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Los Clinton junto a Obama |
Con sabor a Clinton
Al filtrarse poco a poco la lista de
los integrantes del equipo de gobierno del presidente electo de EEUU, Barack
Obama, se comprueba casi todos los nominados tienen una relación con la
administración del ex-presidente Bill Clinton.(1993-2001), afirma la cadena
británica BBC, el primer medio internacional que señala la futura
presidencia de Obama como un "reciclado" de la era "clintoniana".
La conformación del equipo de
gobierno de Barack Obama ya es percibido en la usinas y en los centros del poder
norteamericano como una "vuelta" de la ex administración de Bill Clinton que
gobernó EEUU durante dos periodos cruciales identificados con la "burbuja"
financiera y la expansión del "libre comercio" a escala global.
"Desde el jefe de gabinete de Obama,
Rahm Emanuel, ex-asesor de la Casa Blanca durante el último mandato demócrata,
hasta la misma ex-primera dama y senadora por Nueva York, Hillary Clinton,
mencionada para ser secretaria de Estado, la mayoría del dream team Obama tiene
a Bill Clinton estampado en sus carreras políticas", sostiene la BBC.
Eric Holder, en trámite para ser
fiscal general, fue sub-secretario de Justicia bajo Bill Clinton, Larry Summers
operó como secretario del Tesoro bajo el mismo presidente y ahora es parte clave
del clan económico de Obama. John Podesta, director de su equipo de transición,
fue jefe de personal de la Casa Blanca y asesor de Clinton por más de una
década, puntualiza la cadena.
Bill Richardson, secretario de
Energía y embajador ante la ONU en la administración Clinton, también está bajo
consideración para el puesto de secretario de Comercio.
Janet
Napolitano (una sionista pro-Israel de la estirpe de Nancy Peloso, la presidenta
de la Cámara de Representantes), gobernadora de Arizona, posible reemplazo de
Michael Chertoff en el Departamento de Seguridad Nacional, fue nombrada por
Clinton a su primer puesto político en 1993 y Greg Craig, próximo abogado de la
Casa Blanca, defendió con éxito al ex-presidente durante su proceso de
destitución por el escándalo de Mónica Lewinsky.
Uno de los principales consejeros de
Clinton, David Axelrod, ocupará el mismo puesto que tuvo hasta hace algunos
meses Karl Rove en la administración republicana y por el que fuera apodado "el
cerebro" de Bush.
En una rueda de prensa en Chicago,
Obama anunció el nombramiento de Peter Orszag como director de la Oficina de
Presupuestos de la Casa Blanca. Orszag, de 39 años, era hasta ahora el director
de la Oficina de Gestión del Presupuesto del Congreso y fue asesor del ex
presidente Bill Clinton.
La BBC dice que muchos
se preguntan por que Obama busca a tanto "clintonista reciclado", e
incluso a una Clinton de carne y hueso, luego de dos años de campaña contra "la
cultura política de Washington" y tras una feroz batalla contra la senadora
Hillary Clinton por la nominación de su partido.
En realidad -y según se desprende de
la información que circula en Washington- Obama no lo eligió a Clinton (el
marido de su rival en la interna presidencial) sino que está haciendo lo que
quiere el lobby sionista liberal que financió su campaña y lo convirtió en
el "fenómeno Obama".
Hillary Clinton fue la "candidata
presidencial" original del lobby, que solo optó por Obama cuando la senadora
comenzó a caer en las encuestas. Si ganaba Hillary, Bill Clinton iba a tomar el
poder.
El triunfo de Obama no modificó la
estrategia central: Bill Clinton, el presidente más exitoso del lobby bancario
de Nueva York, proyectará su influencia y presionará decisiones en el nuevo
gabinete compuesto mayoritariamente por sus ex funcionarios.
Bill Clinton fue el arquitecto
de la "burbuja financiera", piloteó la expansión de los negocios en la ex
"cortina de hierro", y le dejó expedito el camino a Bush para que iniciara la
era de la "guerra contraterrorista" y de las guerras de conquista
petrolera en Medio Oriente y Eurasia.
Durante la era Clinton se
consolidó la "apertura de mercados" en el ex espacio soviético: Los
bancos y corporaciones capitalistas se expandieron por las ex repúblicas
socialistas y se apoderaron de sus mercados y de sus recursos naturales
(incluidos redes de oleoductos petroleros y gasíferos) desmembrando el
poder económico de la Federación Rusa.
La administración Clinton,
en alianza con la
UE-OTAN, complementó la estrategia de "toma de mercados" con una política de
ocupación de los ex espacios soviéticos mediante conspiraciones golpistas
que instalaron gobiernos "prooccidentales" en las ex repúblicas socialistas.
Además, consolidó su estrategia geopolítica militar en la región a partir del
bombardeo y desmembramiento de la ex Yugoslavia, y sentó las bases para la
expansión en Medio Oriente a partir de los bombardeos preventivos en Irak.
