Informe
IAR Noticias
Jean-Claude Trichet, señaló el
miércoles que "es posible" que el instituto emisor lleve a cabo una
"ligera subida" de los tipos de interés en su consejo del próximo jueves
para para garantizar el anclaje de las expectativas de inflación.
En una presentación ante la comisión de Asuntos Económicos de la
Eurocámara, Trichet afirmó que "ésto es lo que dije el pasado 5 de junio", tras
decidir mantener los tipos inalterados en el 4%, "y lo que repito ahora".
"Las cifras son las cifras", precisó el presidente de la autoridad monetaria
europea, que ha recordado que, según las últimas previsiones del BCE, la
inflación en la Zona Euro se mantendrá este año entre el 3,2% y el 3,6% y
el próximo entre el 1,8% y el 3% debido al incremento de los precios del
petróleo y de los alimentos.
El anuncio anterior de Trichet,
del pasado 5 de junio, tuvo una inmediata repercusión al alza en el
interés al que los bancos europeos se prestan el dinero entre sí y llevó al Euríbor a niveles de máximos. Así, a la espera de conocer la media de todo el
mes, el indicador hipotecario más usado en España ya ha marcado un récord
intradía en el 5,425% el pasado 12 de junio.
Según Trichet, "esto no es satisfactorio, ni para nosotros ni para los
ciudadanos".
Además, insistió en que el BCE
"tiene que ser creíble" y cumplir el mandato que le encomiendan los tratados
comunitarios, centrado en garantizar la estabilidad de los precios en la
Zona Euro a medio plazo. Esto resulta esencial, señaló,
para proteger a los sectores más pobres de la población, y para contribuir al
crecimiento sostenido de la actividad y a la creación de empleo.
Insistió en que el riesgo de entrar en una "espiral inflacionista" de
precios y salarios es "grave", especialmente en los países donde están
generalizadas las cláusulas de indexación en los salarios, y volvió a reclamar
prudencia en las negociaciones salariales para evitar los efectos de segunda
vuelta.
En marzo pasado, los jefes de
Estado y Gobierno europeos expresaron su "preocupación" por el deterioro de la
situación económica mundial expresada en la subida del petróleo, el agravamiento
de la crisis financiera y los datos de la inflación que denotan un proceso recesivo
en ciernes a escala mundial.
La semana pasada, el Banco Central
Europeo se declaró en estado de "alerta máxima" respecto a los riesgos de
inflación y afirmó estar dispuesto a actuar de forma firme y oportuna para
evitar un espiral salarial en la Zona Euro.
Múltiples informes oficiales como
privados señalan a Europa como "zona de riesgo" para un proceso
inflacionario en ciernes que ya se verifica en las principales economías de la
región, como es el caso de España y Alemania.
La Unión Europea presiona a la OPEP,
quien admite que no "puede hacer nada" ante la especulación financiera que eleva
los precios del oro negro e impacta negativamente sobre el precio de los
alimentos generando inflación.
El boletín del mes de junio del BCE
fue prácticamente idéntico al último comunicado sobre política monetaria que
hizo público el presidente Jean-ClaudeTrichet el jueves pasado, cuando la
entidad dejó los tipos de interés estables al cuatro por ciento.
En el boletín de junio, que la
entidad publicó a mitad de junio , el BCE dijo que "las tasas de inflación habían subido
significativamente desde otoño del pasado año, principalmente debido al fuerte
incremento de los precios de la energía y de los alimentos".
En el boletín, el BCE dijo que los riesgos para la estabilidad de precios
habían aumentado y que estaba decidido a anclar las expectativas de
inflación firmemente a medio y largo plazo.
La entidad monetaria teme que el encarecimiento de la energía y de los
alimentos genere efectos de segunda vuelta mediante reivindicaciones
de aumentos salariales.
El banco europeo advierte que
podrían surgir presiones inflacionarias en algunas partes del sector de
servicios con baja competencia donde las empresas podrían subir los precios.
"La zona del euro se encuentra
actualmente en un periodo prolongado de elevadas tasas de inflación anual,
que va a ser posiblemente más persistente de los anticipado previamente", auguró
el banco europeo.
El BCE admite que la "incertidumbre
sobre las perspectivas del crecimiento sigue siendo alta" y que existen "riesgos
a la baja" por el impacto de las turbulencias financieras y el aumento de la
inflación.
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