(IAR Noticias) 11-Marzo-08
|
 |
|
Álvaro Uribe y George W. Bush. |
La “guerra contra el narcotráfico” en Colombia le ha generado pletóricos
dividendos geopolíticos a EEUU desde hace varias décadas, entre los que sobresale
su invaluable posicionamiento militar en el único país bioceánico de
Sudamérica: Colombia, que colinda con Venezuela (las mayores reservas petroleras
del mundo), Brasil (la principal potencia geoeconómica de la región), Perú
(potencia minera), Ecuador (potencia petrolera y donde Washington instaló una
importante base militar) y Panamá (relevante por su canal). Con la coartada del
narcotráfico, EEUU se posicionó militarmente en las entrañas de Sudamérica.
Por Alfredo Jalife Rahme - La Jornada (*)
Los acuerdos fueron firmados durante una breve
visita de la presidenta argentina Cristina Fernández a su par Hugo
Chávez en Caracas, mientras los reflectores de la política, la
diplomacia y el periodismo en la región se concentraban en la crisis
andina que siguió a la incursión colombiana sobre un campamento
guerrillero en Ecuador.
Ya antes, en el Congreso legislativo de su país, la mandataria
argentina expuso que continuaría la alianza con Chávez tejida por su
esposo y predecesor Néstor Kirchner (2003-2007), la cual "no es una
cuestión de simpatías personales o amiguismos políticos" sino "para
cerrar definitivamente la ecuación energética en América Latina, que
es clave".
Los acuerdos, "obvios ante las carencias de las respectivas
economías y apremiados por sus coyunturas, no requerían la presencia
de los presidentes para su firma, por lo que la escala de Fernández
subraya el deseo de acentuar su gratitud con Venezuela", dijo a IPS
el venezolano de origen argentino Adolfo Salgueiro, profesor de
posgrado en asuntos internacionales en varias universidades
venezolanas.
Fernández fracasó hace unas semanas en su intento, mediante una
reunión tripartita con sus homólogos de Bolivia y Brasil, Evo
Morales y Luiz Inácio Lula da Silva, de conseguir más gas boliviano
para el próximo invierno meridional.
En lo inmediato, la compañía estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa)
acordó el suministro a su similar argentina Enarsa de 10 millones
anuales de barriles (de 159 litros) de fueloil. "Asegura fluidez al
sistema energético, por lo que este invierno no habrá problemas",
dijo el ministro argentino de Planificación, Julio De Vido.
Para el largo plazo, se obtuvo un acuerdo marco para que Pdvsa y
Enarsa (que no ejecuta labores de extracción de hidrocarburos)
constituyan una empresa que buscará, explotará y mejorará crudo
pesado en la Faja Petrolífera del Orinoco, en elsudeste de
Venezuela.
Como ha ocurrido con otros desarrollos en la Faja, el acuerdo Pdvsa-Enarsa
podría producir entre 100.000 y 200.000 barriles diarios de
petróleo, lo que compensaría la declinante producción de
hidrocarburos en Argentina.
Chávez felicitó a Fernández por "su acertada frase de la ecuación
energética" y prometió que con base en las reservas venezolanas de
hidrocarburos "la Argentina tendrá todo el gas y el petróleo que
necesite durante todo el siglo XXI".
Los suministros serán siempre embarques de combustible, sepultado ya
el efímero proyecto de un gran gasoducto que llevaría el fluido que
Venezuela espera producir en su nordeste hasta el Río de la Plata.
También dijo el presidente venezolano que "Argentina tiene alimentos
para 500 millones de personas" y, "dado que el mundo entrará en una
crisis alimentaria este siglo, Venezuela necesita apoyo argentino
para alcanzar su soberanía" en la materia.
Venezuela tiene un déficit en su oferta alimentaria oficialmente
reconocido de 20 por ciento para sus 27 millones de habitantes, y
desde hace meses escasean artículos esenciales como leche, carne
bovina, pollo, huevos, harina de trigo, aceite y arroz.
Los acuerdos de Caracas prevén la exportación a Venezuela de 4.000
toneladas mensuales de carne de pollo, y la cooperativa láctea
argentina SanCor, que ha recibido auxilio financiero venezolano,
despachará este semestre 7.000 toneladas de leche en polvo y, cada
mes, cuatro millones de litros de leche líquida de larga vida o
duración.
Por una sola vez, las empresas argentinas Aceitera General Deheza y
Nidera despacharán a Venezuela, respectivamente, 400 y 5.000
toneladas de aceite de soja en botellas. Otras firmas enviarán
10.000 toneladas de harina de trigo, a modo de prueba para medir la
capacidad de panificación y la reacción de los consumidores al
producto.
El secretario argentino de Comercio y Relaciones Económicas
Internacionales, Alfredo Chiaradía, dijo que esos acuerdos de
suministro alcanzan a 300 millones de dólares.
"Somos de absoluta y necesaria complementariedad", dijo Fernández, y
agregó que "los dos ejes centrales del siglo XXI serán la energía y
los alimentos".
Como para graficar ese sistema de ecuaciones, Chávez creó una filial
de Pdvsa a comienzos de este año, para importar y distribuir
alimentos en los sectores populares, y la empresa argentina
Exologística aportará tecnología y gerencia para instrumentar el
expendio de esos víveres en Venezuela.
También se firmaron acuerdos para facilitar la venta argentina de
maquinaria agrícola, plantas agroindustriales y unidades de
transporte a Venezuela.
La declaración que enmarcó los acuerdos anunció que Buenos Aires
hará "nuevos esfuerzos" para facilitar el ingreso de Venezuela a
Mercosur, como quinto socio junto a los cuatro fundadores,
Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
"Argentina está muy agradecida con Venezuela por la ayuda financiera
prestada al gobierno de Néstor Kirchner para aliviar la presión del
Fondo Monetario Internacional (FMI)", dijo Salgueiro. Caracas
adquirió papeles argentinos y se han emitido bonos conjuntos por un
total superior a los 5.000 millones de dólares.
Argentina y Uruguay ya ratificaron el ingreso de Venezuela, pero
falta el voto de los parlamentos de Brasil y Paraguay, donde hay
voces reticentes ante la retórica izquierdista de Chávez, mientras
que sus gobiernos animan el voto favorable por la admisión.
"Al final se impondrá el interés del estamento industrial paulista
(de la sureña São Paulo), que tiene un ojo puesto en los jugosos
negocios posibles con Venezuela, y se decidirá el ingreso de este
país", sostuvo Salgueiro.
Finalmente, en medio de sus llamados a la paz en la región,
Fernández y Chávez obviaron en su rápido encuentro camino a Santo
Domingo --donde este viernes se reunió la cumbre del Grupo de Río--
las diferencias a propósito de su relación con la comunidad judía
internacional y el gobierno de Irán.
La presidenta Fernández teje lazos de privilegio con la comunidad
judía "dictados por el peso numérico, económico, cultural,
científico y mediático que tiene en Argentina", mientras que Chávez
no está bien visto por sus constantes invectivas contra Israel y su
política de ataques a territorios palestinos y libaneses.
Irán y Venezuela han desarrollado una "alianza estratégica", de
mutuo apoyo político, comercio e inversiones, mientras que Buenos
Aires sigue enfrentada a Teherán por la alegada responsabilidad de
la dirigencia iraní en el atentado terrorista contra la Asociación
Mutual Israelita Argentina, en 1994, que cobró 86 vidas.
******
|