Todo el mundo se pregunta -señala la
cadena BBC- cual será el papel de Bill Clinton, quien sin ningún cargo
oficial y con bastante tiempo libre, ya le ha generado dolores de cabeza a Obama
con sus comentarios. Además será el principal asesor de Hillary Clinton si llega
a ser secretaria de Estado.
"La nueva administración Clinton de
Obama", "La era Clinton: ¿Segunda parte?", "Se vuelve a lanzar la banda
Clinton", "Clinton + Obama = mucho drama", son algunos de los titulares que
empiezan a circular en Washington.
En la blogósfera, una fuente clave de apoyo para Obama, los comentaristas se
quejan de que si hubieran querido el regreso de "Clinton" a la Casa Blanca
hubieran votado por Hillary.
"Al parecer, los nuevos rostros
no tienen ninguna oportunidad de integrar el gabinete de Obama", señaló el
portavoz del Comité nacional del Partido Republicano, Alex Conant.
"El gabinete de Barack Obama
empieza a parecerse a un encuentro de "clintonianos", añadió.
En un editorial, el diario
conservador The New York Post baraja asimismo las ironía: "Felicitaciones a Hillary (y Bill) Clinton, que parecen haber ganado las elecciones
presidenciales, a pesar de los resultados oficiales del 4 de noviembre".
El
reciclamiento del lobby sionista
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Obama: Discurso
alternativo y una sola bandera. |
Pero si
bien la prensa europea y norteamericana, incluidas las usinas republicanas, ya
deslizan con "ironía" la indisimulable influencia de Bill Clinton en el gobierno
de Obama, omiten decir (por razones de sus pertenencias al sistema) que los
puestos claves del gabinete serán ocupados por reconocidos operadores del
lobby sionista que controla el Tesoro, la Reserva Federal y todo los
resortes estratégicos del poder imperial norteamericano
La prueba contundente de los hechos
es más fuerte que la manipulación mediática para generar expectativa de "cambio"
en la política imperial.
La realidad indica que Obama finalmente terminó aprisionado por la lógica del poder sionista:
Joshep Biden,
Vicepresidente (control del lobby sobre la Casa Blanca), Rahm Emanuel, jefe de
Gabinete (control del lobby sobre el entorno de Obama), Timothy Geithner,
secretario del Tesoro (control de lobby sobre el Sistema de la Reserva Federal),
e Hillary Clinton, secretaria de Estado (control del lobby sobre la
política Exterior).
El máximo nivel de decisión política, las áreas de ejecución presidencial y el
entorno del presidente, el máximo nivel de decisión económica financiera,
y el diseño y la ejecución de la política exterior (el corazón del Imperio) van
a estar en manos de operadores del lobby judío sionista (en versión liberal) de la
"gran manzana" bancaria de Nueva York.
En síntesis, la Casa Blanca (el poder político), el Tesoro (el poder
financiero), el departamento de Estado (el poder imperial) y el Pentágono
(el poder militar que seguirá en manos de Robert Gates) responderán a los intereses estratégicos del lobby judío que
gobernará EEUU con Obama como la
"frutilla de la torta".
Otro "peso pesado" del lobby, el ex
jefe de la Reserva Federal estadounidense Paul Volcker se encargará de
dirigir en la futura Administración de Barack Obama un nuevo consejo asesor en
materia económica creado especialmente para estabilizar los mercados financieros
en plena crisis internacional, según informó el martes The Wall Street Journal.
El diario consultó a fuentes
demócratas y señaló, además, que el economista de la Universidad de Chicago y
asesor de campaña Austan Goolsbee, otro operador relevante del lobby, se
convertirá en director ejecutivo de esta comisión.
Además, el presidente electo de EEUU, Barack Obama, confirmó este lunes el secreto a voces que circulaba desde
hace días: Tim Geithner (el futuro secretario del Tesoro) y
Larry Summers liderarán el equipo que deberá hacer frente a una crisis
económica "de proporciones históricas".
El nombre de Summers, de 53 años y ex presidente de la Universidad de
Harvard, se baraja también para reemplazar a Ben Bernanke cuando éste
finalice su mandato en la Reserva Federal en enero de 2010. A diferencia de
Geithner, Summers no deberá afrontar el proceso de confirmación en el Senado
antes de convertirse oficialmente en asesor del presidente.
"El vicepresidente electo, Joe Biden, y yo hemos formado un equipo con visión
y habilidad para estabilizar nuestra economía, crear puestos de trabajo y
llevar de nuevo a América por el buen camino", aseguró Obama durante su segunda
presentación ante los medios en Chicago desde la noche electoral del 4 de
noviembre.
Obama anunció además que la profesora
de Berkeley Christina Romer, otra sionista del círculo demócrata,
encabezará el Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, mientras que
otra operadora del lobby, Melody Barnes, ex vicepresidenta del "think tank"
liberal Center for American Progress, será la directora del Consejo de Política
Doméstica.
