Según un informe del OIEA -el organismo de la ONU encargado de velar por la
seguridad nuclear- Teherán ha cooperado al proveer información y acceso a su
programa nuclear pero todavía quedan dudas sobre algunos aspectos claves.
Según el documento, las investigaciones de la OIEA aún no ha podido determinar con
totalidad la naturaleza y el alcance del programa nuclear iraní.
El organismo de la ONU indicó que Irán había evitado responder
completamente a informes de inteligencia que apuntaban a la existencia de
esfuerzos encubiertos para fabricar armas nucleares a partir de material nuclear.
Tampoco Teherán ha aclarado dudas sobre pruebas de centrífugas para acelerar
el proceso de enriquecimiento de uranio, según el OIEA.
El informe oficial impactó
inmediatamente en Washington y en la Unión Europea, principalmente entre las
potencias que se disponen a debatir nuevas y más duras sanciones contra Irán
en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU.
Los miembros del Consejo de Seguridad
de la Organización de las Naciones Unidas (ONU): Estados Unidos, el Reino Unido,
China, Francia y Rusia se reunirán el lunes en Washington para debatir sobre las
medidas a tomar.
De acuerdo con la opinión de
analistas de Europa y EEUU, el informe de la OIEA favorece las posiciones
de los halcones que desde la Casa Blanca y Tel Aviv impulsan un ataque militar a
las usinas iraníes, y podría provocar que el Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas opte por aplicar sanciones más fuertes en contra de Irán.
Hasta ahora, Rusia y China vienen
boicoteando la profundización de sanciones más duras contra Irán en el Consejo
de Seguridad, pero no se sabe cómo a va a repercutir el informe de la OIEA en
Moscú y en Beiging que en los últimos días han instado a Teherán a hacer más
transparente su plan nuclear.
El informe de la OIEA elogió la
actitud de Irán por permitirle a sus inspectores acceder a lugares a los que
previamente se les había negado el acceso para llevar a cabo inspecciones, pero
advirtió que Teherán se mantiene evasivo en temas clave.
En agosto, la organización supervisora de las actividades nucleares en el mundo
le presentó un cronograma a Irán para dar respuesta a las preguntas que en la
comunidad internacional ha suscitado su programa nuclear.
La Secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, luego de conocerse el informe
dijo que existe un "caso muy fuerte" para impulsar una tercera ronda de
sanciones en contra de Irán sobre su polémico programa nuclear.
Las declaraciones de Rice se
produjeron después de que la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA)
dijera que no podía ofrecer "garantías creíbles" de que Irán no estaba
fabricando una bomba.
A fines de enero, el presidente de
EEUU, George W. Bush, renovó su petición a Irán para que pare de enriquecer
uranio, elemento que puede ser utilizado para la fabricación de armas nucleares,
y declaró que su país "se enfrentará a aquellos que amenacen a sus tropas".
"Nuestro mensaje a los líderes de
Irán es muy claro, suspendan de forma verificable el enriquecimiento nuclear, y
las negociaciones podrán empezar", aseguró Bush durante su discurso sobre el
estado de la Unión ante el Congreso norteamericano.
Acerca del presunto uso de explosivos
de alta intensidad en pruebas y el diseño de un misil de cabeza nuclear, la OIEA
indicó en su informe: "Es un asunto que genera una seria preocupación".
Irán ha mantenido sus actividades de enriquecimiento de uranio en un claro
desafío a las resoluciones de la ONU y continúa haciendo pruebas de
centrífugas para acelerar el proceso.
A principios de febrero, el
presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, expresó que sería un serio error
para el Consejo de Seguridad de la ONU la aprobación de nuevas resoluciones en
contra de su país.
La secretaria de Estado de EEUU afirmó: "Este informe demuestra que cualquier
cosa que hagan los iraníes para limpiar algunos elementos del pasado, es
inadecuada debido a sus actividades actuales".
"De lo que todos tenemos que estar preocupados es del futuro, cuando Irán podría
empezar a perfeccionar sus tecnologías que podrían conducir a una arma nuclear",
afirmó Rice.
El informe también dijo que Irán
estaba evadiendo importantes respuestas para encubrir sus esfuerzos de
"militarizar" trabajo nuclear vinculando al procesamiento de uranio, grandes
pruebas de explosivos y el diseño de cabezas de misiles.
Estas actividades son aplicables a cabezas nucleares, dijo.
"Los estudios (de militarización) son un asunto de seria preocupación y críticos
para una evaluación de una posible dimensión militar del programa nuclear de
Irán", dijo el texto confidencial, presentado por el jefe del OIEA, Mohamed
ElBaradei, revelado por Reuters.
"El organismo no estará en posición
de hacer progresos para proporcionar garantías creíbles sobre la ausencia de
material y actividades nucleares no declaradas en Irán antes de llegar a algo de
claridad sobre la naturaleza de los estudios de la presunta (militarización), y
sin la aplicación del Protocolo Adicional" en amplias inspecciones repentinas,
señaló el informe.
El documento del OIEA se contradice
con el informe presentado por las agencias de espionaje estadounidenses, el año
pasado, afirmando que Irán había detenido su proyecto para fabricar una bomba
nuclear.
La nueva "sospecha" de que Irán
podría estar en condiciones de fabricar la bomba preanuncia una nueva ofensiva
de los sectores ultraconservadores republicanos que podrían incluir en la
campaña electoral presidencial una propuesta de acciones militares contra
Irán.
Una última encuesta de Gallup señala
que más de un 65% de los estadounidenses considera a Irán como la principal
amenaza para EEUU.
En este escenario, los republicanos
podrían convertir a una ofensiva contra Irán en su principal caballito de campaña electoral.