La creciente demanda de biocombustibles, que obliga a dedicar amplias
extensiones de cultivo, pone en serias dificultades a las denominadas
"tierras marginales", que cumplen un papel clave para el desarrollo de las
poblaciones rurales más pobres y que suelen ser cultivadas por mujeres, señala
el informe.
La FAO advierte de que convertir
estas tierras en plantaciones para obtener biocombustibles puede provocar "el
desplazamiento parcial o total de las actividades agrícolas de las mujeres a
tierras aún más marginales", con consecuencias negativas en las
posibilidades de las mujeres de obtener alimentos
Por esta razón, el organismo de la ONU pide que se tomen medidas para garantizar
que las mujeres y los hogares encabezados por ellas tengan las mismas
oportunidades que los hombres para involucrarse y beneficiarse de la producción
sostenible de biocombustibles.
En el 40% de los hogares de
África meridional la mujer es la principal unidad familiar, el 35% en la región
del Caribe..
El 40% de las personas que
trabajan en el campo en América Latina y el Caribe son mujeres, que se
encuentran en desventaja respecto a los hombres en el nivel de los salarios, las
condiciones de trabajo y en prestaciones sociales, recuerda la FAO.
"A menos que los países en desarrollo adopten políticas para fortalecer la
participación de los pequeños campesinos en la producción de biocombustibles,
incrementando sus posibilidades de acceso a la tierra, al capital y a la
tecnología, las desigualdades de género pueden acentuarse, con lo que se
agravará aún más la vulnerabilidad de las mujeres al hambre y la pobreza",
señaló Yianna Lambrou, coautora del informe: "Cuestiones de género e igualdad
en la producción de biocombustibles líquidos - Minimizar los riesgos y maximizar
las oportunidades".
El documento señala que las plantaciones a gran escala para la producción de
bioetanol y biodiesel requieren un uso intensivo de tierras, agua,
fertilizantes y pesticidas, recursos a los que los pequeños campesinos, en
particular las mujeres, cuentan tradicionalmente con un acceso limitado.
"La producción de biocombustibles ofrece oportunidades para los campesinos, pero
sólo alcanzarán el nivel de las granjas, en especial para las mujeres, si se
ponen en práctica políticas a favor de los pobres que al mismo tiempo promuevan
a la mujer", añadió Lambrou.
La FAO señala que la producción de biocombustible compite, directa o
indirectamente, con el suministro de agua y leña, y puede hacer que estos
recursos estén menos disponibles para el uso doméstico. Esto obligaría a las
mujeres, que son las que se ocupan tradicionalmente en la mayor parte de los
países en desarrollo de obtener agua y leña, a viajar distancias más largas,
reduciendo así el tiempo disponible para obtener ingresos de otras fuentes.
Además, el informe advierte de que la sustitución de los cultivos locales con
monocultivos dedicados a la producción de energía podría amenazar la
agro-biodiversidad, así como al conocimiento extensivo y las habilidades
tradicionales de los pequeños campesinos en la gestión, selección y
almacenamiento de los cultivos locales, actividades todas ellas realizadas
mayoritariamente por mujeres.
La FAO pide una estrategia de desarrollo de los biocombustibles que sea
sostenible para el medio ambiente y favorezca a los pobres, integrando las
plantaciones de cultivos para energía en los sistemas agroalimentarios locales
existentes.
La protección de las
actividades agrícolas tradicionales, habilidades y conocimientos
especializados de los pequeños campesinos, son cruciales para la seguridad
alimentaria y la capacidad de resistencia a largo plazo de las comunidades
rurales, señala el informe.
La semana pasada,
la FAO denunció que la propiedad de
la tierra en América Latina se concentra cada vez más en las manos de grandes
empresas cuando los más pobres deberían recibir una mayor cantidad de
tierras.
"La concentración de la tierra
está aumentando en varios países de la región", afirmó el jefe para América
Latina y el Caribe de la FAO, José Graziano.
"Existe una necesidad de
reforma agraria, es necesario asegurar un mayor acceso a los recursos
productivos en América Latina", añadió en una conferencia de la organización
en Brasilia.