El FMI, la Unión Europea y la cumbre de presidentes de Europa y América Latina
reunida en Lima advirtieron sobre la incidencia negativa que tiene sobre la
alimentación mundial y los mercados financieros la escalada del precio del
petróleo que la semana pasada tocó un nuevo récord cercano a los US$128. Bush, el
presidente de EEUU, el mayor importador del mundo, y consecuentemente el mayor
afectado por la escalada del precio de la energía, salió a presionar
a sus aliados para que aumenten la producción. La OPEP está dividida, e Irán, el
segundo productor mundial, se opone a elevar el bombeo como lo hizo Arabia Saudí
para favorecer a EEUU.
Confirmando
las predicciones más sombrías de los principales analistas del mercado
energético que ya proyectan un "súper aumento" del crudo por encima de los US$
200 en algunos meses, el
petróleo se disparó el viernes 16 a un récord cercano a los US$ 128 después
de que Goldman Sachs, el más activo banco de inversión en los mercados de
energía, pronosticara un alza continuada de los precios hasta fin de año
debido a los suministros bajos.
El
crudo estadounidense alcanzó el viernes 16 un máximo de US$127,82 el barril, en
medio de especulaciones de que China, luego del terremoto, necesitará importar
más combustible, presionando así el suministro mundial.
El Brent
de Londres subió US$ 2,36, situándose en US$ 124,99.
Los precios del petróleo se han
sextuplicado desde 2002 y se duplicaron desde el año pasado debido a la
demanda creciente de China y otros países en vías de desarrollo.
Goldman Sachs elevó su pronóstico de los precios promedio de petróleo para el
segundo semestre de 2008 a US$141 el barril, debido a los inventarios
ajustados, una predicción que requeriría una rápida escalada de los precios
para hacerse realidad.
"Diría que la historia más grande de hoy (por el viernes 16) es que Goldman elevó
su pronóstico sobre los precios promedio del petróleo para la segunda mitad del
año", dijo David Katz, de Matrix Asset Advisors.
Goldman predijo previamente este mes que el crudo podría escalar a US$200
dólares en los próximos meses.
El diésel, mientras tanto, ocupa el centro de la escena en la crisis mundial de energía debido a que
los ajustados suministros eléctricos en China, Sudáfrica, Chile, Argentina y
partes de Oriente Próximo provocaron un auge de la demanda de destilados
medianos para generadores eléctricos.
Se espera que la demanda china de diésel importado aumente aún más en junio
después de que el letal terremoto del lunes 12 interrumpiera suministros de
gas para importantes ciudades y debido a que las compañías aumenten sus
existencias antes de los Juegos Olímpicos de verano.
"La gente está mirando al diésel. La situación es peor desde el terremoto del
lunes en China", indicó a Reuters Robert Laughlin, analista de petróleo de MF
Global.
Los altos precios mundiales del
petróleo podrían afectar significativamente el avance logrado hasta el
momento para calmar a los mercados financieros, dijo por su parteel economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Simon Johnson.
Johnson comentó que los bancos que han sufrido pérdidas a causa de la crisis
crediticia, originada en el sector inmobiliario de Estados Unidos, han tenido un
éxito mayor al esperado recaudando dinero, aunque dijo temer que ese progreso se
vea golpeado por los elevados costos de la energía.
Johnson precisó que el fuerte avance registrado desde marzo por el crudo -que el viernes 16 se disparó a un récord cercano a los US$128 el barril- no sólo afecta a
los consumidores sino que también ha incidido en las expectativas
inflacionarias y generaría que los bancos centrales endurezcan sus políticas
monetarias.
A principios de este mes, un creciente número
de analistas especializados pronosticaron a The Wall Street Journal que se
avecinan "tiempos difíciles" para el mercado del petróleo cuyos precios
podrían dispararse por encima de los US$ 150 en los próximos meses.
Esto -según el diario- asestaría un
duro golpe a la economía mundial que ya se encuentra amenazada con el barril de
crudo cotizando por encima de la barrera de los US$ 120, con valores que no
parecen tener techo ni control.
Otros analistas de Wall Street
estiman que el petróleo inició una escalada hacia los US$ 200, que
atribuyen a movimientos especulativos de inversores, que prefieren pasar sus
posiciones en monedas depreciadas como el dólar a commodities, incluidos los
cereales.
Otros expertos citados por la prensa
especializada de EEUU atribuyen el alza del crudo a los sabotajes en plantas
petroleras en Nigeria, que llevaron la producción del país africano al mínimo en
la última década.
