Fase 1: La "crisis
financiera" (El efecto bursátil)
Una "crisis financiera" como la que
estamos viviendo, es antes que nada un reciclamiento de la rentabilidad
capitalista: Lo que estaba en un casillero, se traslada a otro. Lo que
estaba en Merrill Lynch se recicló en el tablero contable de Bank Of América que
compró a la entidad semiquebrada.
La "burbuja inmobiliaria" activada
por el capital privado llegó a su fin (crisis) en septiembre de 2007, y ahora llega la
"burbuja estatal" (reciclamiento) con el Estado imperial como principal
operador de los negocios financieros.
En este marco, la operación de
"crisis" con el rescate financiero USA-UE, no es otra cosa que una operación
de negocios con la crisis que los gobiernos del euro y Washington utilizan
para poner en marcha un nuevo ciclo de rentabilidad que reemplaza al ya agotado con el colapso de la hipotecas subprime en EEUU.
No se trata de una "salida de
emergencia" a la "crisis", sino de una operación de negocios financieros en
alta escala activada por los grupos capitalistas sionistas súper
concentrados que controlan Washington, Wall Street, la Reserva
Federal USA y los bancos centrales de Europa y Asia.
Todavía, vale precisarlo, no
hay "crisis global" del sistema capitalista (que va a venir como resultante
final del actual proceso) sino una "crisis financiera" inducida principalmente
por la
necesidad de rentabilidad y de reconversión de los grupos capitalistas
que controlan los resortes operativos del sistema financiero imperial desde Wall
Street y las metrópolis imperiales europeas.
En las jornadas "negras" que vienen
experimentando los mercados del dinero, billones de dólares no se evaporaron
sino que solamente se pasaron de unas manos a otras.
En primer lugar, y como concepto
central: La llamada "crisis financiera", es una crisis activada y controlada
en todos sus resortes esenciales por medio del "rumor" y la información
manipulada que hacen subir o bajar las acciones en Wall Street y las
principales plazas financieras del Imperio.
La quiebra en cadena de bancos o de
instituciones financieras es inducida, manipulada y estratégicamente operada
para producir un reciclamiento de la rentabilidad financiera (en crisis
con el colapso subprime) y una reconversión del sistema financiero que
centralice el control y el funcionamiento del sistema capitalista mediante una
mayor concentración de la riqueza (ley darwiniana del capitalismo).
Los mercados bursátiles no son
"libres" (como establece el mito del "libre comercio") sino instituciones
mercantiles que funcionan sujetas a la ley de la oferta y la demanda manejada
por los grupos que hegemonizan el control y la información sobre su
funcionamiento.
En consecuencia, en las bolsas solo se
"oferta" (se vende) o se "demanda" (se compra) aquello que los
grupos hegemónicos y controladores quieren.
Las bolsas (y las acciones) suben o
bajan atendiendo a una dinámica marcada por los intereses de los
controladores del mercado financiero.
Su objetivo es preciso y determinado:
Generar un proceso de quiebras y, consecuentemente una crisis del sistema
financiero, que posibilite la depreciación a niveles límites de los activos y
acciones empresariales que luego los grupos más súper concentrados (los
operadores de la "crisis") comprarán a precio de remate.
En consecuencia, si que hay quebrar a
Lehman Brothers o a Merrill Lynch para concentrar súper
activos en Ban Of América o Morgan Chase, se hacen bajar (mediante rumores e
información manipulada) las acciones de estos dos gigantes, y luego de su
quiebra (como consecuencia de la depreciación de sus acciones) serán comprados a
precio de remate o se fusionarán en otra sigla.
Pero en esta dinámica nada se pierde,
sino que se recicla. En otras palabras, cambian las denominaciones pero los
accionistas y los gerenciadores (que son "anónimos") continúan con una mayor
concentración de acciones en sus bolsillos.
Mediante el "rescate financiero", los Estados imperiales USA-UE reciclaron una
nueva "burbuja" ganancial no ya con dinero especulativo proveniente del
sector privado, sino que ponen compulsivamente los recursos públicos al servicio
de un nuevo ciclo de rentabilidad capitalista al margen de una ascendente
crisis de la economía real que marcha por vía paralela.
Esto implica que, cuando hablamos de
"crisis financiera", estamos hablando de un problema superestructural (y
relativamente
controlable) del sistema capitalista que todavía no alcanzó su pleno
desarrollo de "conflicto global" con proyección y
efectos concretos en el plano de la economía real y de la sociedad a escala
mundial.
Por lo tanto, y con la "crisis
financiera", solo estamos en las "vísperas" de lo que algunos (sin
entender los pasos) apresuradamente ya señalan como "crisis global"
del sistema capitalista.
