El mayor banco de Suiza, UBS AG, cambió de timonel y le pidió a los accionistas
que aportaran otros US$15.000 millones. El anuncio, que alegró a los
inversionistas globales, también subraya las dificultades que aún enfrenta el
sistema bancario global.
Por Carrick Mollenkamp - The Wall Street Journal
E
n una decisión que marcó el fin de una era, UBS escogió a Peter Kurer, un
respetado abogado de 58 años y principal asesor legal de UBS, para suceder a
Marcel Ospel, quien fuera presidente de la junta desde 2001. Ospel fue el
artífice del negocio de banca de inversión que ha puesto en aprietos a UBS.
La renuncia de Ospel se presenta en momentos en que UBS reveló que asumirá una
rebaja contable de cerca de US$19.000 millones en el primer trimestre, elevando
el total de las rebajas del banco suizo a lo largo de los últimos seis meses a
US$37.000 millones. Para apuntalar sus finanzas, el banco busca la luz verde
para recaudar US$15.000 millones mediante la venta de nuevas acciones a sus
actuales accionistas.
"Nuestra firma dio vuelta la página hoy al final de un capítulo amargo", dijo el
presidente ejecutivo Marcel Rohner. "Devolveremos a nuestra compañía a la
rentabilidad".
Los anuncios de UBS, junto a una esperada rebaja contable de US$3.900 millones
de Deutsche Bank AG, motivó un alza en los mercados bursátiles de EE.UU. y
Europa, reflejando el optimismo entre los inversionistas de que los bancos
podrían estar empezando a dejar atrás sus problemas ligados a los valores
hipotecarios. El índice Dow Jones Stoxx 600 de acciones europeas subió 3,3% a
316,07 puntos. El Promedio Industrial Dow Jones avanzó 391,47 puntos, un 3,19%,
para cerrar en 12.654,36 puntos. Las acciones de UBS se dispararon un 12% a
32,40 francos suizos en Zurich.
Tras las rebajas contables de UBS y Deutsche Bank, las pérdidas por inversiones
ligadas a hipotecas de alto riesgo para los bancos en todo el mundo se acerca a
los US$170.000 millones, más de la mitad de las pérdidas totales de US$285.000
millones que la firma de calificación de riesgo Standard & Poor's ha previsto
para el sector.
Asimismo, en otra señal de la confianza de los inversionistas, una emisión de
acciones preferenciales convertibles de Lehman Brothers atrajo más demanda de la
que esperaba el banco, permitiéndole incrementar la emisión de tres millones de
acciones a cuatro millones.
Sin embargo, los inversionistas globales han sido engañados por más de una
recuperación falsa desde el inicio de la crisis financiera, el año pasado. El
primero de octubre, la acción de Citigroup subió 2,2% después que la empresa
divulgara una rebaja contable de US$5.900 millones debido a su exposición a las
hipotecas subprime. Casos similares ocurrieron con Merrill Lynch y Morgan
Stanley.
Tales saltos resultaron ser prematuros a medida que el desplome del valor de las
inversiones hipotecarias obligó a estos bancos a asumir rebajas contables por
miles de millones de dólares más.
Además, el gran repunte en las acciones de UBS podría reflejar la especulación
sobre una posible adquisición. La emisión de acciones no tendrá lugar sino hasta
finales de mayo, una situación que, según una fuente al tanto, podría dejar al
banco expuesto a postores interesados en su negocio de banca privada, que
trabaja con algunas de las personas más acaudaladas del mundo. La lista de
posibles interesados, en todo caso, es limitada si se toma en cuenta que pocos
bancos tienen los recursos para acometer tal adquisición.
La naturaleza de las pérdidas de UBS también sugiere que aún no se ha dicho la
última palabra.
Demuestran que marzo fue un pésimo mes para los precios de los complejos valores
de deuda conocidos como obligaciones de deuda colateralizada, o CDO. Es una
señal de que los bancos que compitieron con UBS para vender CDO podrían
registrar pérdidas mayores de lo esperado en sus resultados del primer
trimestre.
Estos crecientes problemas han incrementado la posibilidad de que uno de los
grandes bancos no sea capaz de pagarle a sus acreedores, poniendo una presión
cada vez mayor sobre los bancos centrales para que le suministren a los bancos
el efectivo que necesitan para mantenerse a flote.
A la vez, nuevas señales de fragilidad están apareciendo en varias partes del
sistema financiero global.
Los bancos españoles enfrentan la posibilidad de que las pérdidas hipotecarias
crezcan a medida que el boom inmobiliario de ese país termina. A su vez, el
banco estadounidense National City Corp. confirmó ayer que busca un comprador,
en medio del temor de posibles rebajas contables en el primer trimestre ligadas
a inversiones hipotecarias. También ayer, Fitch Ratings dijo que vigila de cerca
a los bancos de Islandia debido a preocupaciones por su financiamiento.
Tanto UBS como Deutsche Bank dicen que las condiciones del mercado se
deterioraron en marzo.
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