(IAR Noticias) 17-Junio-08
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Chávez y Uribe "sellando la paz" en
la cumbre del Grupo Río, en marzo pasado. |
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Los aliados y enemigos de Chávez en América Latina todavía no pueden salir
de su sorpresa ante el sorpresivo pedido del presidente venezolano a las FARC
para que abandonen las armas, y dejen -de esa manera- de servir de argumento
para la "guerra contraterrorista" de Washington en la región. Luego de sus
palabras, Chávez fue calurosamente elogiado por Washington y por los presidentes
regionales que escarneció y vituperó como los "cachorros". La izquierda guarda
silencio, y Petras arremete contra la "estupidez".
Informe especial
IAR Noticias
E l presidente de Venezuela, Hugo
Chávez, desconcertó y "dejó sin aire" a sus seguidores de la izquierda
cuando pidió a las FARC que liberen a los secuestrados y que abandonen
la lucha armada a cambio de nada.
“Quiero enviar este mensaje: la
guerrilla pasó a la historia, y las FARC deben saber una cosa, que ustedes se
han convertido en una excusa del Imperio para amenazarnos a todos nosotros.
El día que se haga la paz en Colombia, se le acabó la excusa al Imperio, la
principal que tienen, el terrorismo”, dijo Hugo Chávez en su programa
dominical Aló presidente, el domingo 8. Fue más lejos. Pidió a la guerrilla que
libere a los rehenes, aun sin mediar negociaciones con el gobierno de Álvaro
Uribe. “Suelten a toda esa gente, hay ancianos, mujeres, enfermos (...). Sería
un gran gesto, a cambio de nada".
El viernes, Álvaro Uribe, señalado por Chávez como el
"cachorro del Imperio" en
América Latina, y el más firme impulsor de la "guerra contraterrorista" en la
región, agradeció al presidente venezolano por haber pedido a las FARC que
liberara a los secuestrados y abandonaran la lucha armada.
"Quiero reiterar los
agradecimientos al presidente Hugo Chávez por los comentarios recientes que
ayudan bastante para que Colombia alcance rápidamente la paz definitiva. Yo creo
que fueron unos comentarios positivos", señaló Uribe con quien Chávez piensa
reunirse antes del mes de julio.
El canciller de Colombia, Fernando
Araujo, dijo que "la propuesta del presidente Chávez concuerda con lo que
siempre ha pedido el pueblo colombiano, que es la liberación inmediata de todos
los que están en poder de los subversivos". El ministro colombiano de Defensa,
Juan Manuel Santos, dio un paso más y planteó que "ojalá que eso se traduzca en
hechos. Nuestro objetivo fundamental y estratégico es que nuestros vecinos
colaboren en la lucha contra el terrorismo".
El resto de los presidentes
denostados por Chávez como "cachorros del Imperio", no ahorraron elogios para
con el
"gesto" del presidente venezolano.
El gobierno de Colombia, y
presidentes de la región como Felipe Calderón de México y Alan García
de Perú, dieron un claro respaldo al llamado que hizo a la insurgencia
colombiana. "Ojalá lo oigan las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia), ojalá lo oiga América Latina entera", dijo el ministro colombiano del
Interior, Carlos Holguín.
"Hugo Chávez ha dicho algo que
todos esperábamos escuchar de él. Yo lo felicito. Es un paso muy positivo y
demuestra que no es el demonio feroz que pintan algunos", dijo el presidente
peruano García.
El presidente mexicano, Felipe Calderón, elogió y avaló las palabras de
Chávez porque "esa es la exigencia correcta que se debe hacer a las FARC en
el mundo". En su opinión "la experiencia de muchos países latinoamericanos
es que décadas de lucha guerrillera nunca rindieron los resultados de acceso al
gobierno que da la participación democrática".
Y como era de esperar, la
complacencia de los "cachorros" fue compartida por Washington.
El Departamento de Estado
norteamericano valoró como "positivo y alentador" el gesto de Chávez que
abrió "perspectivas de paz" en la región, mientras la izquierda y los seguidores
del líder bolivariano intentaban recomponer en su cabeza la foto del
"Chávez antiimperialista".
