La política exterior norteamericana usa la “guerra contra el
terrorismo” y la "amenaza de al Qaeda" para conseguir el apoyo
del público a favor de una agenda permanente de guerra.
Por
Michel Chossudovsky -
Global Research / Rebelión
Traducción Horacio J. Garetto
Los medios de comunicación han fallado en informar sobre la
historia de las preparaciones de guerra norteamericanas contra
Irán. Algo, muy poco, comenzó recién a aparecer a principios de
2007. Aunque estamos en presencia de algo confirmado por
informes y documentos oficiales militares sin embargo el hecho
es que la opinión pública ha sido mantenida en la oscuridad y
desinformada en lo que respecta a estas preparaciones de guerra.
Una guerra contra Irán viene siendo considerada ya desde
mediados de los 90’. Durante la administración de Bill Clinton
el Comando Central ya había formulado planes para teatros de
guerra que incluían primero a Irak y luego a Irán:
“…El objetivo siempre es proteger los intereses vitales de los
Estados Unidos en esa región, de forma ininterrumpida, y
asegurar el acceso de EU y de sus aliados al Golfo
Pérsico”.(USCENTCOM)
Concordantemente con las secuencias planeadas por el Comando
Central ya en el año 1995 los planes para atacar Irán fueron
reactivados en medio de la ola de la invasión de Irak en el año
2003, bajo lo que se denomina TIRANNT (Theater Iran Near Term).
Consiste en un modelo de teatro de guerra directamente diseñado
contra Irán que examina todas las alternativas a ese respecto.
"El Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea, los marines, todos
tienen preparados planes detallados y han gastado cuatro años
construyendo bases y entrenando para la operación “Libertad de
Irán”. El almirante Fallon, el Nuevo jefe del Comando Central
[renunciado en marzo de 2008], heredó planes bajo el nombre de
TIRANNT (Theatre Iran Near Term)." (New Statesman, 19 Feb 2007)
El trabajo al que se hace referencia en la cita de abajo fue
publicado hace tres años por Global Research, en el mes de mayo
de 2005. Se titulaba Planned US Israeli Attack on Iran y
detallaba la primera fase de esos preparativos de guerra en
relación con Irán. (Véase http://www.globalresearch.ca/articles/CHO505A.html)
Ese universo de planificaciones militares está hoy en estado más
avanzado. Y asimismo evolucionan las estructuras de las alianzas
militares. La OTAN es hoy parte de una alianza militar.
Con los auspicios de la OTAN, relacionados al Pentágono, están
los británicos, los alemanes, los franceses, los turcos, todos
jugarán un rol de responsabilidad importante en el caso de un
ataque contra Irán y contra Siria.
A este respecto conviene tener presente que la OTAN e Israel
firmaron un acuerdo de cooperación militar de amplio alcance en
el año 2005. También, que existe un acuerdo de cooperación
militar entre Israel y Turquía.
De acuerdo con declaraciones y documentos militares que tienen
estado público Estados Unidos, Israel y otras fuerzas aliadas
están en avanzado estado de preparación. En realidad buena parte
de esa planificación ya está lista desde el año 2005.
Pero importantes variables intervienen en la evaluación de la
conveniencia de una guerra contra Irán. Un importante número de
factores en contrario de esta decisión también están en curso de
ponderación.
Ruidos de sables
Ahora bien, todo ese conjunto de preparativos militares se los
aprovecha también a menudo para otros objetivos. Esos escenarios
de guerra asociados a ultimátums y preparaciones militares
también sirven para forzar a otros países a resignar soberanía,
a abrir su economía a los inversores occidentales, a privatizar
y vender los mejores activos a las compañías norteamericanas,
etc. Estas amenazas son efectivas solo si un país carece de
capacidades defensivas. La fortaleza de su economía es también
de la mayor importancia.
Hay ruidos de sables en relación con Irán. El objetivo final es
neutralizar a Irán como poder regional y el de tomar posesión de
su fastuosa riqueza petrolera, aproximadamente un 10% del total
mundial.
¿Cuáles son las capacidades militares de Irán, a saber su
habilidad para defenderse a sí mismo y también para infligir
daño a Estados Unidos y sus aliados?
La respuesta a esta cuestión tiene dos aspectos esenciales.
Primero, Irán tiene avanzados sistemas de defensa aérea, tanto
con tecnologías propias como rusas. Pero además, según los
expertos militares occidentales tiene perfeccionados sistemas de
misiles con los que puede provocar importantes daños a las
instalaciones militares de USA en Iraq, en el Golfo Pérsico y en
Israel.
