Patti Solis (hasta hace unas horas su
"preferida"), y su sustitución por Maggie Williams, que cuenta, según los medios
estadounidenses, con mejores relaciones entre el establishment de poder
económico sionista que patrocina la campaña de la senadora.
Pero el relevo de Patti Solis como jefa de campaña prueba que las dificultades
de Clinton no tienen que ver sólo con los medios.
Patti Solis, la vocera saliente,
es hija de inmigrantes mexicanos, está junto a ella desde la primera campaña de
Bill Clinton, y The New York Times la considera casi como "una hija
adoptiva" del matrimonio, aunque otros medios la señalan como la destinataria de
un encendido fuego de pasiones de Hillary, sobre quien pesa una historia
de no reconocido lesbianismo.
Patti Solis, había sido también hasta la fecha el puente de Hillary hacia la
comunidad hispana, la base electoral más importante de la senadora que le sirvió
para acumular ventaja sobre Obama al principio de las primarias.
“Estoy orgullosa de haber dirigido esta campaña y de considerar a Hillary
amiga durante los últimos 16 años”, dijo Patti en un correo electrónico
distribuido a sus simpatizantes en el momento de su partida.
En un apurado cambio de
estrategia, tratando de contener la crisis en su entorno, Hillary Clinton
intenta contener el avance de su rival Hussein Barack Obama en las
primarias de este martes en la región del Potomac, donde el senador por Illinois
figura como claro favorito.
La senadora por Nueva York,
poniendo buena cara al "mal tiempo" adelantaba a los medios que las
primarias de Ohio y Texas pondrán fin a una racha de derrotas que ponen
en peligro su liderazgo en la contienda por la nominación del Partido
Demócrata.
“Nos recuperaremos en Ohio y en
Texas”, dijo Hillary al reconocer la posibilidad de que Obama prosiga este
martes con su racha de victorias en Virginia, Maryland y el Distrito de Columbia,
donde parte como claro favorito.
Por ahora la "chica de Clinton",
que antes de las primarias era un "número puesto" en el firmamento
presidencial demócrata, intenta capear el temporal y recuperar el terreno
perdido.
Los republicanos, mientras tanto,
con McCain como casi seguro candidato, ruegan que gane Obama.
Según los analistas conservadores,
su falta de experiencia y su "color racial" lo hacen menos potable que
Hillary en la preferencias del gran electorado blanco norteamericano.