El incremento en los precios al consumidor fue provocado por un aumento del
18,2% en los costos de los alimentos, en relación al mismo período de 2007,
informó el Buró Nacional de Estadísticas.
La inflación en China continúa creciendo a pesar de las medidas del gobierno,
que espera mantener un tope en el costo de los alimentos en particular.
Se ha adjudicado el incremento de los costos de los alimentos al peor invierno
que ha vivido China en décadas.
Sin embargo, expertos indican que el clima severo no es el único factor detrás
del creciente costo de los alimentos y advierten sobre futuros incrementos.
La tasa de 7,1% en enero había estado en 6,5% en diciembre, que a su vez fue
la más alta desde 1996, cuando los precios al consumidor habían aumentado un
7,4%.
La inflación en productos no alimenticios trepó en enero solamente un 1,5% en el
lapso de un año, según muestran las cifras oficiales.
La repercusión más
inmediata de la suba récord de los precios del petróleo -según los expertos-
puede ser una escalada mundial de los precios de los alimentos de consumo
diario, esenciales para la supervivencia, debido a la alta incidencia de los
combustibles en sus costos, principalmente en el sistema de producción y
comercialización y el transporte.
La suba de los
alimentos de consumo esencial, a su vez, actúa como principal disparador de la
tasa de inflación y del consecuente proceso de recesión económica que conlleva.
Los precios del petróleo, por su
incidencia en la cadena de precios, afecta directamente a los alimentos más
consumidos del mundo, como pan arroz, papas, azúcar, carne, leche, huevos y
manteca, esenciales en la cadena alimentaria de cualquier familia.
Antes de la actual disparada del
crudo, los precios de los alimentos ya venían sufriendo un impacto pronunciado
en sus costos afectados por el uso intensivo de los biocombustibles.
El incremento de los costos es un problema para el gobierno chino, en un país
donde este tipo de aumentos están ligados a disturbios sociales, indican
corresponsales.
Las medidas tomadas por el gobierno incluyen incentivos a los granjeros para que
críen más puercos.
En 2007, el gobierno chino elevó las tasas de interés seis veces en una apuesta
por mantener la inflación bajo control.