La Casa Blanca presidida por George W. Bush propuso el lunes la mayor
reforma financiera desde la Gran Depresión, para dotar a los mercados
financieros de una estructura que les permita lidiar superar los cimbronazos de
una crisis recesiva mundial anunciada con epicentro en EEUU.
Al revelar el plan, el secretario estadounidense del Tesoro, precisó los
detalles de lo que se considera la mayor reforma reguladora del sector
financiero estadounidense desde la década de los 30.
Henry Paulson, dijo que la reforma le dará mayor poder a la Reserva Federal
(Fed) para proteger la estabilidad del sistema financiero como una
totalidad, con el control centralizado en un solo organismo.
La propuesta convertiría a la Fed en
un "regulador de la estabilidad del mercado" y le permitiría controlar
las prácticas y las cuentas de toda entidad financiera que pueda significar un
peligro de desajuste para el sistema.
"El gobierno tiene la responsabilidad de asegurarse que nuestro sistema
financiero esté regulado de manera efectiva. Y en esta área podemos realizar un
mejor trabajo", dijo Paulson.
"Teniendo en cuenta su tradicional
papel de promotora de la estabilidad macroeconómica, la Reserva Federal es la
opción natural para la importante tarea de regulación de la estabilidad de los
mercados", según Paulson.
Los funcionarios de la Casa Blanca afirman que, con los "superpoderes"
conferidos a la Reserva Federal, intentan hacer más eficiente y centralizado
el actual sistema por el cual varias oficinas gubernamentales regulan los
bancos, instituciones de ahorro y uniones de crédito.
No obstante, algunos analistas críticos de Wall Street estiman que el sector
financiero ya sufre una regulación excesiva, mientras que otros
consideran que la medida no es suficiente para combatir los "abusos" de
instituciones financieras.
Según el especialista en temas económicos de la BBC, Andrew Walker, el
secretario del Tesoro insistió en que este plan no es una respuesta a la actual
crisis en los mercados financieros como apuntaron algunos críticos, sino que
se trata de medidas a largo plazo.
Paulson señaló que la reforma, que
todavía necesita aprobación del Congreso, no debería ser adoptada hasta
solucionar las dificultades que están agitando a los mercados financieros,
dificultades que catalogó como la más urgente prioridad.
Según el titular del Tesoro de EEUU, el objetivo es "modernizar" la
estructura puesta en pie por Franklin Roosevelt hace más de ocho décadas, tras
el crash de 1929.
EEUU ha liderado en los últimos años
la tendencia hacia la autorregulación de los mercados, y Paulson se
encargó de subrayar que las medidas anunciadas no buscan corregir esos excesos.
La respuesta a la crisis actual "no es más regulación", aseguró.
Se trata, en síntesis, de un proceso de reforma a largo plazo que terminará
colocando a la Fed a la cabeza del sistema financiero en EEUU, según el jefe del
Tesoro.
Funcionalmente, el proyecto plantea la fusión del regulador de los mercados
bursátiles -la Security and Exchange Commission (SEC)- con el de los mercados de
derivados de Chicago y Nueva York.
Su misión será regular y
supervisar la conducta del negocio financiero para garantizar la protección
de los consumidores e inversores ante los distintos productos.
A esta nueva agencia se le sumará
otra que supervisará todos los depósitos de las instituciones financieras,
para asegurar la salud y seguridad de los bancos.
En la cúspide del sistema se colocará una Reserva Federal con más poderío y
facultades de autoridad monetaria, que, como tercera agencia, irá más allá de
las decisiones de política monetaria y de la supervisión de la banca comercial,
teniendo como misión garantizar la estabilidad de todo el mercado financiero.
Para ello tendrá más capacidad para
recopilar información y examinar las cuentas de las entidades, incluida la banca
de inversión.
El especialista de la BBC asegura que uno de los elementos claves de la reforma
es que asignaría nuevos poderes y ampliaría la autoridad de la Fed -el
banco central de EEUU- ante las crisis financieras.
Los funcionarios de Washington aseguran que las propuestas de reforma
constituyen un esfuerzo para propiciar que las empresas estadounidenses sean
más competitivas en el mercado global.
Igualmente la reforma establecerá un nuevo organismo que asuma las funciones de
cinco reguladores bancarios.
La Casa Blanca busca que las
facultades y la misión de la Reserva Federal vaya más allá de la mera
subida o bajada de los tipos de interés, o de las inyecciones de dinero líquido
en el mercado, participando en la elaboración de nuevas normas y decidir
acciones para corregir procesos que puedan amenazar al conjunto del sistema.
Paulson aseguró que el proyecto presentado ahora podría haber ayudado a reducir
los riesgos derivados de la crisis financiera que estalló en agosto pasado en
EEUU.
La iniciativa será acompañada intenso
debate en el Congreso y en Wall Street, lo que suponer prever que el plan y sus
recomendaciones serán objeto de criticas y modificaciones.
Entre tanto, y en plena contracción
del sector inmobiliario, el lunes anunció su renuncia el secretario de Vivienda,
Alphonso Jackson, por presunto favoritismo a algunos contratistas.
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