En un conflicto que envuelve
simultáneamente a EEUU, Turquía e Irak, en medio de una escalada de los precios
del petróleo, las fuerzas turcas comenzaron la semana pasada una operación militar
en gran escala en el Kurdistán iraquí que por la ferocidad de los
combates y el número de muertos los observadores internacionales ya han
calificado como una "carnicería".
Los combates se intensificaron el
domingo en las montañas del norte de Irak donde murieron 33
rebeldes y ocho soldados, según el Estado Mayor turco y desde el inicio de la
ofensiva el jueves por la noche han muerto 112 independentistas y 15 soldados
turcos.
El balance en las filas del PKK
no incluye los rebeldes muertos por bombardeos aéreos ni por fuego de artillería,
precisó el Estado Mayor.
Turquía confirmó que uno de sus
helicópteros fue destruido durante operaciones militares contra los
guerrilleros separatistas kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán
(PKK) en el norte de Irak.
Desde
Australia el secretario de
Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, exigió el domingo a Turquía, que se
retire del norte de Irak lo "antes posible",
ante la presión de Europa y del
gobierno colaboracionista de Bagdad que teme que la invasión turca
desestabilice el norte, una región petrolera clave de Irak.
"Pienso
que toda nuestra experiencia en Irak y Afganistán nos enseña que mientras
tratamos con un problema terrorista que requiere operaciones de seguridad, se
requieren también iniciativas políticas y económicas", dijo Gates en conferencia
de prensa.
El jefe del Pentágono dijo que tiene confianza en que la campaña militar turca en suelo
iraquí "sea corta, tenga precisión y evite la pérdida de vidas inocentes, y
que se vayan tan pronto como hayan cumplido su misión".
"Cuanto
más corta mejor", respondió Gates a la pregunta de si Estados Unidos había dado
un plazo de tiempo a Turquía para lograr su objetivo.
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Combatientes kurdos en la frontera entre Irak
y Turquía |
El jefe
del ala militar del PKK, Bahoz Erdal, instó a los jóvenes kurdos de Turquía a
llevar a cabo acciones violentas en las ciudades como represalia a la ofensiva.
"Si ellos (el Estado turco) quiere destruirnos, nuestros jóvenes deben hacer la
vida insoportable en las grandes ciudades (...) Los jóvenes kurdos deben
reunirse en grupos de dos para quemar cada noche cientos de vehículos", dijo
Erdal, que además acusó a Estados Unidos de desempeñar un papel activo en la
ofensiva turca.
Estados Unidos, que al igual que Ankara y la UE considera al PKK como una
"organización terrorista", ofrece a Turquía desde hace varios meses
información en tiempo real sobre los movimientos de los rebeldes en Irak.
El
ministro de Relaciones Exteriores de Irak advirtió que cualquier escalada en la
operación turca contra los rebeldes kurdos en el norte de Irak podría
desestabilizar la región.
Más de 30.000 personas han muerto desde que el PKK comenzó a luchar por una
patria kurda en el sureste de Turquía en 1984.
Estados Unidos, la Unión Europea y Turquía consideran al PKK como una
organización terrorista.
El primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan aseguró el domingo que el único
objetivo de la operación es el PKK.
"Se trata de una operación de limpieza de los campos de los terroristas, nada
más", declaró durante un mitin.
Analistas
en Washington y en las capitales imperiales de Europa dudan de las
intenciones turcas señalando que el objetivo encubierto de Ankara con la
invasión es terminar con el gobierno autónomo del Kurdistán y controlar
el área petrolera de la región.
EUUU, el principal aliado de Turquía
(y a la vez del gobierno kurdo), se opone a una acción militar prolongada por
parte de las fuerzas de Ankara, ya que teme que pueda desestabilizar la zona
más pacífica de Irak y posiblemente toda la región (según el Departamento de
Estado norteamericano), posibilitando la intervención en el conflicto de otros
vecinos, como Irán.