También hay analistas que mencionan
como factor principal del alza del crudo las tensiones geopolíticas entre EEUU
e Irán, segundo productor de la OPEP, a las cuales también se le atribuye
responsabilidad por su renuencia a aumentar la producción y satisfacer una
demanda mundial creciente.
Bajo presión de los países
consumidores duramente golpeados por la escalada, el mayor exportador de la
Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Arabia Saudí, dijo el
viernes de la semana pasada que había acordado aumentar la producción en 300.000 barriles por día
para distender el mercado y compensar los declives en la producción de otros
países de la región.
Bush pide "ayuda" a Arabia Saudita
George W. Bush, presidente de EEUU,
el primer importador de crudo del mundo, visitó Riad por segunda vez en este año
para pedir más suministros con el fin de aliviar la presión sobre la economía
estadounidense, que ya se ha desacelerado por una crisis inmobiliaria y una
restricción del crédito.
En un contexto de incrementos
constantes y de advertencias de que el crudo ya no tiene "techo", George
W. Bush llegó a Arabia Saudí para urgir al reino a colocar más
crudo en el mercado y, con ello, reducir la escalada de los precios.
El gobierno de Washington acordó
ayudar a proteger de atentados a la infraestructura petrolera de Arabia Saudí y a desarrollar opciones energéticas medioambientalmente más
limpias.
Sin embargo, hasta ahora, la Organización de Países Exportadores de Petróleo
(OPEP), de la cual Arabia Saudí es un miembro clave, ha rechazado incrementar
la producción, insistiendo en que las alzas de precio han sido generadas por
especuladores y no por problemas de demanda.
Irán, por su lado, criticó el
sábado 17 la decisión de Arabia Saudí de aumentar su producción petrolera como una
"medida política" y dijo que subir la producción de la OPEP sólo llevaría
a un alza en las reservas, informó una agencia de noticias iraní.
El ministro de Petróleo iraní, Gholamhossein Nozari, hizo sus comentarios un día
después de que Arabia Saudí, líder de la OPEP y un aliado clave de Estados
Unidos en Oriente Próximo, anunciara planes de aumento en su producción
luego de la presión ejercida por el presidente George W. Bush, quien
visitó el país.
Irán es el segundo mayor productor en
la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), después de Arabia
Saudí, y ha señalado reiteradamente que el mercado está bien abastecido de crudo
y culpa de los crecientes precios del petróleo a la debilidad del dólar
estadounidense y a otros factores fuera del control de la OPEP.
Los precios del petróleo se han incrementado en un 25% desde comienzos de año,
producto de las preocupaciones geopolíticas y la debilidad del dólar, que
abarata el petróleo a los compradores extranjeros.
Al mismo tiempo, la demanda de las economías asiáticas de rápido crecimiento, de
manera notable China, ha exacerbado las presiones sobre el precio del crudo.
La Organización de Países
Exportadores de Petróleo (OPEP) advirtió que el precio del crudo podría
continuar aumentando hasta situarse en los US$200 por barril en el
mercado internacional.
El presidente de la organización,
Chakib Khelil, culpó de la situación a la caída del dólar estadounidense, que
hace que otros activos, incluido el petróleo, sean más atractivos para los
inversionistas extranjeros.
Un analista económico de la BBC, Rodney Smith, señala que varios senadores estadounidenses han criticado
duramente a la OPEP por permitir que la cotización del crudo se haya disparado
por no bombear más combustible.
Sin embargo, en opinión del presidente del club de exportadores, no importa
cuánto petróleo coloquen en el mercado los productores, esta dinámica entre
la cotización del dólar y el precio del petróleo no cambiará.
No obstante, los factores
detonantes claves del aumento del petróleo -como lo reconocen muchos
expertos- se motorizan por la especulación bursátil con las acciones
energéticas, la sobredemanda de energía,
y el escenario siempre latente de
conflictos geopolíticos y militares que se se ciernen sobre regiones
petroleras estratégicas en Asia, Africa y Medio Oriente.
Otro elemento importante es la
debilidad del dólar estadounidense, más la crisis de los mercados finacieros,
que hace que materias primas como el petróleo sean más atractivas para
los inversionistas de los mercados financieros internacionales, lo que
incrementa su precio.
La combinación de estos factores con
la suba de los precios de los alimentos (el emergente de la suba del
petróleo) , y con la escalada inflacionaria (el emergente de la suba de los
alimentos) que ya amenaza a EEUU, Europa y China (las tres primeras economías
mundiales) termina de conformar el escenario de colapso mundial que tiene al
petróleo como su eje detonante.