La reunión duró una hora y
media y fue calificada de histórica por el gobierno de Colombia, entonces
encabezado por Andrés Pastrana, tuvo lugar en el caserío de La Machaca, un
paraje rural de la zona desmilitarizada de 42.000 kilómetros cuadrados del sur
del país ocupados por las las FARC desde 1998.
¿Pero qué hacían reunidos el
entonces representante de la principal entidad sionista especulativa de EEUU con el
comandante de un movimiento guerrillero revolucionario?,
Según el gobierno colombiano, la
reunión entre Wall Street y los guerrilleros de las FARC se encuadraba dentro
del intento de "acabar con la violencia política en Colombia".
Para consignar la importancia que le daba el gobierno colombiano a la reunión,
baste citar que el entonces
ministro de Hacienda de Colombia, Juan Camilo Restrepo, simplemente actuaba como
traductor del encuentro.
Según la información de ese
momento, a Grasso lo acompañó el vicepresidente de la Bolsa de Nueva York, Alain Murban, y el asesor James Esposito.
Durante una conferencia de prensa
en la localidad de San Vicente del Caguán, departamento del Caquetá (sur), en la
zona desmilitarizada, y en la que Restrepo ofició como traductor, el jefe de
Wall Street señaló que había venido a traer un mensaje de cooperación de los círculos
financieros estadounidenses, que "veían con mucho interés el proceso de
paz auspiciado por Pastrana".
Según el diario La Nación de
Argentina, vocero del neoliberalismo, desde Richard Grasso, hasta emisarios de
compañías multinacionales mantenían reuniones cordiales con Tirofijo y con su
vocero, Raúl Reyes, en el búnker de los suburbios de San Vicente del Caguán, con
tal de persuadirlos de la conveniencia de hacer negocios en conjunto".
Aunque la prensa no tuvo acceso a
la reunión, Grasso dijo luego que en la reunión con Reyes y los jefes de las
FARC se trataron básicamente temas económicos, como los mercados
de capitales en el mundo, y calificó de muy interesante el intercambio de
opiniones.
El presidente de la Bolsa de Nueva
York dijo que invitó a los miembros de las FARC para que visitaran la Bolsa de
Valores de Nueva York y confirmaran cómo 200 millones de norteamericanos
tienen, de una u otra manera, participaciones accionarias en diversas empresas.
"Fue excelente… invité al
comandante Reyes y al Supremo Comandante (Manuel Marulanda, "Tirofijo" ) a
asistir conmigo a las subastas (en la Bolsa de Valores)", señaló Grasso en
la conferencia de prensa.
La Bolsa de Nueva York, o NYSE,
es el mayor mercado de dinero del mundo y concentra el mayor volumen de
operaciones financieras en dólares que realizan las empresas trasnacionales cotizantes a escala global.
Wall Street, la catedral mundial
del dinero capitalista sin fronteras cuenta con un volumen de transacciones que
superan largamente los 20 billones de dólares, incluyendo los 7 billones de
compañías no estadounidenses.
Su entonces interlocutor en La Machaca, las FARC, representan al movimiento revolucionario armado más antiguo
de América Latina y el segundo más viejo del mundo (1948, los comienzos,
1964 bajo la denominación actual), después de la
resistencia palestina (1936).
En la interpretación de la prensa
neoyorquina de ese entones, se señalaba que la reunión de las FARC con Wall
Street era importante para que Colombia mantuviera una "calificación
positiva" para las inversiones en organismos estadounidenses como Moodys.
Otros medios de la prensa
estadounidense, señalaban luego de la reunión en junio de 1999, que el Partido
Republicano se oponía a la idea de establecer relaciones con las FARC a la que
consideraban una "organización terrorista", pero que entre los demócratas,
se observaba una actitud más flexible, como lo testimoniaba la reunión
mantenida por Raúl Reyes y William Delahunt, representante demócrata por
Massachusetts, luego de su encuentro con Grasso en Colombia.
¿Es posible que el capitalismo
estadounidense se haya vuelto suficientemente democrático en los últimos años
como para que las FARC, de manera encubierta, hayan adquirido parte de las
acciones que cotizan en Wall Street?, se preguntaba por entonces el escritor
e historiador Richard Gillespie en un articulo publicado en el diario argentino
Clarín.
"Las FARC no se habrían convertido
en el movimiento guerrillero de más larga vida de Latinoamérica si, además de
dominar las tácticas de la guerra de guerrillas, no hubieran aprendido a
desarrollar una economía guerrillera y adquirido habilidad financiera para
llevar adelante una prolongada guerra de desgaste", señala Gillespie.
Para Gillespie, "El costo de
mantener y equipar un ejército irregular, que opera en muchos frentes diferentes
y en ocasiones es capaz de poner en fuga a un batallón entero del ejército
colombiano, implica un enorme presupuesto. Las FARC han reconocido su
participación en el comercio de drogas, a través del cultivo de coca y la
producción de cocaína, mientras que niegan tomar parte en el tráfico de drogas.
Con este perfil, no sería sorprendente constatar que el movimiento mismo haya
hecho grandes inversiones en los EEUU".
¿La revolución financiada por Wall
Street?
Si las armamentistas del complejo
militar industrial de EEUU venden alternativamente armas a los regimenes
dominantes y a los movimientos "independentistas" de Asia, África y
Medio Oriente ¿Porqué Wall Street no puede
financiar alternativamente a la "revolución" y la "contrarrevolución"
en América Latina?
El mundo capitalista sionista en
definitiva es sólo una cuestión de negocios, y si no hay negocios, como
lo resumió Rotzchild, hay que inventar una guerra y financiar a los
contrincantes.
El color ideológico no
importa, solo importa el color del dinero circulando planetariamente y
atendiendo, como Dios, en Wall Street.
La reunión no fue en Macondo,
existió y se realizó en La Machaca, Colombia, en junio de 1999.
Quizás las respuestas a las
preguntas que quedaron flotando sobre el encuentro se encuentren en el disco del
famoso "ordenador" de Raúl Reyes secuestrado por el ejército colombiano cuando
lo asesinó.
Si fuera así, están en buenas
manos y nunca se sabrán.