Luego de marchas y contramarchas en
su guerra capitalista con el lobby agrario, y luego de pronunciar cuatro
discursos "combativos" con remates llamando al "levantamiento del paro" que no
fue acatado por los piquetes que cortan rutas, el gobierno de los Kirchner
movilizó el martes su aparato para dar una demostración de fuerza.
La huella de la presencia del
"aparato" (Que Cristina llamó "apoyo popular") quedó reflejada en los
centenares de micros (de transporte de los manifestantes) que bloqueaban
las autopistas y la avenida de julio, con la presencia predominante de la
poderosa maquinaria sindical y el PJ bonaerense.
La ingeniería del acto, en cuyo palco
convivían Moyano y las Madres de Plaza de Mayo, fue organizado por Néstor, el ex
presidente y marido de Cristina, que luego de su retiro instaló su cuartel
central de negocios en el exclusivo Puerto Madero.
A 113 días de haber asumido la
Presidencia, Cristina arrancó su discurso advirtiendo que "nunca había visto, en
tan corto tiempo, tantos ataques, tantas ofensas, tantos insultos a un gobierno
surgido del voto popular".
Después de 20 días de paro
agropecuario y ante una Plaza de Mayo colmada de un "clima peronista setentista",
la Presidenta fustigó a los líderes de la protesta y a la prensa, reiteró el
pedido a los ruralistas para que levanten los cortes de rutas y sugirió que
su Gobierno no cederá otro paso en su puja con el campo
Cristina volvió a caracterizar de
golpistas a los ruralistas al recordar que el último golpe de Estado en1976
estuvo precedido, un mes antes, de un lock out patronal.
"Muchos dicen representar al pueblo",
dijo en referencia a los líderes de la protesta rural. Y se preguntó: "¿Se puede
representar al pueblo y enorgullecerse de desabastecerlo?"
"Esta vez no han venido
acompañados de tanques, esta vez han sido acompañados de generales
multimediáticos que han hecho un lock out a la información", afirmó en un
claro ataque a los medios de comunicación.
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Desabastecimiento: Personas buscan frutas y verduras sin descomponer tras ser desechadas por los distribuidores en el Mercado Central de Buenos Aires. |
Y hacia el final, reclamó apoyo para
cumplir con sus promesas de campaña: "Sola no puedo. Necesito de la fuerza
indestructible del pueblo", señaló ante un aplauso sostenido del aparato.
¡Cristina, Cristina corazón, acá
tenés el pueblo para la liberación!, le respondieron los miles de
"militantes" beneficiados con empleos públicos, con planes sociales, o con
prebendas y fondos estatales (como es el caso de organismos de "derechos
humanos" y Madres y Abuelas de Plaza de Mayo) que colmaban el perímetro de la
histórica Plaza.
Terminado el acto, la corporación
mediática, con el Grupo Clarín a la cabeza, acusó el ataque presidencial
retomando su estrategia opositora al "resaltar" la presencia del
"aparato peronista" con Moyano y D'Elía en el palco, y el carácter
"divisionista" del discurso de Cristina.
Durante los 21 días de paro agrario,
los consorcios mediáticos (sobre todo la televisión) desarrollaron un matiz
informativo de "apoyo" al paro, difundiendo con generosidad el discurso
opositor de barricada de los ruralistas que cortan rutas, pero esa posición
había variado súbitamente el viernes pasado cuando empezaron a subtitular en sus
pantallas: "Ahora el diálogo".
Y esto tiene una explicación: Los 21
días de paro no solamente ya producen desabastecimiento generalizado sino
que también (debido al corte de rutas) se refleja en una retracción general de
la actividad económica que afecta al resto de las corporaciones capitalistas
que controlan la estructura económica productiva del país.
Los cuatro consorcios mediáticos
(Grupo Clarín, Grupo Telefe, Grupo Hadad y Grupo América), además de ser parte
integrante del establishment de poder económico, facturan comercialmente con los
avisos publicitarios de los grupos superconcentrados que controlan el mercado
interno y el comercio exterior de la Argentina.
Curiosamente, el ataque de Cristina
les llegó en el momento que (en vez de promocionar a la oposición en contra del
Gobierno) estaban impulsando el levantamiento del paro y cuestionando a los
dirigentes que se resisten a levantar los cortes de ruta.
El ataque presidencial, los volvió
a "endurecer" contra el Gobierno, aunque siguen con la campaña pro-levantamiento
del paro.