En lo que los chavistas denominan "nuevo frente de ataque"
contra Chávez, medios "opositores" ( habituales usinas
mediáticas de la CIA y del Departamento de Estado
norteamericano) han acusado al presidente venezolano de
financiar su proyecto político con dinero del narcotráfico
convirtiendo a Venezuela en un "lugar de tránsito" de la droga.
Pero las imputaciones no se detienen ahí, ya que un dirigente
opositor presentó una denuncia judicial mezclando al primer
mandatario con el consumo de drogas.
A las conocidas calificaciones de
"comunista", "desestabilizador" y "dictador" que Washington le endilga al
presidente de Venezuela ahora se le suma el flamante mote de
"drogadicto" que los medios opositores han echado a rodar luego de un
informe del Departamento de Estado norteamericano.
Según los dirigentes y medios
bolivarianos, la campaña parece "coordinada" por la similitud de los
argumentos y la sincronización de la denuncia.
El mismo día (22 de enero) en que un dirigente opositor
anunciaba que presentará ante la Fiscalía de Venezuela una denuncia contra
Chávez por apología y consumo de drogas, un ex embajador estadounidense
en Colombia aseguraba que los radares del Plan Colombia detectaron cientos de vuelos
ilegales de drogas desde Venezuela hacia México, islas del Caribe y Estados
Unidos, ante la cómplice indiferencia de las autoridades del país.
Medios de la oposición venezolana y
el diario El País de España, “revelaron” una supuesta trama de colaboración para
el narcotráfico y las finanzas entre el gobierno de Venezuela y las FARC.
En los mismos medios se sugiere que
las fuerzas armadas venezolanas entregan fusiles AK 47 "construidos en el país"
y municiones a los rebeldes colombianos.
Los medios bolivarianos destacan el
"detalle" de que Venezuela no tiene fábricas de fusiles, y sólo ha firmado un
acuerdo con Rusia para instalarla en el futuro.
Durante la presentación de un informe
anual ante el senado de su país, el director de Inteligencia Nacional de Estados
Unidos, Michael McConnell, hizo una advertencia sobre la influencia del
gobierno de Venezuela en América Latina y mezcló a Chávez con el narcotráfico.
En el informe de 45 páginas, el espionaje norteamericano coloca a la red Al-Qaeda
como principal amenaza para Estados Unidos, y se incluye una detallada
evaluación sobre América Latina con Venezuela como el más extenso tópico de
preocupación.
El informe acusa a Chávez de falta de cooperación en la lucha contra el
narcotráfico y, en ese sentido, vincula al gobierno venezolano con el tráfico
de cocaína hacia EEUU, un señalamiento que también hizo el mes pasado el
director de la Oficina Nacional de Políticas de Control de Drogas de EE.UU.,
John Walters.
La nueva operación mezcla a Chávez con
el eje FARC-narcotráfico-Al Qaeda, como parte de la estrategia para apuntalar la
"guerra antiterrorista" y los acuerdos con los gobiernos títeres y ejércitos
regionales.
Los nuevos informes
contra Chávez se corresponden con el objetivo de instalar la
"guerra contraterrorista" global en América Latina mezclando a
Chávez, Cuba y las FARC con planes del "terrorismo internacional" orientados a
vulnerar la seguridad nacional de EEUU y a desestabilizar toda la región.
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