espués de la caída de Tokio, las
bolsas europeas se derrumbaban en las operaciones matinales del lunes por temor
a la crisis financiera tras la venta del banco Bear Stearns, el descenso del dólar y
los precios récord del petróleo que no detienen su escalada.
El petróleo saltaba el lunes a un
récord de más de 111 dólares el barril, después de que el dólar cayera a mínimos
históricos por un sorpresivo recorte de las tasas de descuento de la Reserva
Federal de Estados Unidos y por la apresurada venta del golpeado banco Bear
Stearns.
"Los recientes precios del
petróleo se han visto influenciados por los movimientos de las monedas,
incluyendo la última escalada a un nivel récord", dijo a Reuters Tony Nunan,
ejecutivo de administración de riesgo de Mitsubishi.
"La debilidad del dólar es el
factor del momento", agregó.
Los analistas del sector esperan
que la relación inversa del petróleo con el dólar dure hasta que haya
señales significativas de una erosión de la demanda a causa de la desaceleración
de la economía estadounidense.
El alza de los precios también se ha visto apoyada por la renuencia de la
Organización de Países Exortadores de Petróleo ante los pedidos para que aumente
el suministro de crudo.
En tanto, el euro avanzaba más de un 1 por ciento frente a la divisa
estadounidense y marcaba un récord de 1,59 dólares, después de que el banco de
inversión JPMorgan Chase anunciaba que compraría a su atribulado rival Bear Stearns
por una fracción de su valor.
Las acciones japonesas cayeron
casi un cuatro por ciento a un mínimo de 2-1/2 años, arrastradas por
exportadores como Toyota Motor, ante el mínimo de 13 años del dólar contra el
yen.
El Indice Nikkei cerró con baja de
454,09 puntos, un 3,71 por ciento, a 11.787,51 tras abrir a 12.089,03 y oscilar
entre 11.691,00 y 12.132,69.
Los valores financieros resultaron castigados por temor a la crisis financiera
tras la adquisición de Bear Stearns por parte de JPMorgan Chase.
JPMorgan Chase pagará dos dólares por acción por la entidad, cuyas acciones
cayeron el viernes un 46 por ciento a 30,85 dólares.
Los inversores apenas reaccionaron al anuncio de la Reserva Federal sobre el
recorte del tipo de descuento.
El domingo, JPMorgan anunció la
compra de Bear Stearns, entidad afectada por problemas de liquidez, por dos
dólares la acción.
Las reservas de efectivo de Bear
Stearns disminuyeron fuertemente el jueves por la salida de clientes y el
banco debió el viernes asegurarse financiamiento de emergencia de la Reserva
Federal, a través de JPMorgan.
Bajo el acuerdo de compra, la Reserva Federal financiaría hasta 30.000 millones
de dólares de los activos menos líquidos de Bear Stearns.
La compra, que cuenta con el
respaldo de la Reserva Federal y el Tesoro de Estados Unidos, resalta la
profundización de los riesgos que enfrentan los bancos y las compañías
financieras, ante un contagio de la crisis hipotecaria, generada por un salto de
la morosidad de los deudores de alto riesgo.
Además, el precio de la operación genera dudas sobre la valuación del sector
financiero.
Minutos antes del anuncio del acuerdo, el banco central de Estados Unidos bajó
de emergencia sus tasas de descuento y abrió la ventanilla de préstamos
directamente a Wall Street, pero las medidas no lograron calmar a los
inversores.
Según informó anoche la
Reserva Federal en un comunicado, forma parte de "dos iniciativas designadas
para reforzar la liquidez del mercado y promover un funcionamiento ordenado del
mercado".
Los temores a que la crisis del
crédito -generada por un salto de la morosidad de los deudores hipotecarios de
alto riesgo de Estados Unidos- se cobre más víctimas de alto perfil llevó a la
Reserva Federal a bajar de emergencia su tasa de descuento.
El comité de política monetaria de la Fed se reunirá el martes y los inversores
esperan que baje su tasa referencial en hasta 1 punto porcentual, en un intento
por ponerle un piso a una economía que muchos creen que ya está en recesión.
En tanto, el secretario del
Tesoro estadounidense, Henry Paulson, dijo ayer en declaraciones
televisivas: "El gobierno está preparado para hacer lo que sea necesario para
mantener la estabilidad de nuestro sistema financiero".
El funcionario lo sostuvo
ante Fox News después de que la Fed se viera forzada el viernes a una inyección
gigantesca de recursos para salvar al gigante Bear Stearns.
Las autoridades estadounidenses, que hasta hace poco tiempo afirmaban que no
salvarían bancos imprudentes, se vieron obligadas a correr el viernes al rescate
de Bear Stearns, una institución cuya quiebra podría tener consecuencias
desastrosas para la economía mundial en su conjunto, informaron las agencias
de noticias.
"La decisión (de ayudar al Bear Stearns) fue correcta, dada la situación actual
y hasta qué punto es importante minimizar los impactos en los mercados
financieros, así como proteger la economía", expresó Paulson.
JP Morgan Chase, quien ayudó a salvar del colapso la semana pasada a Bear
Stearns, se prepara por su parte para cerrar un acuerdo de compra del banco por
unos 236 millones de dólares. Este es el valor que surge de contabilizar 2
dólares por cada acción de la entidad.
JP Morgan Chase es el tercer grupo bancario de Estados Unidos y emplea a
179.600 personas en el mundo.
"JP Morgan Chase respalda a Bear Stearns", afirmó el presidente y director
general del banco, Jamie Dimon. "Los clientes de Bear Stearns y sus socios
pueden sentirse seguros de que JP Morgan garantizará los riesgos asumidos por el
banco de inversión. Damos la bienvenida a sus clientes, sus socios y empleados y
estamos encantados de ser su aliado", añadió.
Las dos partes trabajaron contra reloj para cerrar el acuerdo de compraventa
este domingo, ya que querían tenerlo listo antes de que hoy abrieran los
mercados bursátiles en Asia y evitar así que las turbulencias financieras
arrastraran a otros bancos.
Pero, y de acuerdo con el panorama
que se va perfilando, las medidas no tuvieron ningún efecto sobre los mercados que
parecen haber ingresado en otra "semana negra".