En los últimos años Irán se ha estado preparando activamente
para una guerra. Con los ingresos petroleros pudo financiar
mejoras en su preparación. Está en una situación muy diferente
de la que tenía Irak antes de la invasión de 2003, que había
sido blanco de ataques aéreos angloamericanos por más de diez
años más otros diez de debilitantes sanciones económicas.
Este factor es el que ha venido operando a favor de demorar las
hostilidades.
Los militares norteamericanos son plenamente conscientes de la
posibilidad de una escalada. Si se lanza un ataque aéreo el
ejército de Irán podría cruzar la frontera de Irak y atacar las
instalaciones norteamericanas. Esta circunstancia ha venido
ayudando a poner un freno.
Pero en lugar de un vasto bombardeo que podría tener una fuerte
réplica los yanquis podrían lanzar ataques aéreos limitados con
la idea de que Irán no conteste. Según especula Philip Giraldi
el ataque sería como una especie de pin pong cortito,
circunscripto a golpear solo a la gente de al-Qods y evitar
bajas entre la población civil. Mediante amenazas y
negociaciones secretas Washington podría intentar asegurarse de
que Irán no replique.
Las capacidades militares americanas
El almirante Fallon, que fue recientemente despedido como Jefe
Supremo del Comando Central del Ejército tenía plena conciencia
de las habilidades militares y de la capacidad de réplica iraní.
Esta comprensión fue transmitida a comienzos de 2003 en el marco
de los escenarios de guerra TIRANNT.
Antes de ser renunciado el almirante Fallon desechó la
posibilidad de una guerra “mientras el estuviera”.
El almirante Mullen, Jefe de la Junta de Jefes de Estados
Mayores, reconoció las debilidades americanas. Dijo que las
guerras de Irak y de Afganistán pueden haber socavado la
capacidad militar de librar guerras contra adversarios de gran
envergadura, incluido Irán (citado por el diario israelí Haaretz,
octubre 22 de 2007)
En una entrevista con el New York Times, Mullen dijo:
"...los riesgos pueden ser altos, muy altos….... estamos ya en
conflictos con dos países … tenemos que pensar muy bien antes de
meternos en un tercero en esa parte del mundo”
Estas declaraciones fueron hechas al comienzo de su mandato como
Comandante de la Junta de Jefes de Estado Mayor en octubre de
2007.
Las dudas del almirante Mullen no se originan en una postura
política divergente sino en una evaluación realista de las
capacidades militares americanas. Mullen ve que están
sobreextendidos y que enfrentan severos problemas para conseguir
reclutas para la guerra.
Pero además tácitamente se reconoce que el Pentágono y las
fuerzas de la coalición enfrentan una fiera resistencia tanto en
Afganistán como en Irak.
La designación del general Petraeus como jefe del Comando
Central
La designación del general Petraeus como jefe del Comando
Central tiene por objetivo neutralizar las oposiciones
eventuales que pueda haber dentro de las Fuerzas Armadas.
Refuerza la posición del vicepresidente Cheney y sus
posibilidades de asegurarse de que si ordena el ataque tenga el
apoyo sin fisuras de las Fuerzas Armadas.
El objetivo es preparar el escenario para un ataque utilizando
como pretexto que Irán sería responsable de la caída de soldados
norteamericanos en Irak (Ver “Iran should be 'Set Up for an
Attack'" by Muriel Mirak-Weissbach, Global Research, May 2008).
Irán es acusado también de intervenir en Afganistán y Líbano. A
este respecto los ataques israelíes del 2006 al Líbano son parte
de una amplia agenda militar de guerra contra Irán y contra
Siria. (ver Mahdi D. Nazemroaya, Global Research, May 2007)
Enfrentamientos armados en el Líbano
Los recientes enfrentamientos armados en el Líbano entre el
Hezbollah contra el movimiento 14 de mayo apoyado por Estados
Unidos y por Israel precipitaron el país en el caos. Las peleas
brotaron después de que el gobierno pro norteamericano de
Siniora anunció medidas enérgicas contra el Hezbollah.
El Hezbollah tomó el control de partes del Beirut occidental lo
cual podría preparar el escenario para una intervención de la
OTAN de “mantenimiento de la paz”. Una mayor implicación de la
OTAN y más militarización de toda la costa este del
Mediterráneo, los dos forman parte del escenario de guerra
contra Irán y contra Siria: las referidas fuerzas de
“mantenimiento de la paz de la OTAN”, actuando por cuenta de
Israel, en realidad apuntan a Siria, al Hezbollah y al Hamas.
