En los últimos cuatro años las agencias de espionaje USA
han mostrado con frecuencia
"evidencias" de reuniones entre el mando de las FARC y la red fundamentalista
islámica de Bin Laden para coordinar organización y logística orientadas a ataques terroristas contra blancos situados dentro de EEUU y del territorio
latinoamericano. A ese "cóctel conspirativo" siempre se le agrega la presencia
de Cuba y Venezuela como instigadores de la "desestabilización
regional".
La estrategia (según se desprende de los propios informes
periódicos) busca instalar la
"guerra contraterrorista" global en América Latina mezclando a
Chávez, Cuba y las FARC con planes del "terrorismo internacional" orientados a
vulnerar la seguridad nacional de EEUU y a desestabilizar toda la región.
Reciclando la metodología, el miércoles 6 de febrero, durante la presentación de un informe
anual ante el senado de su país, el director de Inteligencia Nacional de Estados
Unidos, Michael McConnell, hizo una advertencia sobre la influencia del
gobierno de Venezuela en América Latina.
En el informe de 45 páginas, el espionaje norteamericano coloca a la red Al-Qaeda
como principal amenaza para Estados Unidos, y se incluye una detallada
evaluación sobre América Latina con Venezuela como más extenso tópico de
preocupación.
El informe acusa a Chávez de falta de cooperación en la lucha contra el
narcotráfico y, en ese sentido, vincula al gobierno venezolano con el tráfico
de cocaína hacia EEUU, un señalamiento que también hizo el mes pasado el
director de la Oficina Nacional de Políticas de Control de Drogas de EE.UU.,
John Walters.
De esta manera, se liga a Chávez con
el eje FARC-narcotráfico-Al Qaeda, como parte de la estrategia para apuntalar la
"guerra antiterrorista" y los acuerdos con los gobiernos títeres y ejércitos
regionales.
Completando el panorama "terrorista", en el documento se señala que el
presidente venezolano, Hugo Chávez, "seguirá buscando unir a Latinoamérica, bajo
su liderazgo, en una agenda radical de izquierda y anti-estadounidense y
a contemplar a Cuba como un aliado ideológico clave".
El jefe de los espías USA dijo que bajo la influencia venezolano-cubana "los
líderes de Bolivia, Nicaragua y, en menor grado, Ecuador están persiguiendo
agendas que buscan prolongar mandatos presidenciales, debilitan los medios de
comunicación y libertades civiles".
Poniéndolos como ejemplo
paradigmático de la "guerra contra el terrorismo", el informe alaba el esfuerzo
de los gobiernos de Uribe y de Calderón, los "cachorros" más sumisos del
Imperio, cuyos ejércitos operan en coordinación directa con el Comando Sur de
EEUU.
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