"Ésas son buenas palabras", afirmó
la semana pasada el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack.
"Alentamos a Venezuela a que complemente esas buenas palabras con acciones
concretas", agregó.
El Gobierno de Venezuela, dijo el funcionario, debería hacer todo lo posible
"por distanciarse de cualquier relación que haya podido tener" con la guerrilla
colombiana.
El funcionario manifestó que a los venezolanos les corresponde dictar cuáles
serían tales acciones y añadió que "en público, nosotros sólo podemos
guiarnos por los informes de prensa que hemos visto acerca de estos vínculos
entre las FARC y Venezuela".
"Todos en la región, el Gobierno y el pueblo de Colombia, quienes enfrentan a
las organizaciones terroristas desearían que Venezuela tome medidas concretas
que disipen la idea, sea en teoría o de hecho, de que hay una relación que
continúa entre las FARC y Venezuela", dijo McCormack.
Antes de estas palabras
"esperanzadas" del departamento de Estado,
el Comando Sur y la CIA venían
denunciando "triangulación de armas" de Venezuela hacia países
"conflictivos" como Bolivia y Perú con el propósito de crear "focos
desestabilizadores" agregados a los conflictos sociales en la región.
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Tras el asesinato de Raúl Reyes,
comenzó a virar la relación de Chávez con las FARC. |
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El después la "triple guerra tropical"
La triple "guerra tropical"
desatada entre febrero y marzo simultáneamente entre Colombia, Venezuela y
Ecuador tras el asesinato del segundo jefe de la FARC, Raúl Reyes, incluyó una
movilización de tropas en la frontera por parte de los gobiernos de Chávez y de
Correa, además del retiro de sus embajadores de Bogotá.
Trasmitido en directo, el "show
bélico" entre los "izquierdistas" (con Chávez) y el "cachorro" subía de
tono mientras captaba la tensión internacional a través de las grandes cadenas
televisivas que mostraba el rostro de los contendientes en tensos primeros
planos.
Correa lo acusó a Uribe de
"comandar el asesinato de Reyes y un ataque contra mi Patria", y Chávez
denunció que Bush y el presidente de Colombia lo querían convertir en un "Milosevic
latinoamericano" juzgándole en una corte internacional por "financiar el
terrorismo".
El presidente venezolano calificó
de "buen revolucionario" a Reyes y acusó a Uribe de "mentiroso",
"criminal" y "mafioso", por lo que él considera una "flagrante violación de
la soberanía (territorial) de Ecuador". Dijo, además que Colombia "se ha
convertido en el Israel de América latina, que hay mercenarios israelíes en
Colombia".
Según decía Bush durante la
crisis regional, "como demostró la crisis andina, la región se enfrenta a una
alternativa cada vez más radical: o aceptar la visión de los terroristas y
los demagogos o apoyar activamente a líderes democráticos como el presidente
Uribe".
Por fin, durante la reunión del
Grupo Rio, en la segunda semana de marzo, cuando las tensiones
militares se "agravaban", Chávez y Uribe, sellaron la "paz" con un apretón de
manos.
Y se produjo el milagro que dejó
boquiabiertos y sin saber qué decir hasta a los conductores de la cadena
imperialista CNN: Uribe fue a saludar y abrazar a Correa, luego hizo
lo mismo con Chávez mientras éste lo palmeaba y le hacia bromas, y luego
se dirigió a abrazarlo a Ortega, con quien bromeó diciéndole que le
pagara el pasaje de vuelta de su embajador (expulsado por el gobierno de
Nicaragua).
Y, colorín colorado, la guerra
tropical entre el "cachorro" y la "revolución", para la sorpresa masiva de
conductores y teleespectadores, terminó como había empezado: con un final de
show al más puro estilo de Hollywood.
El "cachorro" del
Imperio y los
"gobiernos revolucionarios", luego de una feroz batalla mediática y discursiva,
resolvieron hacer la "paz" y como por obra de un milagro desapareció la "tensión
regional" y la "escalada militar" fue reemplazada por augurios de negociaciones
de "recomposición de relaciones".
