia de Bush: "todas las opciones, y quiero decir
´todas´, siguen encima de la mesa".
El proyecto de resolución 580 del
Senado y 362 de la Cámara de Representantes (cuya aprobación impulsan el AIPAC y
Tel Aviv por medio de los halcones de la Casa Blanca) contaría ya con el
patrocinio de 30 senadores y de 220 representantes de los dos partidos que
hegemonizan la gobernabilidad del Imperio estadounidense.
En su texto se señala
que se declara
que el Congreso solicita al presidente “que encabece un esfuerzo internacional
para aumentar inmediata y dramáticamente la presión sobre Teherán a fin de que
suspenda de manera verificable sus actividades de enriquecimiento de uranio,
entre otras cosas prohibiendo la exportación de productos petroquímicos a Irán”.
La estrategia, según los expertos,
es obligar al régimen de Teherán -por medio del endurecimiento extremo de las
sanciones- a que reaccione con algún despliegue o amenaza armada, y luego
utilizarlo como argumento de una declaración de guerra por parte de EEUU.
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