 |
Lawrence Lessig |
El renombrado profesor de derecho de Stanford, Lawrence Lessig, es una de las personalidades
más destacadas del mundo en el campo del derecho cibernético. Hoy nos habla sobre la audiencia de la FCC sobre
la neutralidad en la Red; Creative Commons [Bienes comunes creativos]; el auge de Google y sus esfuerzos por
influenciar la política pública; y Change Congress, su más reciente proyecto para encarar la corrupción en
Washington. Lawrence Lessig es fundador y codirector del Centro para Internet y Sociedad de la Escuela de
Derecho de Stanford y presidente del proyecto Creative Commons.
Por Amy Goodman y Lawrence Lessig - Democracy Now!
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
AMY GOODMAN: Los cinco comisionados federales de comunicaciones
realizan hoy una audiencia pública aquí, en la Universidad Stanford, para
discutir la neutralidad en la red y qué reglas debieran imperar en las
redes de Internet de alta velocidad. La neutralidad en la red es el
principio de que todos los sitios en Internet deberían ser accesibles por
igual para cualquier usuario de la Red.
El evento forma parte de la actual investigación de la FCC del bloqueo
del tráfico en la Red por parte de
Comcast. El gigante del cable está
acusado de disturbar el tráfico en vídeo subido por usuarios de la red
entre iguales [P2P]
BitTorrent. Las investigaciones
vienen como reacción a una queja presentada por el grupo de reforma de los
medios Free Press y una coalición de organizaciones de interés público.
La comisión ya realizó una audiencia pública en febrero en la
Universidad Harvard. Comcast fue obligada posteriormente a admitir que
había pagado a gente para que copara los asientos en la audiencia. Harvard
dijo que docenas de genuinos participantes se vieron obligados a estar de
pie afuera de la audiencia sin poder participar.
AMY GOODMAN: ¡Bienvenido a Democracy Now!
LAWRENCE LESSIG: Muy contento de estar aquí.
AMY GOODMAN: Háblenos de la audiencia de hoy y de su significado,
los temas que la FCC encarará.
LAWRENCE LESSIG: Bueno, la FCC enfrenta el hecho, primero, de que el
desarrollo de la banda ancha en EE.UU. ha sido terriblemente inferior, en
relación con otras naciones en competencia. Tenemos un acceso y servicio
muy deficiente en relación con nuestros competidores, y eso es un
problema, producido en gran parte por una mala política a nivel federal.
De modo que el tema particular en discusión actualmente es si los
dueños de las redes, que son cada vez menos a medida que ha aumentado el
alcance de nuestras redes y ha crecido el poder monopolista de las redes,
tendrán el poder de hacer melindres en escoger qué contenido y qué
aplicaciones se ejecutan en su red. La manera como fue edificada
originalmente la red Internet, fue hecha de tal manera que los dueños de
la red no tendrían un poder semejante, ningún control semejante, porque
estaba edificada para que diera todo el poder a la gente al borde de la
red, gente que utiliza la red. Pero lo que han hecho es construir
tecnologías en el centro de la red para darles la capacidad de decidir qué
clase de paquetes o qué tipo de aplicaciones funcionan y qué tipos no lo
hacen, qué mensajes les gustan, cuáles no. Y todo el problema de la
neutralidad en la Red es si el gobierno les permitirá ejercer el poder
técnico para comenzar a controlar qué tipo de red se desarrollará.
AMY GOODMAN: Así que explique lo que hace exactamente Comcast.
LAWRENCE LESSIG: Bueno, un problema es que en realidad no lo sabemos.
No han sido sinceros con nosotros sobre lo que estaban haciendo.
Lo que sucedió en este caso en particular es que hubo una afirmación de
que estaban bloqueando tráfico de BitTorrent, que es un tráfico
relacionado con el intercambio de archivos entre iguales, de modo que
cuando uno tiene archivos grandes y quiere distribuirlos en Internet, un
modo muy eficiente de hacerlo es mediante el tráfico entre iguales,
queriendo decir que mucha gente comparte el ancho de banda para
distribuirlos. Ahora bien, se afirmó que Comcast estaba bloqueando el
tráfico, e inicialmente dijeron que no lo hacían. Repetidamente dijeron
que no lo hacían. Y luego, cuando se demostró esencialmente que estaban
bloqueando el tráfico, dijeron: “Bueno, no estamos bloqueando el tráfico,
sólo estamos retardándolo.” Y lo estaban haciendo a través de la inserción
de pequeños mensajes en el tráfico de Internet para confundir al
recipiente y al remitente, básicamente para disturbar el tráfico.
Ahora bien, un hecho importante al respecto es que simplemente no
fueron sinceros, que costó eternamente para lograr que admitieran lo que
estaban haciendo en realidad. En segundo lugar, estaban haciendo algo que
la mayoría de los tecnólogos de la red dirán que no tiene nada que ver con
la preservación real de la eficiencia de la Red, sino que en realidad
tiene que ver con su capacidad de ejercer control sobre lo que sucede en
su red.
AMY GOODMAN: ¿Y en cuanto a la alta definición y poder llevarla al
ordenador?
