Así lo informaron funcionarios de Defensa citados por medios israelíes que
dijeron que el plan, que está siendo encabezado por el enviado especial de EEUU
a la región James Jones, se está tratando entre los países europeos ya
que podría pedirse que contribuyan con tropas para una una fuerza multinacional
en Judea y Samaria.
Jones, ex comandante de la OTAN, fue enviado a Israel en noviembre para ayudar a
israelíes y palestinos en mecanismos de seguridad necesarios para alcanzar un
"amplio acuerdo de paz".
Según trascendió, Jones pide el despliegue de tropas en la ribera occidental
para garantizar a la zona un período de transición después de la retirada
israelí y antes de que la Autoridad Palestina pueda asumir el pleno control de
la seguridad.
El ministro de Defensa Ehud Barak se reunió con Jones y se informó sobre el
plan, pero aún tiene que ultimar su posición. Un funcionario próximo a Barak
dijo que el despliegue de una fuerza multinacional en Cisjordania podría crear
problemas operacionales a las FFAA si decide responder a los "ataques
terroristas palestinos" tras la retirada.
Pero la relación de Israel con la
Unión Europea y la ONU respecto de la región no atraviesa por su mejor momento.
Ante la situación en Gaza, los
enviados del Cuarteto para Oriente Medio se reunieron en Berlín el pasado día 11
de febrero para tratar la condición de la zona y el proceso de paz entre Israel
y la Autoridad Nacional Palestina (PA).
El enviado especial de Naciones Unidas (ONU) en Oriente Próximo, Robery Serry,
criticó la postura de Israel al final de la reunión. "Estamos profundamente
preocupados por la situación de Gaza, especialmente de la perspectiva
humanitaria", aseguró. "Debemos encontrar una solución lo antes posible para
esta situación", sentenció Serry.
Por su parte, el enviado especial de la Unión Europea (UE), Mark Otte, fue más
tajante al asegurar que "no sólo no se ha avanzado nada, sino que el
comportamiento de Israel está empeorando, y está incumpliendo sus obligaciones
en la zona", sentenció.
Una de las cuestiones que más preocupa a Israel es si las FFAA del Estado judío
mantendrían su libertad operativa en el territorio a pesar de la presencia de
una fuerza multinacional de la OTAN en la región.
"Si disparan un cohete Kasam contra Israel, ¿seremos capaces de responder, o es
que tenemos que depender de las tropas extranjeras estacionadas allí?", preguntó
un oficial de Defensa citado por la televisión israelí.
Fuentes se seguridad citadas por el
diario Haaretz informaron que Israel desplegó una batería de misiles
antiaéreos Patriot en las cercanías de la ciudad de Haifa por temor a que
Hezbolá trate de responder al asesinato la semana pasada de su comandante Emad
Mughaniya.
Así lo informó la edición electrónica del diario al citar a funcionarios de
seguridad que dijeron que la batería fue desplegada el domingo por primera vez
desde la Segunda Guerra del Líbano en el verano de 2006.
En aquella contienda Hezbolá disparó cerca de 4.000 cohetes contra el norte de
Israel.
El sistema Patriot, de fabricación estadounidense y destinado a abatir aviones y
misiles enemigos, fue desplegado en Israel por primera vez durante la primera
Guerra del Golfo en 1991, aunque no lograron interceptar la mayor parte de
los 39 misiles Scud que fueron disparados por el Irak de Saddam Hussein.