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(IAR Noticias)
07-Mayo-08
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Seguidores de Evo Morales queman varias urnas del poblado de San
Julián, Santa Cruz. |
Como se preveía, tras el farsesco (y fraudulento) referéndum en Bolivia se
aceleraron los tiempos del conflicto entre el gobierno de Morales y la
oligarquía separatista y todo indica que el proceso avanza hacia un desenlace
violento marcado por el agotamiento de las salidas negociadas entre las partes
enfrentadas.
Más
allá de los resultados del referéndum por la autonomía, la oligarquía
separatista de Santa Cruz, el distrito más rico de Bolivia, lanzó el domingo su
mayor declaración de guerra al gobierno de Evo Morales, quien se mantuvo
en la postura de declararlo "ilegal".
Un día después de que el distrito de
Santa Cruz, la llamada "capital económica de Bolivia", votara en un referendo a
favor de reducir su dependencia del gobierno central, el oficialismo y la
oposición secesionista volvieron a sus posturas inflexibles con más
virulencia que antes.
Para el gobierno de Morales, el
estatuto de autonomía que los cruceños aprobaron el domingo es, además de
ilegal y separatista, inaplicable, debido a que la alta abstención en la
consulta demostraría que carece de un consenso básico.
Agregando más tensión al ambiente, el
presidente boliviano, Evo Morales, acusó el lunes a la embajada de EEUU en La
Paz de conspirar con grupos promotores del referéndum de autonomía del
departamento oriental de Santa Cruz.
"Hay intereses, lamentablemente, de
grupos; pero también quiero que sepa el mundo entero que esta conspiración lo
hace a la cabeza de la embajada de EEUU", indicó Morales al programa "Mesa
Redonda" de la televisión cubana.
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Morales calificó como una "derrota"
el referéndum del domingo (Foto EFE) |
Agregó que "es impresionante cómo el embajador (de EE.UU.) ante la OEA ha
defendido esas actitudes ilegales, inconstitucionales, de algunos dirigentes de
Santa Cruz".
"Hay agentes internos y externos en el país que conspiran al cambio, que
conspiran al Evo, que conspiran al gobierno", afirmó Morales.
Añadió que la consulta del pasado domingo en Santa Cruz "ha sido un rotundo
fracaso".
Además, la tensión subió otro pico
cuando el Gobierno descartó a la Iglesia Católica como mediadora, molesto porque
el cardenal del país, Julio Terrazas, participó en el referendo como votante.
"Se pronunció políticamente la más
alta jerarquía de la Iglesia Católica, por el camino de apoyo explícito a la
ilegalidad, y por lo tanto despejó toda posibilidad de convertirse en
facilitador o mediador", dijo en conferencia de prensa el ministro de la
Presidencia, Juan Ramón Quintana.
Por su parte, los prefectos
separatistas (gobernadores) de los departamentos bolivianos de Tarija,
Mario Cossío, y de Beni, Ernesto Suárez, coincidieron el lunes en señalar -por
separado- que antes de instalar cualquier mesa de diálogo con el Gobierno, este
debe reconocer los resultados obtenidos en la consulta sobre el estatuto
autonómico cruceño.
El prefecto de Beni, Ernesto Suárez,
comentó que el Gobierno no esperaba los resultados que se han dado en la
consulta realizada el domingo y que no lo quiere reconocer.
Pese a manifestar que los prefectos
siempre apostaron por el "diálogo", Suárez dejó en claro que "los procesos
autonómicos, en Beni, Pando y Tarija", al igual que el que se desarrolló en
Santa Cruz "van a continuar y no lo va detener ningún diálogo".
Los departamentos de Beni, Pando y
Tarija, donde se encuentra la mayor parte de las enormes reservas de gas natural
bolivianas, planean convocar a sus referendos desde junio.
Santa Cruz, en la fértil llanura
oriental del país, anunció que obtendrá por el estatuto competencias reservadas
al Estado nacional en materia de educación, seguridad, justicia y economía, en
una barrera -dicen los separatistas- contra el plan del Gobierno de "refundar"
el país con la nueva Constitución.
"Yo creo que sólo vamos a trabajar con el presidente (Evo Morales) si modifica
su conducta, yo creo que va ser posible hablar con el sólo si reconocer la
voluntad popular", afirmó, por su parte, el prefecto de Tarija, Mario
Cossío, en declaraciones a la prensa.
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Racismo: Pintada en una pared de la ciudad de
Santa Cruz, Bolivia |
Además, indicó que "mientras el presidente desconozca el resultado de la
voluntad popular será imposible hablar, porque desconocería los acuerdos que se
lleguen (en una mesa de diálogo) con todos los prefectos".
"La única posibilidad de avanzar en
un diálogo, a partir de ahora, es sobre la base del reconocimiento del resultado
de este referendo", insistió Cossío.
De acuerdo a datos preliminares de la
Corte Departamental Electoral (CDE) de Santa Cruz, el 84 por ciento votó a favor
del sí y el 15 por ciento por el no y un nivel de abstención que bordea el 35
por ciento.
Para el ministro de Gobierno, Gustavo Rada, la abstención en la consulta del
domingo habría superado el 40%, lo que mostraría la falta de consenso sobre
la autonomía en el distrito que representa un tercio de la economía de Bolivia.
Según datos de la corte electoral local, con un 55,6% de las mesas escrutadas,
el "sí" al estatuto obtenía un 85,61% y el "no" un 14,39%, con un 34,4% de
abstención. En todo caso, el referendo no fue avalado por la corte electoral
nacional.
Morales, el lunes, lamentó "mucho"
que "algunos grupos oligárquicos todavía no reconocen su derrota".
"Entre el no, la abstención, los votos blancos o nulos, pasan del 50 por ciento
-aseveró Morales-. Por eso es una total deerrota para la derecha fascista
pro-imperialista que está concentrada en la ciudad de Santa Cruz".
El miércoles, 30 de abril, Evo
Morales había convocado a los Altos Mandos militares en La Paz para una reunión
de emergencia donde les expuso que había una "conspiración golpista" en marcha.
Según la prensa local, todos
los altos jefes presentes, incluyendo el Comandante del Ejército, negaron su
participación en la "conspiración" y le juraron "lealtad" al Presidente.
Morales emergió como "opción
electoral" en el 2005 dentro de un escenario dominado por el miedo a la
"guerra civil" preparado por la propia embajada norteamericana y las cadenas
mediáticas imperiales con la CNN a la cabeza.
Hoy, su guerra con la oligarquía
separatista por el control del Estado boliviano
es perjudicial para los intereses transnacionales ya que desacomoda la
gobernabilidad y la "alternancia democrática" establecida por la estrategia del
control norteamericano en la región.
Todos los observadores coinciden en
que la situación ha tocado un punto de inflexión con el referéndum separatista,
y que los sectores extremos del gobierno predominan sobre el ala negociadora
encarnada en el vicepresidente García Linera.
Mientras las hordas derechistas
oligárquicas presionan cada vez más para la ruptura, a Morales, un equilibrista
del poder, cada vez le queda menos paño para contener los enfrentamientos que
terminarían de un plumazo con su administración.
En Bolivia, como dicen algunos
observadores, ya se corta el aire
con un cuchillo, y nadie, con un
centímetro de lógica, apuesta por
una salida pacifica.
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