Versiones
de derrumbes bancarios en masa, el dólar trepando la línea de los US$ 140,
un nuevo bajón del dólar, renovados temores a la debilidad de la economía
estadounidense y rumores crecientes de guerra en Medio Oriente, se confabularon
el miércoles para detonar una de las peores caídas históricas de Wall Street que
algunos comparan con el hundimiento de las empresas tecnológicas a principios de
la década.
Informe especial
IAR Noticias
La escalada de los precios del
petróleo, con el barril alcanzando un récord histórico US$ 140 (US$ 5,50
de aumento en solo día) el miedo a que la presión inflacionaria reactive
la crisis financiera, y una advertencia de la OPEP de que si EEUU o Israel
atacaran Irán el crudo treparía por encima de los US$ 170, melló el ánimo de los
especuladores y configuró un "miércoles negro" en Wall Street.
Las acciones estadounidenses alcanzaron su punto más bajo en lo que va
del año y quedaron a un paso de superar la caída de 20% desde su máximo que
define un mercado a la baja.
Los bancos y las finacierass
volvieron a liderar el descenso, evocando el hundimiento de las empresas
tecnológicas a principios de la década.
El Promedio Industrial Dow Jones cayó 358,41 puntos para quedar en
11.453,42, su nivel más bajo desde septiembre de 2006.
El Dow Jones ya perdió 9,4% en
junio y si no se recupera el viernes o el lunes, completará su peor mes
desde 2002. También sería el peor desempeño en un mes de junio desde 1930 y el
séptimo mes a la baja de los últimos ocho. El Dow ha cedido un 6,9% en nueve
jornadas.
La caída de 3,03% en el Dow Jones
fue el segundo mayor descenso porcentual del año. El indicador bajó un 19%
desde su máximo de octubre de 14.164,53 puntos.
El petróleo en un nuevo récord
El precio del petróleo (el
principal detonante de la dinámica de los mercados internacionales) superó el
miércoles la marca de los US$140 el barril tanto en el "mercado de
futuros" (columna vertebral de la especulación) de Nueva York como en la
bolsa londinense, según coincidieron varias agencias internacionales.
En Nueva York, los contratos
pactados para agosto alcanzaron una marca récord de US$ 140,5.
El barril de crudo Brent, de referencia en Europa, ya alcanzaba este jueves los
US$ 140,38 en el mercado de futuros de Londres, mientras que los
contratos de Petróleo Intermedio de Texas, para entrega en agosto, alcanzaban
los US$ 140,05 dólares por barril en Nueva York, US$ 5,50 dólares más que el día
anterior.
Luego del "miércoles negro", las predicciones no son auspiciosas: el presidente
de la OPEP, Chakib Khelil, calculó que el precio del barril de petróleo rondará
“de 150 a 170 dólares”, aunque su valor se puede disparar “a 200, 300
ó 400 dólares” en caso de producirse una crisis política mundial.
“Si la crisis llega a parar la producción de Irán, por ejemplo, tendríamos una
grave situación porque ningún otro país del mundo podría sustituir la producción
iraní”, advirtió Khelil en una entrevistadifundida por el canal de televisión
‘France 24′.
A ese respecto, indicó que los
miembros de la OPEP ahora no tienen capacidad para poner en el mercado tres
millones de barriles diarios suplementarios, como se hizo en 2003 cuando
Venezuela dejó de producir una cantidad similar. El presidente de la OPEP, el
argelino Chakib Jelil, dijo que el barril llegará a 150 o 170 dólares por la
debilidad del dólar, y subirá aún más si agreden a Irán.
Las advertencias de la OPEP se
suceden a crecientes rumores de guerra en Medio Oriente, donde un reciente
ensayo militar de Israel en alta escala sembró la versión, lanzada por diarios
estadounidenses, de que el Estado judío ya tomó la decisión de atacar Irán
para destruir sus usinas nucleares antes de que alcance a fabricar una
bomba,
La disparada del petróleo
contribuyó a sembrar dudas sobre las perspectivas inflacionarias en todo el
mundo.
El derrumbe bancario
Otro factor que sumó para
desplomar a Wall Street estuvo conformado por versiones de un nuevo derrumbe
en masa de los mayores bancos de inversión de EEUU.
Las acciones de empresas
financieras, que van desde las grandes casas de corretaje de Wall Street a los
bancos regionales de Estados Unidos, han tambaleado desde principios de mayo,
señala The Wall Street Journal este jueves.
Los declives se han acelerado a
medida que queda en evidencia que los problemas de la cartera incobrable
que los han agobiado durante los últimos 12 meses no desaparecerán a corto
plazo.
Los gráficos que muestran la
evolución de estos bancos y finacieras -afirma el Journal- son parecidos a los
de los desplomes de los gigantes tecnológicos después del estallido de la
burbuja tecnológica. Antes de que la debacle tecnológica concluyera, la acción
de Cisco Systems había perdido 89%, la de Dell 71% y la de Amazon.com 92%.
Los grandes bancos de inversión
fueron actores descollantes en el derrumbe del miércoles: Lehman Brothers cedió
8,4% y Merrill Lynch 6,8%. Goldman Sachs, considerada como la firma de valores
más sólida, declinó un 4%.
Citigroup, que llegó a ser el banco estadounidense de mayor capitalización de
mercado, viene sufriendo un derrumbe de 69% desde su máximo de 2006.
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Piloteando la crisis: En la
imagen,
el presidente Bush escoltado por Alan
Greenspan y Ben Bernanke, ex y actual presidente de la Reserva Federal,
respectivamente |
La acción de Washington Mutual,
líder en préstamos hipotecarios, perdió un 89% desde su máximo de 2003 llegando
a su nivel más bajo desde 1991. Merrill Lynch ha descendido un 66% para llegar a
su nivel más bajo desde 2003
En Wall Street, el banco de
inversión, Goldman Sachs (también bajo la lupa) , emitió informes muy
negativos sobre bancos como Citibank y Bank of America, cuyas
acciones cayeron ayer más del 6%, aunque la peor parte la llevó el gigante
automotor General Motors: sus papeles perdieron un impactante 10%.
También Goldman Sachs advirtió en
un informe que Citigroup podría anunciar provisiones adicionales para
hacer frente a la crisis financiera, con lo que las acciones de la entidad se
han desplomó más de un 5%.
Goldman Sachs había recomendado
previamente a sus clientes vender los títulos de Citigroup y General Motors
en previsión de futuros problemas financieros.
En tanto, Bank of América anunció
que despedirá a 7.500 trabajadores tras la compra de Countrywide Financial Corp.,
con lo que sus acciones han cedido más de un 6%.
La caía de los bancos es una
preocupación de máxima para la Casa Blanca y la Reserva Federal.
Hasta
antes de la crisis con las subprime en EEUU, los bancos y las empresas
financieras exhibieron aumentos en sus ganancias en todos los trimestres desde
1995, según Standard & Poor's, una racha sin precedentes más allá de la
industria petrolera en los años 70.
Ahora sus balances están repletos de miles de millones en préstamos
incobrables y valores que han dejado de pagarse, y los bancos deben recaudar
capital fresco de inversionistas como los gobiernos de Medio Oriente.
También
deben reducir su endeudamiento y dejar de prestar tan agresivamente,
apuntan analistas.
"En
términos generales, esto significa que el crecimiento económico será seguramente
menor de lo que hubiera sido", recalca Marc Stern, director de inversiones para
Bessemer Trust, que administra US$50.000 millones en Nueva York, en su mayoría
para familias adineradas.
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