Además, Warren Buffet y
George Soros, operadores históricos y gurúes emblemáticos del lobby
judío sionista neoyorquino ocupan lugares de "asesores estrellas" en el círculo
que rodea a Obama.
Un operador del sionismo mediático,
el presidente de Time-Warner,
Richard Parsons (calificado como el contacto de Obama con la CNN), figura
con características relevantes en el equipo de estrategas del presidente electo.
Parsons, el presidente de Times-Warner
Inc., propietaria de la cadena televisiva CNN, es también director de Citigroup, uno de los
grandes beneficiarios del rescate financiero que continuará
con la administración de Obama.
Pero la "gran trilogía" del
lobby financiero que controla a Obama está compuesta por Timothy Geithner, Lawrence Summers y Robert Rubin, el estratega favorito de Bill Clinton.
El
Tesoro, la columna vertebral del sionismo financiero que (junto a la Reserva
Federal) controla al Imperio estadounidense, será ocupado (no por
casualidad) por Timothy Geithner, actual presidente de la estratégica Reserva Federal
de Nueva York donde se encuentran las casas centrales de los 100 principales
bancos y entidades financieras de EEUU.
Obama ya tiene decidido nombrar a Geithner, de 47 años, como secretario del Tesoro, mientras que
Lawrence Summers,
de 53, será el director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, según
dijo el sábado un miembro de su equipo de transición.
Ambos fueron miembros del gobierno de
Bill Clinton, e integraron, junto con Robert Rubin, las líneas estratégicas del plan
de "apertura económica y "libre mercado" que terminó configurando el reinado
de la especulación financiera a escala global.
Tanto Geithner, como Summers y Rubin, representan el
más alto nivel de decisión del lobby sionista bancario con central en
Nueva York, y su nombramiento al lado de Obama es la señal más clara de que el
lobby apunta a privilegiar el sector financiero en crisis como centro de su
gestión.
Summers, quien
fue secretario del Tesoro con Clinton, diseñó para Obama su
estrategia de "respuesta a la crisis financiera" durante la campaña, y jugará un
destacado papel al elaborar la política económica y coordinar a los asesores de
su Gobierno.
Geithner, el actual presidente de la Reserva Federal de Nueva York donde
se encuentran los pulpos gigantes beneficiados con el plan de rescate financiero
de US$ 700.000 millones de Bush, será el sucesor de Paulson.
La Reserva Federal de Estados Unidos
y el Departamento del Tesoro acaban de aprobar un segundo plan de rescate
financiera por un monto de US$ 800.000 millones con destino a la
compra de activos hipotecarios y para reactivar los mercados de crédito al
consumo que "heredará" Obama.
Este plan de rescate, el segundo aprobado por la administración del presidente
George W. Bush tras un primer paquete de US$ 700.000 millones, se divide en dos
partidas: US$ 600.000 millones para comprar activos hipotecarios y otros US$
200.000 millones para avalar créditos al consumo.
En este escenario, Timothy Geithner,
será
el continuador del plan de "crisis" de Bush para rescatar a las entidades
quebradas y que dio curso a un formidable negocio financiero de los bancos
privados del Sistema de la Reserva Federal (liderado por la Reserva de Nueva
York).
La presencia de Geithner como nuevo secretario del
Tesoro es la prueba más contundente
de la continuidad del plan de rescate financiero de Bush (y del macro
negocio financiero que conlleva) durante la gestión de Obama.
Geithner, como
secretario del Tesoro, posibilita que, y con garantía del Estado norteamericano, el conjunto de bancos privados
que conforman la Reserva Federal seguirán actuando en la práctica (y dentro del
esquema funcional del "súper-rescate" emprendido por el Gobierno federal) como
una supra-entidad prestataria que manejará un fondo billonario orientado
a hacer negocios (también billonarios) con los cadáveres dejados por el colapso
financiero en EEUU.
Pero, y
tal como lo resalta la prensa norteamericana, Obama planea elevar aún más el monto
del "rescate" (o sea del negocio).
Según The Wall Street Journal,
congresistas del partido Demócrata estadounidense estudian dar su respaldo a un billonario plan
de "estímulo económico" diseñado por
Geithner y Summer con el
que el gobierno de Obama intentará "salir de la recesión" por la que atraviesa
ese país.
Como ya
viene sucediendo con el plan de Bush-Paulson, el "plan de estímulo" de Obama
centra su eje funcional en la normalización del sector financiero como
meta para restaurar a la economía real en crisis .
La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi,
indicó que los economistas del equipo de Obama sugirieron la necesidad de
adoptar un plan valorado en "cientos de miles de millones" de dólares.
Por supuesto que, ni la prensa conservadora ni las usinas republicanas, revelan este
"detalle" (del macro negocio capitalista con la crisis) cuando
critican a Obama por haber convertido su gabinete en el "regreso de Bill
Clinton".
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