Estos acontecimientos fueron deliberados. Tenían por objetivo
desestabilizar el país. Forman parte de los planes militares de
EU. Están preparado el escenario de una confrontación con Siria.
La estructura de las alianzas militares
Conocer la estructura de las alianzas militares es crucial.
Norteamérica cuenta con Israel y con la OTAN.
Los aliados de Iran son China, Rusia y los estados miembros de
la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO).
China y Rusia tienen acuerdos militares de cooperación de amplio
alcance con Irán. Desde 2005, Irán tiene el estatus de miembro
observador en la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO).
Esta organización a su vez está vinculada con el Tratado de
Seguridad Colectiva (CSTO), un conjunto de acuerdos militares de
cooperación entre Rusia, Armenia, Bielorrusia, Uzbekistan,
Kazajstan, Kirguistán y Tajikistan.
En octubre de 2007, la gente del Tratado de Seguridad Colectiva
(CSTO) y los de la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO)
firmaron un Memorandum de Entendimiento poniendo las bases de la
cooperación militar entre las dos organizaciones. Este acuerdo
entre el SCO-CSTO, un hecho de gran importancia pero sin embargo
apenas mencionado en los multimedias occidentales, implica la
creación de una alianza militar completa (full-fledged) entre
China, Rusia y los miembros del SCO/CSTO. Es importante tener
presente que esta gente realizó ejercicios militares conjuntos
en el año 2006, en coincidencia con los realizados por Irán.
(Para más detalles ver Michel Chossudovsky, Russia and Central
Asian Allies Conduct War Games in Response to US Threats, Global
Research, August 2006)
EU y sus aliados buscan debilitar la estructura de lazos
militares que tiene Irán con Rusia y con China. En este último
país están los cuarteles generales de la Organización de
Cooperación de Shangai.
Esto indica que la alianza militar euroasiática que subyace
debajo de la OCS se fortaleció. Irán actualmente tiene estatus
jurídico de observador. Pero su gobierno ya manifestó deseos de
ser miembro pleno de la SCO. Pero además en el último año Irán
fortaleció sus vínculos energéticos petroleros y gaseros
mediante oleoductos y gasoductos que llegan hasta la India
pasando por Pakistán. La inclinación de la India hacia el lado
de Irán en el terreno petrolero y gasero debilita la influencia
de Washington en la región.
"Lo que Teheran está buscando es "nada menos que un rediseño de
una nueva relación entre las naciones de Eurasia, cuya
colaboración en el desarrollo de una infraestructura de nivel
continental-- energía nuclear, gas y oleoductos petroleros y
gaseros y transporte –debería todo ello establecer las bases de
una auténtica independencia política y económica”( Muriel Mirak
Weissbach, May 2008)
La historia alecciona mucho respecto de la importancia de las
alianzas militares. Los Estados Unidos y sus socios de la OTAN
están buscando socavar la formación de una alianza militar
cohesionada que pueda desafiar y contener el expansionismo de la
dupla US-OTAN en Eurasia, combinando las capacidades militares
no solo de India y de China, Rusia, sino también de varias
antiguas repúblicas soviéticas lo cual incluye Bielorrusia,
Armenia, Kazajstan, Tajikistan Uzbekistán y Kirguistán.
La decision de ir a la Guerra
La decisión de ir a la Guerra no la toman los altos mandos
militares. Esa decisión la toman civiles.
El Ejército de EE.UU. tiene una jerarquía y una estructura de
comando. Las órdenes vienen de arriba, emanan del gobierno
civil, o sea, hoy, de la administración Bush. Van hacia abajo a
través de la estructura de comando. Una vez dada la orden de ir
a la guerra no se discute, no se debate, es ejecutada por el
aparato militar. Además, con toda probabilidad, puentearán al
Congreso, en una flagrante violación del art. 1 Sección 8 de la
Constitución. No les importa.
En la práctica el presidente y comandante en jefe del Ejército
no deciden. Ellos también obedecen órdenes. Aplica los dictacts
de poderosos intereses corporativos.
La guerra es motivada por el afán de ganancias. “La guerra es
buena para los negocios”, se repite constantemente, como un
mantra. Es una operación para ganar dinero. Son miles de
millones de ganancias para Wall Street, para los gigantes
petroleros, para el complejo militar industrial, ni hablar de
los especuladores en monedas, en barriles de petróleo, y en los
mercados de materias primas agrícolas.
