Las autoridades georgianas hicieron público un video supuestamente grabado por
su avión de reconocimiento en el que se ve una nave -que Georgia asegura ser un
MIG-29 ruso- disparando contra la aeronave.
Desde Moscú dijeron que la denuncia
"no tiene sentido", pero el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió de la
presencia de estas naves georgianas en "una zona de conflicto".
El presidente georgiano Mijaíl
Saakashvili, aliado de Washington, acusó a Rusia de practicar la
agresión. "Es una violación del Derecho Internacional y de la Carta de la ONU
sin precedentes desde que terminó la II Guerra Mundial", subrayó en un
discurso transmitido el lunes por todas las cadenas de televisión
georgianas.
EEUU, por su parte, dijo estar
"muy preocupado" por las informaciones acerca del incidente. Tom Casey, vocero
del Departamento de Estado admitió que el hecho "se está investigando a
través de la Embajada norteamericana en Moscú".
El incidente ocurrió luego de que Rusia reforzara la semana pasada sus lazos con
dos provincias secesionistas georgianas -Abjazia y Osetia del Sur- que
declararon su independencia unilateral en 1992.
La Unión Europea y la OTAN, aliados
incondicionales de la política de Washington en la región, mostraron su
preocupación ante lo que consideran "decisiones unilaterales" de Moscú.
El gabinete del "ministro" de
Exteriores de la UE, Javier Solana, recordó: "Siempre hemos apoyado la
integridad territorial de Georgia".
El miércoles Solana recibió una llamada del presidente georgiano Mijail
Sakashvilli para tratar el asunto. Una portavoz del ministro europeo dijo que
"se expresó su preocupación por los acontecimientos, en particular por la
decisión unilateral de los rusos".
El presidente ruso Vladímir Putin, a quien el presidente Saakashvili llamó el
lunes, manifestó su "desconcierto" ante el hecho de que aviones georgianos
sobrevuelen la "zona del conflicto con fines militares".
Según Putin, la actitud se contradice
con el acuerdo del armisticio firmado en 1994, y solo contribuye a la
desestabilización y al incremento de la tensión.
El secretario general de la OTAN,
Jaap de Hoop Scheffer, también se mostró "profundamente preocupado por
las acciones que ha tomado Rusia para establecer lazos legales con las regiones
georgianas".
Wladimir Putin acaba de firmar un
decreto que refuerza los lazos entre su gobierno y Abjazia y Osetia del Sur.
Georgia manifiesta su temor que sea
el primer paso para el reconocimiento formal ruso de la soberanía de esas dos
regiones y su futura anexión a Rusia, pues ambas son de mayoría rusófona
y Moscú ha ido concediendo, en los últimos años, pasaportes a miles de sus
habitantes.
"Es un intento de legalizar la
anexión de dos regiones de Georgia", denunció el canciller georgiano David
Bakradze.
Culpando de lo ocurrido a Rusia, el
presidente de Georgia le exigió revisar la reciente decisión sobre un programa
de ayuda concreta a los habitantes de Abjasia y Osetia del Sur, muchos de los
cuales tienen nacionalidad rusa.
El embajador georgiano ante la ONU,
Irakli Alasania, también acusó a Moscú de haber sobrepasado "la línea
prohibida".
Vladímir Putin subrayó que la decisión rusa tiene carácter socioeconómico, se
encuentra dentro del marco legal y es incomparable a la actuación de los países
que reconocieron la independencia unilateral de Kosovo.
También recordó que la resolución
1808 del Consejo de Seguridad de la ONU señala explícitamente la acuciante
necesidad del desarrollo económico de Abjasia.