La línea roja
El borrador de las conclusiones de
la cumbre de jefes de estado y de gobierno, reunida a mitad de marzo pasado, afirmaba que "las bases de la economía
europea están sólidas" pero frente a perspectivas económicas mundiales "que
se están degradando", la Unión Europea "debe cuidarse de todo triunfalismo y
seguir sus esfuerzos en materia de reformas".
El documento subrayó la
preocupación por "la desaceleración de la actividad económica en Estados
Unidos, el aumento de precios del petróleo y los productos básicos, y las
turbulencias que afectan a los mercados financieros".
Al mismo tiempo, se subrayó la
necesidad de que los países de la Unión Europea cumplan con los objetivos de
equilibrar sus presupuestos como máximo para 2010.
En sus conclusiones, el Consejo
Europeo reconoció que "la excesiva volatilidad de los tipos de cambios no son
deseables para el crecimiento económico" (la devaluación del dólar frente al
euro).
"En las circunstancias actuales",
añadieron, "nos preocupan las fluctuaciones excesivas de los tipos de cambio" ,
añadió el documento expresando la inquietud por la escalada del euro que ayer
cotizó a 1,56 dólares-.
El presidente de la Comisión
Europea, José Manuel Durão Barroso, admitió su "preocupación por la errática
evolución del euro", pero insistió en que "tenemos una moneda sólida" y que
la preocupación está también por la evolución de otras monedas.
En relación con el incesante
desplome del dólar que provoca la revalorización del euro, una fuente
comunitaria señaló tres razones para explicar lo que ocurre en Estados Unidos.
"Los mercados", señaló, "ya están
anticipando que la Reserva Federal bajará los tipos 0,75 puntos hasta el 2,25%;
la última inyección de 200.000 millones de dólares de la Reserva Federal se
interpretó como que la situación era peor de lo imaginado y que la resistencia
de la economía europea está concediendo al euro más confianza para los
inversores internacionales".
A pesar de que los dirigentes
confían "en capear la tormenta financiera", el Consejo Europeo hizo un
llamamiento a los bancos para que pongan al descubierto las pérdidas sufridas.
"Resulta esencial", señalabann las
conclusiones, "el suministro de información rápida y completa sobre los riesgos
asumidos en relación con activos en dificultad y vehículos financieros
contabilizados en cuentas de orden y sobre las pérdidas sufridas por los bancos
y otras entidades financieras".
En respuesta a las turbulencias
financieras, el Consejo advirtió de que aunque "la responsabilidad corresponde
en primer término a sector privado, las autoridades de la UE se mantienen
dispuestas a adoptar medidas de regulación y supervisión cuando sea menester".