El objetivo de la guerra propuesta es para extender las
fronteras de la economía global capitalista, eventualmente, si
se puede, tomar el control de la riqueza petrolera iraní. Las
tremendas implicaciones éticas y políticas de usar armas
nucleares tácticas en un teatro de guerra convencional no
preocupan a los tipos que deciden la guerra.
El rol central del vice presidente Dick Cheney
A diferencia de otras administraciones, en esta de George W.
Bush, el vicepresidente juega un rol importantísimo, en
realidad, eclipsa al presidente. En la práctica, rodeado de un
ejército de consejeros y funcionarios, es el hombre que controla
la Casa Blanca. Es el vértice, además de un poderoso aparato
corporativo, por medio de sus vínculos con Halliburton y el rol
que esta empresa cumplió en la definición de una agenda militar
determinada por el apetito de ganancia.
Cheney jugó personalmente un rol clave en activar planes de
guerra contra Irán.
“Al principio del segundo mandato de Bush, Cheney tiró una
bomba. Dijo que Irán estaba en el tope de la lista de los
estados canallas, enemigos de Norteamérica y que Israel debería
bombardearla (Michel Chossudovsky, May 2005)
Dick Cheney es de hecho la cabeza del estado. Bush es meramente
figurativo. Recientemente jugó un rol clave en presionar a los
estados árabes de la línea del frente en apoyar un ataque contra
Irán.
Al vice presidente Cheney le importan muy poco las consecuencias
probables y las vidas que se puedan perder como consecuencia del
uso de armas, ya sea convencionales, ya sean nucleares, contra
Irán. Tiene plena conciencia de que aún un ataque aéreo limitado
puede desatar un enorme conflicto que abarque todo el Medio
Oriente y todo el Asia Central, hasta las fronteras occidentales
con China. Todos estos escenarios ya fueron considerados. Se los
tiene presente.
La crisis más seria de la Historia Moderna
Estamos en la encrucijada más seria de la historia moderna.
Estos planes de guerra están en paralelo con un proceso de
reestructuración económica y con una bastante bien instalada
depresión económica mundial. La guerra y la globalización son
procesos que están íntimamente relacionados. La militarización
de Medio Oriente y de Asia Central tienen que ver con el
proyecto de extender el sistema del “libre mercado” hacia esas
nuevas fronteras.
A su vez la Guerra intensifica la crisis económica. La economía
civil está colapsando, eclipsada y socavada por el complejo
militar industrial, el que sí que, en un sentido bien real, y no
figurado, produce armas de destrucción masiva. Concurrentemente
los altos precios del crudo, de los alimentos de primera
necesidad, empujados por la especulación en los mercados de
materias primas, empobrecieron a millones de personas.
El movimiento antiguerra tiene que actuar de forma inequívoca,
contundente, para prevenir esta nueva fase de la guerra. No es
fácil. Altos funcionarios, militares y del Congreso se han
arrogado la autoridad para mantener una agenda de guerra ilegal.
Se precisará de un amplio movimiento de masas, nacional e
internacional, que desafíe la legitimidad de los que dicen que
gobiernan en nuestro nombre.
Criminales de Guerra ocupan posiciones de poder. Las ciudadanías
están hipnotizadas en el apoyo a los gobernantes que nos dicen
que están comprometidos con nuestra “seguridad y nuestro
bienestar”. A través de la desinformación de los medios se nos
presenta a la guerra con un rostro humano.
Para revertir la marea de la guerra las bases militares tienen
que cerrarse, la maquinaria de la guerra (entre otras la
producción de sistemas de armas avanzados) tiene que ser
detenida y la construcción de un estado policial tiene que ser
desmantelada.
Hay que enfocarse asimismo en las grandes corporaciones, en las
grandes petroleras, en los grandes bancos, en los grandes
contratistas de la defensa, todos los cuáles devinieron parte
integral de la maquinaria de guerra militar.
Sólo con los sentimientos antiguerra no vamos a ningún lado. Los
criminales de guerra de Estados Unidos, de Israel y de Gran
Bretaña tienen que ser echados de sus oficinas.
Lo que es absolutamente necesario es revelar el verdadero rostro
del Imperio Americano y la subyacente criminalización de la
política exterior norteamericana que usa la “guerra contra el
terrorismo” y la "amenaza de al Qaeda" para conseguir el apoyo
del público a favor de una agenda permanente de guerra.
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