Las tensiones en los mercados europeos de préstamos a corto plazo han
vuelto a aflorar, a pesar de que los bancos centrales han inyectado miles de
millones de dólares en los últimos meses en un esfuerzo por normalizar la
situación.
Por Neil Shah
y Carrick
Mollenkamp -
The Wall Street Journal
La presión refleja en parte el fin del trimestre, una época en la que los bancos
retienen dinero para que sus finanzas luzcan saludables cuando reporten sus
resultados del segundo trimestre en las próximas semanas.
El fenómeno también demuestra que el temor a que se produzcan nuevas rebajas
contables y posibles quiebras no ha desaparecido. Los banqueros y analistas
dicen que tales preocupaciones podrían mantener altas las tasas de interés
durante meses, exacerbando el efecto adverso de la crisis crediticia en la
economía. "No nos metimos en este problema de un día para otro y no vamos a
salir rápido tampoco", dijo Howard Simons, estratega de renta fija para Bianco
Research en Chicago.
Las ansias de liquidez de los bancos provienen en gran medida de su necesidad de
protegerse contra nuevas pérdidas, en un momento en que sus preocupaciones se
extienden de los valores hipotecarios a los préstamos de consumo y a empresas.
Los resultados de los bancos y firmas de valores estadounidenses y europeos
subrayarán los desafíos que enfrentan las compañías financieras. Los analistas
creen que entidades como la alemana Deutsche Bank AG, la británica Barclays PLC
y la suiza UBS AG tendrán que recaudar capital o divulgar rebajas contables de
miles de millones de dólares relacionadas a inversiones hipotecarias y préstamos
realizados para financiar compras de empresas. Deutsche Bank, Barclays y UBS
declinaron comentar al respecto.
Las rebajas contables reducirán las reservas de capital que los bancos mantienen
para hacer frente a futuras pérdidas en un momento en que recaudar capital se ha
convertido en una ardua tarea.
Desde que empezó la crisis financiera a mediados del año pasado, los bancos han
recaudado a nivel global unos US$300.000 millones en un intento por compensar
rebajas contables por casi US$400.000 millones. El miércoles, Barclays anunció
que captará casi US$9.000 millones, parte de los cuales provendrán de fondos
soberanos de Asia y Medio Oriente. "El problema es que el capital se pierde tan
rápido como se obtiene", escribió el analista de Citigroup Inc. Simon Samuels en
un informe reciente.
Un indicador de las preocupaciones que afectan a los bancos es el hecho que la
brecha entre las tasas de interés de referencia de los bancos centrales y la
tasa interbancaria de Londres —que en teoría refleja la tasa promedio a la que
los bancos se prestan entre sí— haya aumentado en días recientes.
El miércoles, la tasa Libor a tres meses en dólares se ubicaba en 2,808%, 0,70
puntos porcentuales por encima de la tasa del índice de canje a tres meses u OIS,
que representa lo que el mercado estima será la tasa promedio de interés de
referencia de los bancos centrales en los próximos tres meses. La cifra está por
debajo del máximo de 0,92 puntos porcentuales alcanzado a mediados de abril,
pero representa un alza frente a la semana pasada y está cerca del nivel de
fines del último trimestre.
Los precios en los mercados de futuros sugieren que a mediados del año entrante,
la brecha entre la Libor y la OIS podría alcanzar los 0,45 puntos porcentuales.
Antes de la crisis crediticia, la brecha típicamente se situaba en 0,10 puntos
porcentuales.
Mientras más aumente la brecha Libor-OIS, más se verán socavados los esfuerzos
de los bancos centrales para estimular la economía mediante la reducción de las
tasas de interés. En los últimos meses, la Reserva Federal de Estados Unidos, el
Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra han recurrido a medidas poco
ortodoxas, como intercambiar valores hipotecarios por efectivo y bonos
gubernamentales, a fin de mantener la brecha bajo control. El éxito ha sido
limitado. Las medidas de los bancos centrales no son "la panacea que muchos
esperaban que fuera", dijo Ira Jersey, analista de tasas de interés para Credit
Suisse Group en Nueva York.
Uno de los factores detrás del alza de la Libor en dólares ha sido el nivel
inusualmente alto de la demanda de dólares por parte de los bancos europeos, que
toman prestados dólares para financiar inversiones denominadas en dólares. Sus
pasivos en dólares excedían los US$800.00 millones a fines de 2007, comparados
con US$500.000 millones en 2005, según el Banco Internacional de Pagos.
En un informe en junio, la entidad dijo que la necesidad de dólares de los
bancos europeos "podría ayudarnos a entender la falta de liquidez en el mercado
desde mediados de 2007".
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