o obstante el significado social
y político de la marcha, convocada contra el hambre, los despidos,
las bajas de salarios y los subsidios otorgados por el gobierno de
los Kirchner a las corporaciones empresariales para "salvarlas de las
crisis", los canales de "noticias", los diarios y la radios silenciaron la marcha
y sólo se ocuparon de relatar y criticar el "caos del tránsito" generado
por la movilización popular.
Al contrario de lo que hicieron
con las movilizaciones del gobierno y del "campo", los medios y sus conductores
minimizaron y le quitaron relevancia informativa a la convocatoria
(la mayoría solo hablaba de "una marcha" a Plaza de Mayo, sin más comentarios),
escondieron sus objetivos, y aunque proyectaron imágenes se cuidaron de no
recoger testimonios comprometedores de los participantes y organizadores.
Los diarios del sábado (incluido
Clarín) omitieron cualquier comentario o análisis sobre los alcances y las
implicancias político-sociales de la movilización en Plaza de Mayo, y solo
se limitaron a informar sobre la
"tarde
de pesadilla" que vivieron el viernes los transeúntes y
automovilistas por el caos del tránsito a raíz de la marcha del hambre.
Los canales, encabezados por
Todo Noticias del Grupo Clarín (hoy nuevamente "defensor" de los Kirchner),
exacerbaron a sus televidentes con el "caos vehicular" y el corte de
accesos a la capital producido por la "marcha", a la que despojaban de todas sus
connotaciones y significados.
La actitud de los controladores y
manipuladores de la información y opinión pública en la Argentina, reveló y actuó como primera
señal del miedo a la crisis social que acosa tanto al gobierno de los
Kirchner como a las corporaciones del poder capitalista que controlan el sistema
económico productivo y el comercio exterior de la Argentina.
La masiva demostración de la CTA y
las organizaciones de izquierda dejó, en cambio, tres señales contundentes
ocultadas por el aparato mediático y por sus empleados:
1- La movilización del viernes se
anticipa y es reveladora del carácter masivo que van a tener de ahora en
más las marchas como respuesta a la crisis social que se avecina (como
emergente de la crisis recesiva mundial proyectada en la Argentina), y cuya
columna vertebral va estar conformada por las organizaciones y sindicatos de
izquierda que el viernes colmaron Plaza de Mayo.
2- La masiva concentración dejó en
claro que se quebró definitivamente la alianza del matrimonio Kirchner con
sectores sindicales y sociales de izquierda, y que, de ahora en más, al
desgaste y decadencia de su imagen pública se va a sumar su giro inevitable
hacia el aparato del PJ y las corporaciones económicas y políticas del poder
imperial en la Argentina.
3- Los gremios y organizaciones de
izquierda presentes el viernes en Plaza de Mayo van a tener un
protagonismo central en las huelgas y movimientos de resistencia callejera
que se avecinan como respuesta a la "crisis social" generada por los despidos en
masa y recortes salariales que ya comienzan a cobrar forma cada vez más
definida en la Argentina.
Los especialistas estiman que la
Argentina, con más del 60% de su población laboral empleada en "negro" y con
"contratos precarios", va a ser uno de los primeros países de la región en ser
impactados a pleno por la crisis recesiva importada desde los países
capitalistas centrales.
El quiebre de la "paz social",
que podría llegar a desarrollarse a escala planetaria (con el consecuente
quiebre de la "estabilidad económica" y la "gobernabilidad política") coloca al
sistema capitalista ante la disyuntiva de reprimir los conflictos y las
protestas sociales que comienzan a extenderse desde Europa a todo el
planeta.
Estos son los puntos centrales que
explican porqué en la Argentina la corporación mediática (el nuevo
ejército de represión y control social) ocultó sistemáticamente y/o manipuló la
información sobre la masiva convocatoria de la izquierda en Plaza de Mayo.
La movilización del viernes,
pacifica (por ahora) y prolijamente organizada, vertebró junto a la CTA a
organizaciones combativas callejeras como "Quebracho", el Movimiento
Teresa Rodríguez o el Frente Darío Santillán con organizaciones
piqueteras como Libres del Sur y Barrios de Pie que se abrieron
del kirchnerismo.
Alrededor de la 19.30 del
viernes (hora Argentina) la histórica Plaza de Mayo se encontraba
completamente colmada. Su superficie, que se extiende entre las calles Hipólito Irigoyen,
Bolívar y Rivadavia estaba atestada de
manifestantes que en forma compacta cubrían todos los espacios, mientras
largas columnas (de hasta tres cuadras) seguían avanzando por la Avenida de Mayo
y la calle Hipólito Irigoyen.
La visión (matemática) de los
presentes sobre el terreno (verificada y confirmada por IAR Noticias en base a
consultas a expertos) no dejaba dudas: En la Plaza de Mayo se encontraban
entre 60.000 y 70.000 personas, entre militantes gremiales, piqueteros y
activistas de izquierda, cuyas organizaciones se movilizaron con familias
enteras, incluidos chicos, de los barrios más pobres y marginales de la
capital y el conurbano.
Por lejos, la movilización
superó a todas las marchas con participación de la izquierda en muchos años,
y sólo fue "ligeramente inferior" a las protagonizadas por el aparato rentado
sindical-piquetero kirchnerista (solventado con dinero de los impuestos) durante
el conflicto con la patronal agropecuaria.
La consigna de la marcha no dejaba
dudas: "El hambre es un crimen" rezaba la consigna central. "Se
nos mueren, acabaditos de nacer, más de 25 niños antes del nacimiento de las
palabras". Testimonios diarios del hambre, su terrible efecto devastador, su
indignidad", dijo a la agencia IPS Alberto Morlachetti, director de la Fundación
y coordinador del Movimiento de Chicos del Pueblo, que integró la marcha.
En cuanto a los objetivos, las
organizaciones convocantes coincidían en repudiar los despidos (los que ya
están y los que se avecinan con la crisis), el chantaje de la baja salarial
para conservar el empleo, y la suba constante de los alimentos, pese a que
baja el precio internacional de las materias primas.
Para la CTA, en el marco de la
actual crisis recesiva-financiera internacional que está provocando una
desaceleración de la economía nacional, el Estado debería ordenar una
suspensión de los despidos por 180 días y otorgar un subsidio universal de 300
pesos -casi 90 dólares- a cada persona menor de 18 años.
Toda la información y el análisis
sobre este complejo y novedoso "nuevo escenario social de crisis" con
participación activa de la izquierda en la calle, los medios de comunicación del sistema lo
"resumieron" en un titular: "Una marcha a Plaza de Mayo colapsa el tránsito
en la Capital Federal".