"La
defensa cibernética ha alcanzado un nivel tan elevado como la pueda tener la
defensa militar y seguridad energética”, ha declarado para el diario
británico Suleyman Anil, máximo encargado de la OTAN para la defensa de los
ataques informáticos.
“Esos tipos de ataques se ven
cada vez más y no creemos que este problema desaparezca pronto. Incluso
puede convertirse en un problema global”, añade Anil.
Según los expertos, el ciberterrorismo es una amenaza real que viene desde la
década de los ochenta pero en los últimos años se ha convertido en un tema
de gran preocupación entre los gobiernos de todo el mundo.
El representante de la OTAN afirma
que los miembros de la Alianza muestran cada vez más interés en desarrollar
mecanismos de defensa para esta amenaza.
Expertos bancarios, agentes de
policía y técnicos informáticos trabajan por descubrir nuevas maneras para
combatir el crimen por Internet.
EE UU y China vienen enfrentándose desde hace meses por este tipo de
filtraciones, donde los hackers pueden llegar a penetrar en los sistemas de
seguridad de los servicios de inteligencia nacionales. Además, con un simple
click, cualquier persona hoy en día puede comprar todo un arsenal de guerra,
señalan desde la OTAN.
El "ciberterrorismo"
Según la definición en boga, el ciberterrorismo o
"terrorismo electrónico" es el uso de medios de tecnologías de
información, comunicación, informática, electrónica o similar con el propósito
de generar terror o miedo generalizado en una población o clase dirigente o
gobierno, causando con ello una violencia a la libre voluntad de las personas.
Los fines pueden ser económicos, políticos,
religiosos, o simplemente de odios o prejuicios.
A nivel mundial los países están
preocupados por el ciberterrorismo y por esto mismo existen dos tendencias: los
que apoyan la conformación de una “ciberpolicía” que trascienda las
fronteras y los que se inclinan a favor de mejorar la cooperación internacional.
Según los expertos, en la actualidad
hay un panorama diverso que permite afrontar y confrontar con diferentes
“caracterizaciones” de los delincuentes informáticos, como es el caso de los
crackers, phreackers y los casos más preocupantes, los “ciberterroristas”.
No hay manera -afirman- hasta el momento, de impedir que los hackers o
crackers intercepten las conexiones entre las oficinas gubernamentales y los
centros privados de investigación.
El ciberterrorista -señalan los
especialistas- es un arma de bajo costo ya que requiere de un alto
entrenamiento, dedicación, pero al mismo tiempo es difícil de rastrear y el
daño al “enemigo” puede ser desde considerable hasta muy grave.
De acuerdo con esta interpretación, Internet es un trampolín y base para
que los terroristas pueden concebir, planear, tener logística y ejecutar futuros
ataques.
Medidas tales como incrementar la
seguridad informática, investigar y mejorar los mecanismos de encriptación
standard (paradójicamente tarea desarrollada por hackers retirados y dedicados a
una actividad oficial), educar a los usuarios y revisar o formular legislaciones
referentes al caso, se tornan insuficientes cuando las redes son
sistemáticamente vulneradas, afirman los expertos.
Las autoridades intentan diferenciar dentro de redes como Internet, a servidores
con información pública y servidores con información clasificada, estos con
severas restricciones de acceso.
Este fenómeno ha provocado "preocupación en el mundo" ya que los
"ciberterroristas" llevan la iniciativa, tienen la tecnología y manejan la
ciencia, aseguran los especialistas.
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