En noviembre de 2006, los demócratas ganaron las elecciones parlamentarias
de EEUU y consiguieron la mayoría de las dos cámaras del Congreso haciendo
campaña electoral contra la "guerra" de Irak y promoviendo el retiro de las
tropas, pero, 14 meses después, una encuesta revela que la mayoría de los
estadounidenses respalda la ocupación militar y confía que EEUU triunfará en
"sus objetivos en Irak". El dato no es menor, ya que en noviembre próximo
se realizarán las elecciones presidenciales y los republicanos seguramente se
van a valer de esa situación para hacer campaña contra los demócratas.
A una
semana para rememorar el quinto aniversario de la ocupación militar, una encuesta
realizada por Pew Research Center, revela que la mayoría de los norteamericanos
apoya la "guerra" de Irak y ve con "optimismo" la permanencia de tropas
estadounidenses en el país petrolero.
La medición
señala que un 53% de los encuestados cree que EEUU "triunfará en la
consecución de sus objetivos", lo que supone una ascenso de 11 puntos en
comparación con el pasado mes de septiembre.
El aumento del apoyo es aún mayor entre los que creen que la guerra va
"bien" o "muy bien", aunque en este caso no llegan a constituir una mayoría. Hoy
son el 48%, respecto al 30% de hace unos meses.
Respecto del retiro de las tropas de forma urgente, que durante la campaña
electoral de 2006 era apoyado por más del 70% de la población estadounidense, la
encuesta revela que hoy el país está dividido en dos partes iguales cercanas al
50%.
Promovidas
por los demócratas norteamericanos y las corrientes socialdemócratas, durante
el año 2006 hubo en EEUU y en todo el mundo marchas multitudinarias pidiendo
el retiro de las tropas de Irak, mientras la popularidad de Bush y del
gobierno republicano se desmoronaba en las encuestas.
Los
demócratas arrasaron en las elecciones parlamentarias de ese año apelando a un
"retiro inmediato de Irak" y formulando críticas feroces a la administración
Bush por el trazado y la ejecución de la política norteamericana en ese país.
Luego de un
descenso gradual de los ataques y atentados, desde fines del año pasado, las
encuestas fueron dando cuenta de un cambio de actitud de la sociedad
norteamericana respecto de la ocupación de Irak.
En
consecuencia, y durante la actual campaña presidencial en EEUU, los demócratas
desterraron a Irak de su discurso electoral y se concentraron en la
crisis financiera como medio de ataque a los republicanos.
Apelando a
la "reducción de la violencia" en Irak, John McCain, el virtual candidato
republicano a la Casa Blanca, ahora hace campaña resaltando los "éxitos"
de Bush en Irak y prometiendo continuar con su política.
Y aunque en
Irak en estos últimos 15 días se ha producido una escalada de ataques y
atentados con centenares de muertos civiles y más de dos decenas de soldados de
EEUU abatidos, parece que los republicanos confían en que la dinámica de apoyo
no se detendrá de aquí hasta las elecciones.
Tratando de
sacar provecho de la nueva escalada de muertes en Irak, en los últimos días
tanto Hillary Clinton como Barack Obama retomaron su retórica contra la política
de ocupación en Irak. Hace dos días, Clinton (que apoyó la invasión ) reiteró en
Pensilvania su promesa de "poner fin a la guerra de Irak y traer las tropas a
casa".
De
cualquier manera, McCain y los republicanos confían en que la tendencia
mayoritaria de apoyo a la ocupación se mantenga, convirtiendo a Irak y
la "guerra contra el terrorismo" en una columna central de la campaña para
un nuevo turno en la Casa Blanca.
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