La "frutilla de la torta" fueron
las palabras de Chávez pidiendo a las FARC que abandonen la lucha armada
y liberen a los rehenes a "cambio de nada".
La izquierda "democrática" pro-chavista,
que sueña con hacer la "revolución" con presidentes burgueses y "democracia"
exportada por USA, optó por hacer lo que siempre hace cuando se da de bruces
contra la realidad: Silencio.
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Bush y Chávez: Guerra mediática con
negocios paralelos. |
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La revolución con la pólvora mojada
El que si habló luego de las
palabras de Chávez sobre las FARC (durante una entrevista en Radio Centenario de
Uruguay) fue el profesor James Petras, el único (aparte de IAR Noticias)
que se atrevió a denunciar y criticar el "doble discurso" de Chávez con el
"antiimperialismo".
"Decir que la lucha armada de
las FARC es un pretexto para el imperialismo es pura estupidez y tengo
que decirlo", señaló el pensador de izquierda.
"Chávez no explica cómo las
FARC puede entregar los rehenes cuando tiene 500 guerrilleros pudriéndose,
torturados, mal nutridos, enfermos en los sótanos de las prisiones de Uribe.
Mi pregunta es por qué el presidente Chávez quiere sacrificar las vidas de los
presos guerrilleros para tomar las banderas de Uribe, Sarkozy,
etcétera, una entrega total unilateral", señaló James Petras un
pensador de la izquierda crítica a Chávez.
Para Petras:
"Chávez no entiende que la
última vez que los guerrilleros de las FARC bajaron a la lucha electoral
fueron masacrados".
"Quiero preguntar -señala-
si él está dispuesto a garantizar la vida de los guerrilleros que tratan
de entrar a la vía política electoral frente a los paramilitares y militares,
que siguen en esta semana pasada matando sindicalistas no guerrilleros".
Luego Petras se pregunta si
lo que
"Chávez pide es que los guerrilleros imiten la política de Centroamérica donde
en El Salvador y Guatemala firmaron pactos de paz, abandonaron la lucha
armada, y no cambiaron nada, la miseria en El Salvador y Guatemala es igual o
peor que antes, la mitad del país ha salido para Europa, se han ido para
Norteamérica, a México, lo que sea. Mientras el proceso de paz satisface la
burguesía, las grandes mayorías quedan con todas sus exigencias y sacrificios no
cumplidos".
"Eliminando las FARC no va a
eliminar el imperialismo, incluso va hacer un efecto bumerang, una vez que
se consolide en Colombia la posición es más fácil para las bases militares
norteamericanas ocupar espacios en Colombia, y más agresivo va a ser Uribe
frente a las fronteras con Venezuela", afirma Petras.
¿Chávez aliado de EEUU en la "guerra
contraterrorista"?
¿Y por que no? Chávez es sólo un
discurso, y los discursos se cambian y se disipan como el viento del
capitalismo que soplan para el lado de sus necesidades estratégicas, siempre en
búsqueda de nuevos mercados y horizontes de rentabilidad.
Y el "pragmatismo del poder" y
de la realidad estratégica hace que las revoluciones de papel terminen diluidas
como las guerras mediáticas de Chávez contra el "Imperio".
Wall Street, la banca y los
empresarios sionistas elogian a Venezuela como un "paraíso de los negocios".
EEUU es el principal aliado comercial de Venezuela, y The Wall Street Journal y
The New York Times elogian el "desarrollo capitalista" de la sociedad
venezolana.
En este escenario, la falsa guerra
mediática entre Chávez y Washington, un "show" para entretener con el "enemigo
de paja", va quedando un poco desactualizada y carente de credibilidad.
Con los elogios a Chávez, Washington
y los "cachorros" no hacen nada más que poner las cosas en su lugar: A Chávez ya
se le mojó la pólvora (con el plesbicito perdido), y hay que ponerlo en la
vereda "políticamente correcta" del Imperio. Donde siempre estuvo.
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