(IAR Noticias)
02-Julio-08
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Que lo diga un medio de contrainformación en la web como IAR Noticias, vaya y
pase: Son gajes del oficio. Pero que The Wall Street Journal, el vocero más
emblemático del sionismo financiero de Wall Street, diga en un título (de este
martes) que "Los nubarrones de la economía derrumban las bolsas mundiales"
invita a pensar que "algo está pasando" (o está por pasar) en la economía
mundial globalizada y controlada por el sistema capitalista. La ecuación (o el
cóctel) petróleo + crisis financiera + alimentos = proceso
inflacionario-recesivo mundial parece haberse salido definitivamente de la
"hipótesis" y ya comienza a multiplicarse (como un virus) por todo el
planeta, aunque la prensa (masiva y alienante) del sistema todavía no termina de
incluir la "noticia" (de la catástrofe en puerta) en sus prioridades
"informativas". Como ya lo anticipamos en nuestros informes: La debacle
económica mundial acechante (con punta de lanza en EEUU y Europa) se nutre de la
dialéctica petróleo + especulación financiera = inflación y crisis
alimentaria extendiéndose por todo el planeta (capitalista) desarrollado y
subdesarrollado.
Informe
IAR Noticias
Esta semana, al factor petróleo se
le agregó el otro detonante clave: La Guerra (o el fantasma de la guerra)
entre Irán e Israel en Medio Oriente, que acrecentó la huida masiva de los
especuladores bursátiles hacia las acciones de las materias primas y el petróleo
elevando su precio a un récord histórico de US$ 144, impensable a
principios de año cuando su valor no había traspasado la barrera de los US$ 100.
Como su consecuencia inmediata (la
del petróleo y los rumores de la guerra en Medio Oriente) Wall Street y las
bolsas mundiales comenzaron a desplomarse en un efecto encadenado
construido sobre la paranoia y la especulación capitalista, cuya ingeniería
sigue aproximándose cada vez más a la "crisis global" que vaticinan a las
instituciones y los funcionarios del sistema.
En un artículo titulado "Los nubarrones
de la economía derrumban las bolsas mundiales. Pocas se escapan", señala The
Wall Street este martes:
"El primer semestre de 2008 pasará a la historia como una debacle global
para las bolsas del mundo. Desde Shanghai, donde la bolsa cayó 48%, a Francfort,
donde perdió 19%, a Estados Unidos, las acciones recibieron una paliza.
Entre los pocos mercados que salieron bien parados están Canadá, un país rico en
materias primas, y Japón, cuya bolsa experimentó un repunte en el segundo
trimestre después de un primer trimestre abismal.
Algunos mercados latinoamericanos, ayudados por economías exportadoras de
commodities como Brasil, salieron bien librados durante el trimestre. El índice
de mercados emergentes MSCI Latin America subió 6,6% en el segundo trimestre,
mientras que el índice general de mercados emergentes MSCI perdió 12%.
Los inversionistas comenzaron el año preocupados de que la contracción
crediticia, cuyo epicentro está en EE.UU., desembocara en una recesión global.
El crecimiento superó las previsiones en algunos lugares, pero la inflación pasó
a ocupar el rol protagónico.
Economistas de Merrill Lynch calculan que la tasa global de inflación está en un
5,5% frente a un 3,5% a principios del año, gracias a los crecientes costos de
los alimentos y la energía.
En momentos en que comienza el segundo semestre, los inversionistas están
preocupados de que los bancos centrales del mundo se vean forzados a subir las
tasas de interés para contener el alza en los precios de las materias, pese a
que el sistema financiero global aún es vulnerable a los problemas del mercado
hipotecario estadounidense.
La mejor noticia para muchos mercados sería un declive en los precios de los
commodities, lo cual aliviaría la presión sobre los márgenes de ganancias y les
daría espacio de maniobra a los bancos centrales. La probabilidad de ello, sin
embargo, puede ser escasa.