Fase 2: La "crisis
estructural" (el efecto en la
economía real)
La "crisis estructural" paralela y emergente
(que se potencia y activa con la "crisis financiera") tiene su origen en
el proceso recesivo que ya se verifica en las dos economías centrales del
sistema: EEUU y la Unión Europea.
Tanto la Reserva Federal de EEUU como
el Banco Central Europeo, así como el FMI y el Banco Mundial vienen advirtiendo que las economías de Europa y de
EEUU pararon de crecer, y la desaceleración se acentúa a raíz de la
baja del consumo y la suba de los alimentos y de la energía.
La crisis, como fue planteada hasta
ahora, viró de lo "financiero" hacia lo "económico-.financiero": Tuvo un
epicentro en la crisis hipotecaria de EEUU, se expandió a los mercados
financieros globales (subdesarrollados y desarrollados), y ahora ya toca
variables estructurales de la "economía real" por medio del proceso
desatado por el cóctel suba del petróleo + suba de alimentos = proceso
inflacionario, que ya padecen las economías centrales del sistema
capitalista: EEUU, Unión Europea y China.
A este escenario, se suma la
naciente crisis del crédito que (según todos los pronósticos) va a obrar con
un efecto de acelerador del proceso inflacionario-recesivo paralizando
aún más las primeras economías del sistema capitalista (EEUU-Europa-China) con
un impacto directo en los países de la periferia.
Como resultante no deseado
, la ola de pánico que genera
la "crisis financiera" produce (como está sucediendo) el retiro del
dinero efectivo en masa, desparece la liquidez, y los bancos restringen
créditos: ese es el mecanismo clave que activa la recesión que hoy ya
empieza a proyectarse desde los países centrales a la periferia.
La falta de crédito, a su vez, actúa
como principal disparador de la detención de la producción y de la suba de
precios lo cual genera un consecuente proceso de achicamiento del consumo y
despidos en masa de trabajadores y empleados, en EEUU y Europa.
Como dicen los expertos: Las "crisis
financieras" hacen estallar la confianza en el sistema financiero, y
desatan la furia "vendedora" en los mercados donde empresas e inversores se
desprenden de sus acciones y tratan de convertirlos en "efectivo"
dejando las plazas sin liquidez.
Y un mercado sin liquidez (sin
circulación de dinero) genera escasez de dinero.
Y la escasez de dinero genera dos
efectos inmediatos: Retracción del crédito y suba de las tasas de interés.
Y la retracción del crédito y su
encarecimiento genera como efecto inmediato: Caída de producción y baja de
las ventas.
Y caída de producción y achicamiento
de ventas en los códigos del empresariado capitalista significa sólo dos
alternativas: Suba de precios y despido de personal, para conservar el
margen de rentabilidad vendiendo y produciendo menos.
De esa manera, la "crisis
estructural" genera las condiciones para el advenimiento de la "crisis
social".
Fase 3: La "crisis
social"
(El efecto en
la sociedad)
La "crisis estructural" con
proceso recesivo (desatada como emergente de la "crisis financiera") conduce
inevitablemente al sistema capitalista hacia un proceso de "crisis social con pérdida del control y de gobernabilidad política
a escala global (Esto ya se verificó con los estallidos sociales durante la
escalada de los precios del petróleo).
El tercer factor que media como
desenlace (a modo de acción reacción al cierre de empresas y despido de
personal) entre la "crisis financiera" y la "crisis estructural" es el
"conflicto social", expresado por huelgas y estallidos sociales
masivos.
En América Latina, por ejemplo, entre
el 60% y el 70% de la masa laboral está en "negro" (empleos precarios y sin
indemnización por despido), y con la recesión y el desaceleramiento productivo
las empresas (para conservar su nivel de rentabilidad) van a generar despidos en
masa: El detonante de las huelgas y los conflictos sociales.
El efecto más inmediato de la "crisis
estructural" con recesión es la desocupación en masa y la suba de precios.
Esto impacta inmediatamente en las
capas más desprotegidas (bajas y media bajas) de las sociedades, que se quedan
sin el sustento inmediato para subsistir.
Durante la última escalada de precios
con el petróleo, que llevó el precio de los alimentos a niveles siderales, se
produjeron estallidos y levantamientos sociales simultáneos tanto en los
países pobres de la periferia como en los países ricos de Europa.
Pero ese movimiento, en protesta por
la suba de precios, resulta insignificante ante una potencial amenaza de
despidos en masa que ya proyecta el proceso recesivo y la "crisis
estructural" en las economías de Asia, África y América Latina.
