(IAR Noticias) 08-Abril-08
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Avión israelí bombardeando Libano en
agosto de 2006. |
Ante la diversas hipótesis tejidas por la prensa, el primer ministro
israelí, Ehud Olmert, aseguró que el impresionante simulacro militar para la
defensa civil que comienza hoy no es nada más "un ejercicio rutinario", luego de
que se dijera que el ensayo responde a posibles operaciones contra Líbano o
Siria en el marco del agravamiento del conflicto regional.
Informe
especial
IAR Noticias
El deterioro de la situación en
Líbano, Gaza y en todo Oriente Medio ha disparado los temores al estallido
de una nueva guerra entre el grupo chií Hezbolá e Israel, con posible,
implicación de Siria, y tal vez de Irán, que podría ser inminente, según
fuentes israelíes y libanesas citadas por la prensa árabe e israelí en los
últimos días.
Declaraciones del ministro de Defensa
israelí y del líder de Hezbolá ratificaron esa tendencia alimentada por
múltiples señales y movimientos militares que se vienen realizando en la
frontera con Libano y Siria.
Ante la gran preocupación e
incertidumbre regional, el gobierno israelí ya ha enviado "mensajes de
tranquilidad" a Damasco, según el diario Yediot Aharonot, en relación
al inicio de este simulacro militar, bautizado por el estado mayor militar como
"Punto de Cambio 2".
Es así que, el ministro de Defensa, Ehud Barak,
quien había señalado en reiteradas oportunidades en los últimos días que su país
preparaba operaciones en gran escala contra Gaza y Hezbolá, se vio obligado
a salir a desmentir, el
domingo, que Israel tuviese intenciones de emprender nuevos ataques
contra sus países vecinos.
Por su parte, Olmert recalcó que el simulacro "no es más que un ejercicio de
rutina", en declaraciones formuladas antes del inicio del ensayo, el
cual se prolongará durante cinco días. "Los sirios lo saben, y espero que lo vayan
asumiendo", añadió.
Creando más confusión, el primer ministro dijo que el ejercicio supone
"una continuación de los pasos emprendidos" por Israel, tras "las lecciones
aprendidas durante la Segunda Guerra de Líbano", en referencia a los
enfrentamientos terrestres contra las milicias del grupo chií libanés Hezbolá
durante la invasión de 2006.
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El buque de guerra USS Cole. |
Pero, aumentando aún mas la tensión regional,
este domingo, el jefe del Ejército libanés,
general Michel Suleiman, elevó el nivel de alerta de sus tropas ante los temores
de que las Fuerzas Armadas israelíes pudiesen violar la seguridad de los
ciudadanos libaneses, aprovechando la ejecución del simulacro.
La nueva situación de
tensión, impulsó al primer ministro de Líbano, Fuad Siniora, a prevenir
sobre posibles operaciones militares israelíes a los efectivos de la fuerza de
paz de la ONU presentes en la zona.
Fuad Siniora solicitó a los miembros de la
Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (FINUL) que "tengan cuidado"
en el caso de que Israel decidiera "emplear su simulacro a gran escala para
lanzar operaciones que pudieran incrementar la tensión en la frontera", según un
comunicado emitido por la oficina ministerial.
Además, el primer ministro instó al Ejército libanés a ejercer "vigilancia
extrema" así como "tomar las medidas necesarias para proteger a los civiles
libaneses y enfrentarse a cualquier violación israelí".
El ensayo militar israelí simulará varios escenarios bélicos, entre los que se
incluyen ataques con misiles sobre poblaciones civiles y asaltos con armas
biológicas. La fase operativa del ensayo comenzará este lunes y estará
supervisada por el viceministro de Defensa, Matan Vilnai.
Por su parte, Hezbolá anunció que su guerrilla también está supervisando la
situación en la frontera, y comentó respecto al simulacro que "más que un
ejemplo de la fuerza israelí, es una prueba de su frustración y desesperación",
según el comandante de las milicias en el sur de Líbano, Nabil Kaouk.
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Combatiente de Hezbolá |
El líder
de Hezbolá, Hassan Nasralá, advirtió hace una semana que su organización político-militar
está preparada para una guerra abierta más allá de las fronteras de Líbano y
contra Israel a quien responsabilizó de la muerte del comandante militar de
ese grupo Emad
Mugniyeh el 12 de
febrero pasado .
El asesinato en Siria
del comandante de Hezbolá, por medio de un atentado atribuido a los servicios
secretos de Israel, reactualizó a Líbano como eje de un conflicto que puede
desembocar en una guerra regional con Irán y Siria como protagonistas centrales.
Además de involucrar
nuevamente a Irán y Siria y poner nuevamente a la región en pie de guerra
el asesinato del comandante de Hezbolá reavivó el cuadro de "guerra civil" en
Líbano y otorgó a Israel y a EEUU nuevos argumentos para una nueva intervención
militar en la región.
Según
el diario libanés L'Orient-Le Jour, fuentes diplomáticas occidentales,
que pidieron el anonimato, se mostraron convencidas de que Israel prepara una
nueva ofensiva militar contra Hezbolá antes de que el grupo chií lleve a
cabo su anunciada venganza al asesinato en Damasco de su líder militar, Emad
Mugniyeh.
De acuerdo con el diario, las autoridades libanesas fueron advertidas el mes
pasado de que Israel podría lanzar una ofensiva contra objetivos de Hezbolá en
la región de Baalbeck-Hermen (este) donde el grupo chií tiene almacenes de
armas.
La
prensa norteamericana y europea a puesto el acento en los últimos días sobre el
recrudecimiento de las tensiones en Medio Oriente luego de las últimas
operaciones militares represivas israelíes en Gaza, donde los tanques y
aviones judíos mataron a más de 120 civiles, entre ellos niños y mujeres, a
principios de marzo.
The
Washington Post evaluó que una posible acción bélica israelí contra
la guerrilla de Hezbolá en Líbano podría llevarse a cabo con el respaldo de Estados Unidos, que en febrero pasado envió tres
barcos, el destructor USS Cole y dos buques cisterna, a las costas libanesas.
El USS Cole fue enviado el 28 de
febrero a las costas libanesas con la misión de "preservar la estabilidad
política" en este país, informó en ese momento el Pentágono
Según el
diario israelí Haaretz,
la Fuerza Interina de la ONU en el
sur del Líbano (FINUL) ha incrementado las medidas de seguridad y sus patrullas
en la zona bajo su control. Mientras esto sucede, las señales de guerra se
multiplican en diferentes partes del Líbano y de la región.
Hezbolá
ha evacuado a sus dirigentes y sus familias del oeste de la región de la Bekaa y
del sur del Líbano, sobre todo después del ataque contra la escuela talmúdica en
Jerusalén, según 'L'Orient-Le Jour'.
En este
escenario, el gigantesco ensayo militar de este lunes vuelve a elevar la tensión
en toda la región.
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