Brasil y China ya han empezado a subir las tasas. Merrill Lynch calcula que más
de tres cuartas partes de los bancos centrales del mundo han hecho lo mismo. Se
cree que el Banco Central Europeo se unirá a este grupo el jueves y elevará su
tasa de referencia un cuarto de punto porcentual a 4,25%. "Los problemas ya no
están confinados sólo a EE.UU.", dice Bruno Berry, gestor de portafolio de
Morley Fund Management en Londres, el cual maneja cerca de US$313.000 millones
en activos. "Ningún área va a ser inmune".
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Males financieros
El bajón del Promedio Industrial Dow Jones comenzó a mediados de mayo e hizo que
el principal indicador estadounidense acabara el segundo trimestre con una baja
912,88 puntos, un 7,6%, para ubicarse en 11.350,01 unidades. La caída representa
un declive de 19,9% frente a su máximo, a un tris del 20% que es considerado el
inicio de un mercado a la baja.
Las acciones del sector financiero lideraron el descenso a medida que bancos
grandes y pequeños anunciaban rebajas contables a raíz de sus pérdidas
crediticias. La aseguradora American International Group, uno de los integrantes
del Dow, cayó 39% en el segundo trimestre al paso que Bank of America, otro
miembro del índice, descendió 37%.
El componente del Dow que registró la mayor caída fue la automotriz General
Motors, cuya acción cedió casi 40%. De los 30 integrantes del Dow, 23 cerraron
el trimestre en rojo. Entre las pocas empresas que salieron airosas figuran
ExxonMobil y Chevron, las cuales se beneficiaron del auge en los precios del
crudo, que superaron los US$140 el barril.
Los inversionistas ven el futuro con pesimismo. Después de siete recortes en las
tasas de interés desde septiembre, la Reserva Federal parece estar en un dilema
entre estimular el crecimiento y combatir la inflación. La Fed mantuvo las tasas
estables en su reunión de la semana pasada, en medio de especulación de que
podría haber incrementos de tasas en los próximos meses para frenar las
presiones inflacionarias. Algunos en Wall Street temen que las altas tasas de
interés ahoguen el tímido ímpetu de la economía estadounidense en los últimos
meses.
Ha habido señales recientes de fortaleza, incluyendo prometedores datos del
Producto Interno Bruto y pedidos de bienes durables, pero muchos analistas
argumentan que las cifras serán más negativas una vez se desvanezcan los efectos
del paquete de estímulo fiscal del gobierno y los consumidores queden con pocos
ingresos disponibles después de llenar los tanques de sus autos y los carritos
del supermercado. "Es como si hubiera una suspensión por lluvia y estuviéramos
esperando a que comenzara la recesión", dice el estratega de Standard & Poor's
Sam Stovall.
Aparte de la inflación, mercados emergentes como China e India luchan con las
consecuencias de los gigantescos saltos que dieron sus acciones el año pasado.
En China, los altos costos de las materias primas y el fortalecimiento del yuan
están mermando las ganancias de las empresas. Las utilidades de las compañías
chinas subieron 17,4% en el primer trimestre de 2008, frente a un crecimiento de
49,4% del año pasado, según Jing Ulrich, presidenta de renta variable para J.P.
Morgan Securities en Hong Kong. El número de compañías no rentables se ha más
que doblado, dice, y ahora representa el 15,4% de todas las empresas chinas en
bolsa.
China no es un caso aislado. Las bolsas de Hong Kong, Mumbai y Singapur han
caído 21%, 34% y 15%, respectivamente, en el primer semestre. "Lo que ha
sucedido en los mercados de valores ha sido una revaloración del riesgo y las
bolsas asiáticas no escaparon a ello", explica Daniel McCormack, estratega
regional de Macquarie Securities en Hong Kong.
Por su parte, los gestores de fondos se están empezando a preocupar de que la
desaceleración de la economía europea tenga graves repercusiones en los mercados
accionarios de la región. Los bancos europeos, afectados por rebajas contables
de miles de millones de dólares, son renuentes a conceder crédito a las empresas
en momentos en que el alza de la energía y el costo del dinero le quitan aire a
las ganancias. El indicador bursátil paneuropeo Dow Jones Stoxx 50 ha caído 25%
este año. Entre las principales víctimas están empresas como la alemana Siemens,
cuyas acciones han perdido un 34% de su valor este año, y las de Unilever, que
han caído un 27%".
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