De manera tal, que la "crisis
social" (emergente de la "crisis financiera" y de la "crisis estructural")
prepara las condiciones para el peor de los escenarios: La "crisis global".
El desenlace:
La "crisis global" (El
efecto planetario)
En términos concretos, la "crisis
global" del sistema capitalista solo va a estallar cuando la "crisis
financiera" devenga en "crisis estructural" por medio de
la recesión económica, la que luego se convierta en "crisis social" por
medio del desempleo y el achicamiento del consumo a escala masiva.
En un orden secuencial, para que la
crisis se convierta en "global" (el desenlace) tiene que haber una
convergencia interactiva de la "crisis financiera" (los mercados del
dinero), la "crisis estructural" (la economía real) y la "crisis
social" (el impacto de la crisis económica-financiera en la sociedad).
La confluencia interactiva de estos
tres factores es lo que va a posibilitar, a corto plazo, el desenlace de la
"crisis global" del sistema capitalista donde los gobiernos (centrales y
periféricos) van a perder el control social y político de sus países por
medio de las huelgas y estallidos sociales generados por la desocupación masiva
y la suba de precios.
Solo la convergencia interactiva de
estos tres factores (por acumulación de crisis) va a producir (a modo de
desenlace) la "crisis global" del sistema capitalista proyectada desde
las economías centrales (USA-UE) a los países que integran la red a escala
planetaria.
La "crisis financiera" y la
contracción del crédito en los países centrales ya se proyectan en un proceso
creciente de
recesión económica global por el alto nivel de entrelazamiento de las economías
mundiales en el proceso de importación y exportación.
En el actual modelo globalizado de
economía planetaria
los
PBI juntos de EEUU, la Unión Europea y China suman más del 50% del PBI mundial,
mientras que el sistema capitalista está "dolarizado"
(el dólar es la moneda patrón de
todas las transacciones comerciales y financieras a escala global).
Pero hay otro dato que convierte a
sus economías en el eje económico global: EEUU, la Unión Europea y China,
son los mayores compradores de petróleo y materias primas del mundo.
Estos dos factores centrales explican
porqué cualquier oscilación o desequilibrio económico-financiero que tenga a
estas tres economías centrales como protagonistas, impacta y se esparce
inmediatamente por todo el "sistema".
EEUU y Europa son los principales
compradores de productos chinos, y el gigante asiático, a su vez, es el
principal importador de petróleo y materias primas de los "países emergentes",
con lo que se puede deducir que si el Imperio estadounidense (en proceso
recesivo) reduce sus compras, el impacto se va a proyectar inevitablemente en
una crisis de China proyectada a los "países emergentes".
Con un proceso recesivo de su
economía, EEUU (el principal comprador de la "gran fábrica" asiática) reduciría
drásticamente sus compras a China, y Europa, que ya enfrenta un fenómeno
recesivo en su economía comunitaria, ingresaría en una contracción de sus
sistema económico productivo.
Como impacto inmediato, la
economía china también ingresaría en un proceso recesivo (detención del
crecimiento) que la obligaría a reducir sus importaciones de materias primas y
de petróleo.
A su vez la reducción en la
importación de materias primas y de petróleo por parte de China (el principal
importador mundial) impactaría en las economías de Rusia y de los "países
emergentes" (los principales exportadores de petróleo y de materias primas a
China) que también podrían ingresar en un proceso recesivo.
En resumen, con la "crisis financiera" y
crediticia que ya desató el derrumbe bancario en EEUU y Europa, comienza a
completarse (y a profundizarse) el cuadro de "crisis estructural" recesiva de las economías capitalistas
centrales que se irá proyectando cada vez con más fuerza hacia las economías de
la periferia (principalmente los países exportadores de materias primas).
Los primeros coletazos
inflacionarios-recesivos importados de la central USA-UE ya se verifican en
países emergentes (en desarrollo acelerado) como China, India y Brasil, cuyas
economías reales ya sufren el impacto de la crisis financiera.
La "crisis estructural" con recesión económica generalizada,
proyecta a su vez la amenaza de una "crisis social" a escala global con
ruptura de la "gobernabilidad" política por medio de una ola de conflictos
sociales y sindicales (cuyos primeros efectos ya se presentaron
con la crisis alimentaria) con proyección tanto en las potencias centrales como
en los países "emergentes".
O sea que, y por efecto secuencial,
con la "crisis financiera" el sistema capitalista solo está construyendo
el primer escalón de la "crisis global".
Por eso el director del FMI dio en la
tecla cuando dijo que: "Lo peor está por venir".
******
(*) Manuel
Freytas es periodista, investigador y analista, especialista en inteligencia y
comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados
en la Web.
Ver sus trabajos en
Google