Los precios han pasado por alto la llegada de la primavera. El Gobierno y
buena parte de los expertos auguraban que la inflación cedería a partir de
marzo, pero las cifras han enmendado los pronósticos. Los precios han crecido un
4,6% en el último año, según el avance comparable con Europa que publica
mensualmente el Instituto Nacional de Estadística. Se trata del peor dato desde
que existe el indicador armonizado (1997), cuando Europa examinó las cifras de
los países aspirantes a integrarse en el euro para ver si cumplían los
requisitos.
El fenómeno no es exclusivo de España. La zona euro registró también en marzo
la inflación más elevada de toda la serie, un 3,5%, según el avance publicado
ayer por Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea. Si se confirman
las cifras, la brecha de inflación entre España y la zona euro se mantiene en
1,1 puntos. "Eso ya es suficientemente malo porque había empezado a disminuir.
En un momento fue lógico que en España subieran los precios más deprisa para
igualarse al resto de países del euro, pero eso ya ha pasado", argumenta Juan
José Toribio, profesor de Economía del IESE. La mala racha de precios en Europa
aleja, además, la hipótesis de que el Banco Central Europeo rebaje los tipos de
interés, pues su principal cometido es combatir la inflación.
A falta de conocer los elementos que han impulsado al alza la inflación -el
avance no ofrece detalles-, el petróleo y los alimentos apuntan como los
principales culpables. El brent, crudo de referencia europea, tocó su
máximo, cercano a los 108 euros por barril, a mediados de marzo. La subida
prolongada de la energía se traslada, en mayor o menor medida, al conjunto de la
economía. Algunos analistas consideran que esto ya está ocurriendo en España.
Otro elemento que lastra el dato de precios de marzo respecto al del año
pasado es la diferencia en el calendario de vacaciones. En 2007, la Semana Santa
coincidió con abril, por lo que fue en ese mes cuando ocurrió el tradicional
aumento en restaurantes, hoteles y demás actividades ligadas al turismo. Al
comparar este marzo con otro en el que no se produjeron esos encarecimientos,
las subidas resultan más acusadas.
El secretario de Estado de Economía, David Vegara, se apoyó en el calendario
de Semana Santa, además de en el petróleo, para explicar el descontrol de
precios. Agotadas las oportunidades en marzo, Vegara mantiene la confianza en
que los precios empezarán a desinflarse en abril. Con una condición: "Si la
evolución del precio del crudo lo permite", declaró ayer en los pasillos del
Congreso. También la Comisión Europea achaca al petróleo la adversidad del dato:
"La cifra no es buena, es más de lo que habíamos previsto", aseguró la portavoz
de Asuntos Económicos, Amelia Torres.
El índice general de inflación, el IPC, suele coincidir con el armonizado,
aunque a veces se desliza una décima a la baja. Aun así, si el dato general se
sitúa en esos niveles, constituirá el peor nivel de inflación en España desde
julio de 1995.
Con estas premisas, los expertos no se atreven a concluir que la inflación
haya tocado techo. Tampoco que acabará el año por debajo del 3%, como sostiene
el Gobierno. "Eso es ahora más improbable porque hay elementos exógenos que no
controlamos", subraya Juan Luis García Alejo, jefe de análisis de Inversis
Banco. Más optimista se muestra el Instituto Flores de Lemus, que prevé un
descenso de los precios a partir de abril hasta situarse por debajo del 3% en
diciembre. "Todavía podría ser factible", coincide Juan José Toribio, del IESE.
La inflación no es el único indicador económico que se tambalea. Los
pronósticos de crecimiento se alejan cada vez más de las previsiones oficiales.
Ayer fue el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, el
encargado de enfriar las expectativas al augurar que el producto interior bruto
(PIB) se acercará al 2,5% este año y al 2,1% el próximo. Ordóñez, poco
sospechoso de catastrofismo, se desmarca así del 3,1% para 2008 y del 3% para
2009 que mantiene el Gobierno.
El gobernador del Banco de España respalda el análisis de Funcas, la
fundación de las cajas de ahorros, que defiende esas cifras de crecimiento
basándose en la media de los expertos consultados. Vegara recordó ayer que los
riesgos en el crecimiento están "más decantados a la baja que al alza", aunque
oficialmente mantiene la previsión, al menos hasta julio.
El responsable de Economía del
Partido Popular, Miguel Arias, criticó la pérdida de poder adquisitivo de las
familias y pidió al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que
no haga más previsiones. "Cada vez que habla, la situación empeora", zanjó.