La tasa
de 7,1% en enero había estado en 6,5% en diciembre, que a su vez fue la más
alta desde 1996, cuando los precios al consumidor habían aumentado un 7,4%.
La inflación en productos no alimenticios trepó en enero solamente un 1,5% en el
lapso de un año, según muestran las cifras oficiales.
La repercusión más inmediata de la suba récord de los precios del petróleo
-según los expertos- puede ser una escallada mundial de los precios de los
alimentos de consumo diario, esenciales para la supervivencia, debido a la
alta incidencia de los combustibles en sus costos, principalmente en el sistema
de producción y comercialización y el transporte, y China no es una excepción.
La suba de los alimentos de consumo esencial, a su vez, actúa como principal
disparador de la tasa de inflación y del consecuente proceso de recesión
económica que ya experimenta sus primeros síntomas en China.
Los
precios del petróleo, por su incidencia en la cadena de precios, afecta
directamente a los alimentos de mayor demanda de consumo, como pan arroz,
papas, azúcar, carne, leche, huevos y manteca, esenciales en la cadena
alimentaria de cualquier familia.
El
incremento de los costos de los alimentos y de la inflación (con devaluación de
salarios) es un problema para el gobierno chino, en un país donde este tipo
de aumentos están ligados a disturbios sociales, indica el corresponsal de
la BBC en Beiging.
A la vez, si los productos chinos de
exportación suben de precio, las autoridades monetarias de muchos países podrían
enfrentar un problema mucho mayor a la hora de recortar las tasas de interés
presionadas por el fantasma de la inflación en casa.
A todo esto -señala el Journal- se
suma un mercado inmobiliario interno cada vez más débil.
Incluso los gigantes ya experimentan
dificultades. Country Garden Holdings, la inmobiliaria china más grande por
capitalización bursátil en Hong Kong, canceló una emisión de deuda de 1.500
millones de dólares a finales del año pasado.
Soho China, una promotora comercial y
residencial en Pekín, abandonó recientemente la idea de realizar hacer un
domestic stock listing por las condiciones del mercado. Pan Shiyi, su presidente
y cofundador, dijo a la prensa que los promotores chinos encontrarían
"extraordinarias dificultades financieras".
Pero el panorama de "crisis
embrionaria" de la economía china (la tercera del mundo después de EEUU y la
Unión Europa) que describe The Wall Street Journal se configura a partir
de su interdependencia del modelo capitalista globalizado con epicentro
en EEUU y Europa.
Como
efecto de la interdependencia económica, el factor crisis financiera dólar
débil-petróleo alto, hoy afecta en primer término a las "economías centrales"
de EEUU y Europa, y se cierne como un fantasma sobre China, la llamada
"fábrica del mundo", y mayor demandante global de petróleo y materias
primas, que -como lo describe el Journal- ya empieza a experimentar los
primeros síntomas inflacionarios-recesivos en su economía.
La suba
de los alimentos de consumo esencial (como efecto de la escalada de los precios
del petróleo), a su vez, actúa en China, como principal disparador de la tasa de
inflación y del consecuente proceso de recesión económica que conlleva lo que
los expertos denominan estanflación.
EEUU y
Europa son los principales compradores de productos chinos, y el gigante
asiático, a su vez, es el principal importador de petróleo y materias primas de
los "países emergentes", con lo que se puede deducir que si el Imperio
estadounidense (en proceso recesivo) reduce sus compras, el impacto se va a
proyectar inevitablemente en una crisis de China proyectada a los "países
emergentes".
Con un
proceso recesivo de su economía y un dólar devaluado, EEUU (el principal
comprador de la "gran fábrica" asiática) reduciría drásticamente sus compras a
China, y Europa, que ya enfrenta un fenómeno recesivo en su economía
comunitaria, ingresaría en una contracción de sus sistema económico productivo.
Como
impacto inmediato, la economía china también ingresaría en un proceso
recesivo (detención del crecimiento) que la obligaría a reducir sus
importaciones de materias primas y de petróleo,
A su vez
la reducción en la importación de materias primas y de petróleo por parte de
China (el principal importador mundial) impactaría en las economías de Rusia
y de los "países emergentes" (los principales exportadores de petróleo y de
materias primas a China) que también podrían ingresar en un proceso recesivo.
En esta
ecuación radica la importancia clave que revestiría para el modelo capitalista
globalizado un eventual derrumbe de la economía china, cuyos primeros
síntomas empiezan a manifestarse.