La crisis bancaria (como efecto de
las "subprime") proyectada de EEUU a Europa tiene como protagonistas centrales a
los líderes hegemónicos de la especulación financiera a escala global, y ya se
ensañó con instituciones como Bear Stearns, Lehman Brothers,
Goldman Sachs, Citigroup, J.P. Morgan, y ahora va por la
cabeza de
Merrill Lynch.
Merrill Lynch, una de las mayores
bancas de inversión del mundo, informó este jueves pérdidas en su primer
trimestre, tras anotar amortizaciones por miles de millones de dólares
relacionadas con hipotecas de alto riesgo y otros activos similares.
Merrill perdió 1.960 millones de dólares, ó 2,19 dólares por acción,
frente a una utilidad de 2.160 millones de dólares, ó 2,26 dólares por papel del
primer trimestre del 2007.
Estos resultados han sido peores de
lo esperado por el mercado, ya que los expertos creían que las pérdidas por
acción iban a ser de 1,72 dólares.
Las pérdidas de la apertura de 2008
contrastan con un beneficio de 2.160 millones de dólares entre enero y
marzo de 2007.
Y por si no fuera suficiente, sufrió
un fuerte golpe en los ingresos, que cayeron un 69%, hasta los 2.930 millones de
dólares.
Son números peores de lo que pensaba
Wall Street, donde esperan que el banco siga anunciado pérdidas en su cartera
hipotecaria.
El banco norteamericano además ha informado que va a eliminar un total de 4.000
puestos de trabajo para ajustar sus gastos.
Merrill Lynch lleva tres
trimestres con sus cuentas en rojo, y acumula unas pérdidas próximas a los
15.000 millones de dólares, una cantidad superior a lo que ganó en 2005 y 2006.
Nunca antes en los 94 años de
historia del banco se vivió una situación tan mala, según los analistas de Wall
Street.
El ex consejero delegado de la Bolsa
de Nueva York (NYSE), que antes trabajó en Goldman Sachs, dijo ayer que "fue
el trimestre más difícil" que ha visto en sus tres décadas en Wall Street. Y
advirtió de que las cosas serán difíciles durante los próximos dos meses como
mínimo, incluso hasta final de año.
A pesar de las turbulencias, Merrill Lynch cuenta con 82.000 millones de
dólares de liquidez, lo que según Thain le ayudan a protegerse de las
condiciones de un mercado desfavorable. Y para reducir costos, el banco está
realizando ajustes de plantilla en su negocio de mercados de capitales y
corretaje.
En la crisis bancaria que se
proyecta desde USA y se expande por el planeta, se entrelazan dos factores: el
alto costo del crédito y el retroceso del mercado inmobiliario, este último
afectado por la sobreoferta de propiedades y por la incapacidad de numerosos
deudores de continuar pagando las cuotas.
La venta masiva de las acciones de
bancos
y corredores de bolsa
evidencia los temores a que la crisis se profundice y se expanda mundialmente a
través del entramado financiero de la crisis de las hipotecas en EEUU.
Este efecto ya detonó una corrida
financiera que se proyecta desde EEUU hacia Europa, agudizando los temores a
una expansión mayor de los afectados por la crisis de las hipotecas.
Este efecto ya detonó una corrida
financiera que se proyecta desde EEUU hacia Europa, agudizando los temores a
una expansión mayor de los afectados por la crisis de las hipotecas.
La crisis se agravó y desató una
alarma global cuando, en marzo, se conoció (certificando que durante las
crisis financieras capitalistas "el pez grande se come al chico"), que el JP
Morgan (el segundo banco de EEUU) se engulló (a precio de
liquidación) al Bear Stearns (el quinto banco de EEUU), su competidor en
el mercado, pagando un precio de sólo dos dólares por acción.
Como reacción a esa noticia, los
precios de las acciones se desplomaron a nivel mundial, y los mercados
asiáticos, europeos y estadounidense se derrumbaron por el temor de
inversionistas (especuladores bursátiles) al colapso generalizado que reveló
la caída de Bear Stearns, una de las principales grupos financieros
sionistas de Wall Street.
Este jueves, el JPMorgan, el
tercer mayor banco de los Estados Unidos, informó que sus ganancias trimestrales
cayeron golpeadas por amortizaciones de préstamos apalancados, hipotecas y un
incremento en las provisiones por créditos incobrables.
Por otro lado, Vikram Pandit, primer
ejecutivo de Citigroup, otro de los gigantes, admitió que la
entidad recortaría los gastos hasta el 20%. El directivo, que tomó las riendas
en diciembre, dijo que el recorte de gastos no sería sólo en la plantilla, de
370.000 personas, sino también en sistemas informáticos y otras divisiones.
La crisis bancaria imperial USA se
proyectó a Europa cuando la legendaria Unión Bancaria Suiza, UBS, anunció, en
diciembre pasado, nuevas pérdidas por US$10.000 millones en el
valor de sus activos financieros expuestos al sector.
Según The Wall Street Journal, la
sumatoria de las opiniones de expertos y analistas estadounidense,coinciden en
que la caída de los principales bancos de inversión de Wall Street es sólo el
comienzo de una debacle bancaria parecida a la de la Gran Depresión que
derrumba la confianza el sistema capitalista regido por el dólar
estadounidense.