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Operador de la bolsa de Buenos Aires |
México iba supuestamente a sufrir lo indecible con la recesión en Estados
Unidos. Pero la bolsa mexicana ha crecido un 2,5% en lo que va del año. De
hecho, a lo largo de América Latina las bolsas están derrotando a las mismas
fuerzas que han provocado pérdidas enormes en otros lugares.
Por Antonio Regalado y
Joanna Slater -
The Wall Street Journal
Impulsadas por el auge de las
materias primas, el crecimiento relativamente sólido de sus economías y la baja
valoración de las empresas, las bolsas latinoamericanas están este año entre las
de mejor desempeño en un planeta donde abundan los retornos espantosos.
Standard & Poor's, por ejemplo, acaba de subir la calificación de la deuda de
Brasil en moneda extranjera, lo que hizo que el Bovespa, el índice que agrupa a
las mayores empresas de la Bolsa de São Paulo, se encaramara a alturas
inusitadas.
El alza de la inflación o un mayor deterioro de la economía todavía pueden
derribar a estos mercados. Por ahora, no obstante, las bolsas latinoamericanas
han sido refugios mucho más seguros que mercados emergentes que antes las habían
eclipsado.
Las bolsas de China e India han caído en forma precipitada. Las acciones chinas,
por ejemplo, han perdido alrededor de un tercio de su valor desde inicios de
año. Los mercados bursátiles de Europa y Japón también han caído. Pero el
Bovespa, ha ganado 6,2% en 2008 al tiempo que los principales indicadores de
Chile y Perú registran leves pérdidas.
Cuando las bolsas latinoamericanas se derrumbaron súbitamente en enero, pareció
que la bonanza de cinco años de la región llegaba a su fin. América Latina, no
obstante, tenía reservado un segundo acto sorprendente.
Una de las razones del repunte es que las acciones de la región nunca alcanzaron
las exageradas valuaciones que los inversionistas habían dado a las compañías de
Asia en los años de auge.
A fines del año pasado, el índice de Morgan Stanley Capital International, que
sigue los movimientos de la bolsa brasileña, cotizaba a un valor casi 15 veces
superior al de las ganancias de sus componentes en los 12 meses anteriores. La
misma cifra para China era de 27 veces. A fines de abril, el índice chino era
considerablemente más caro que su contraparte brasileño, pese a la estrepitosa
caída de las acciones asiáticas.
Entre las acciones más baratas figuran las de Argentina y México, las que, se
negocian a precios de 10 u 11 veces sus ganancias para este año, según un
informe de Citigroup.
"Los inversionistas están prestando más atención a los fundamentos y no
simplemente poniendo a todos los mercados emergentes en el mismo saco para una
operación rápida", dice Will Landers, quien administra US$8.000 millones en
acciones latinoamericanas para el fondo BlackRock. "La región todavía es
relativamente barata y muestra ganancias".
Los índices de América Latina tienden a estar dominados por empresas de materias
primas, como la petrolera brasileña Petrobras y la minera brasileña Cia. Vale do
Rio Doce. Los inversionistas en busca de la seguridad que brindan los activos
tangibles han disparado la acción de Vale un 100% desde que se desatara la
crisis de crédito a mediados del año pasado.
El crecimiento de las economías latinoamericanas, mientras tanto, sigue
sorprendiendo. En muchos casos, la expansión ha sido liderada por el incremento
del crédito de consumo, lo que representa un marcado contraste con lo que ocurre
en Estados Unidos.
Brasil crecerá 4,8% este año y Argentina 7%, según las estimaciones del Fondo
Monetario Internacional. México, cuyo PIB se expandiría un 2%, dista de
descollar, pero su desempeño no es tan malo como algunos pronosticaban frente al
enfriamiento de EE.UU.
En México, además, nuevas reglas que permiten a los fondos de pensiones invertir
más dinero en renta variable añadieron en marzo otros US$650 millones a la
bolsa, señala Damian Fraser, director de renta variable para América Latina de
UBS Pactual.
Daniel Darahem, director de Mercados de Capital Accionario para América Latina
de J.P. Morgan Chase, dice que hay una larga cola de empresas que quieren
empezar a cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores.
Mientras las acciones de las constructoras en Estados Unidos han perdido casi un
40% de su valor en los últimos 12 meses, la mexicana Homex, cuyas acciones se
transan en la Bolsa de Nueva York, ha visto sus títulos crecer 1,4% en el mismo
período. En Brasil, más de una docena de constructoras salieron a bolsa el año
pasado y los inversionistas estudian el mercado para ver qué es lo que conviene
comprar.
Sin embargo, las bolsas latinoamericanas también han tenido sus tropiezos.
Algunas compañías pequeñas, especialmente en Brasil, han sufrido graves pérdidas
a medida que los inversionistas se desprendían de sus activos más riesgosos y se
refugiaban en los nombres más seguros. Las salidas a bolsa también se han
frenado, lo que ha golpeado a las acciones del propio Bovespa, las que debutaron
el año pasado.
En México, donde la economía depende en parte de las exportaciones de productos
manufacturados a EE.UU., algunos inversionistas creen que después de las
recientes alzas, a la bolsa no le queda mucho espacio donde subir.
"Uno no se puede esconder del viento en contra, que es el enfriamiento de EE.UU.",
dice Pedro Martins Jr., estratega de acciones latinoamericanas de Merrill Lynch.
"De ahora en adelante, creo que los resultados serán irregulares".
El fin del auge de las materias primas también asestaría un golpe durísimo a las
bolsas de la región.
Otro riesgo es la inflación. Los gobiernos se están viendo obligados a dejar que
sus monedas se aprecien frente al dólar para combatir el alza de precios.