LAWRENCE LESSIG: Bueno, la posibilidad de hacer eso dependerá primero,
del ancho de banda que se tiene a disposición y segundo, si la compañía de
cable que te sirve lo permite. Ahora, ése es exactamente el problema: si
tu ordenador puede comenzar a ser un dispositivo de vídeo de gran ancho de
banda, compite de modo bastante directo con el servicio de vídeo de una
compañía de cable, por el que tienes que pagar. Así que se puede
comprender el motivo por el cual una compañía de cable que suministra el
servicio de Internet puede pensarlo dos veces antes de permitir que el
servicio de Internet se convierta en un competidor con HBO o con las otras
cosas del cable por las que tienes que pagar. Así que ésta ha sido su
preocupación constante. Si los dueños de los cables comienzan a fastidiar
sobre los tipos de contenido que pasa por ellos, pueden bloquear la
competencia que es valiosa, tanto porque aumenta la diversidad de
contenidos disponibles y también porque posibilita que nuevos tipos de
aplicaciones suban a la Red.
AMY GOODMAN: ¿Qué significa exactamente “neutralidad de la Red”?
LAWRENCE LESSIG: Sí. Significa – es algo que debería ser muy familiar.
Hay que pensar en la red eléctrica. Bueno, si enchufas una televisión en
la red eléctrica, no te pregunta: “¿Es una televisión Sony o una
televisión Panasonic?” No te pregunta: “¿Es una tostadora hecha en EE.UU.
o una tostadora hecha en Japón?” Simplemente funciona. Simplemente
trabaja. Y es porque la red de electricidad es una red neutral en este
sentido. Uno cumple con los protocolos – cómo tiene que ser un enchufe y
cuánta electricidad se requiere – y funciona. Es la forma como solía ser
Internet. Solía ser que no importaba si era un buscador hecho por
Microsoft o un buscador hecho por Netscape o un buscador hecho por Mozilla.
Simplemente funcionaba porque los protocolos decían que si se respetan las
reglas, el sistema funciona.
Lo que sucede ahora es como si la compañía de electricidad, PG&E,
comenzara a controlar lo que puedes enchufar a la red eléctrica,
decidiendo qué televisiones permite y básicamente vendiendo el derecho a
ser un televisor en la red eléctrica. Así que dicen, por ejemplo, que si
quieres tener contenido de Internet en tu plataforma, vas a tener que
pagarnos por tener contenido de Internet en tu plataforma. Así que no
tiene que ver conque el consumidor tenga el poder de elegir lo que el
consumidor quiera ver. Tiene que ver conque el propietario de la red
también quiera que el consumidor lo tenga a su disposición. De modo que
cambia radicalmente lo que es Internet y lo convierte en algo mucho menos
vibrante y potencial para la democracia y la libertad de expresión.
AMY GOODMAN: Profesor Lessig, yo fui al
Googleplex el otro día, a la
central de Google en Mountain View. ¿Puede hablar sobre el enorme
crecimiento de esta compañía?
LAWRENCE LESSIG: Bueno, cuesta recordar que hace una década,
básicamente, esa compañía no existía. Comenzó como un experimento, aquí en
Stanford. Y lo que esta compañía hizo fue –
AMY GOODMAN: ¿Qué quiere decir con experimento en Stanford?
LAWRENCE LESSIG: Bueno, fue un puñado de estudiantes de postgrado en
Stanford que comenzaron a pensar en un modo diferente de hacer funcionar
un motor de búsqueda. Así que las primerísimas páginas de Google tienen al
pie “copyright Stanford University.” Fue un proyecto de Stanford. Después
evidentemente se fueron y lo convirtieron en el más exitoso negocio de
Internet hasta ahora.
Lo que han hecho es exactamente la visión de cómo se produce valor en
el Siglo XXI. Idearon una manera de agregar valor a lo que otros habían
producido por ahí. Así que el motor de búsqueda en Internet, Google, toma
contenido que existe por ahí en la Red y lo organiza de modo que hace que
la información sea mucho más valiosa de lo que sería de otra manera. Y han
creado un equipo con los tecnólogos más innovadores que han desarrollado
constantemente modos radicalmente nuevos de aprovechar el potencial de
Internet.
Ahora bien, lo han podido hacer porque en ninguna etapa tuvieron que
pedir permiso al dueño de la red. Si, al comenzar, Larry - Sergey Brin y
Larry Page hubiesen tenido que ir donde los propietarios de la red de
aquel entonces, AT&T, por ejemplo, y decir: “¿Podemos desarrollar esta
nueva tecnología para su red?” habría tardado años para que la compañía,
AT&T, llegara incluso a vislumbrar si esto iba a ser permitido, como si
hubieran ido a una compañía de cable y dicho: “Queremos abrir una nueva
estación de cable en su red,” habría tardado eternamente parta obtener ese
permiso.
Lo que Internet hizo, en la mayor parte de su historia, es decir a los
innovadores: “Si construyes la próxima trampa para ratones, aparecerá en
nuestra red.” Y lo que ocurre ahora es que los propietarios de la red
dicen básicamente: “No, queremos el derecho de decir si algo puede
aparecer en nuestra red o no. Ahora, confíen en nosotros. Elegiremos las
mejores aplicaciones, y aseguraremos que sea la mezcla apropiada de
expresión.”
Pero lo que Comcast ha demostrado aquí mismo es que de ninguna manera
se puede confiar en ellos. Si se confía en ellos, deforman lo que están
haciendo en realidad, se involucran en conducta que es contraria a lo que
dicen que están haciendo para mantener una red abierta. Y es el motivo por
el que se ha hecho crítico que la FCC establezca aquí un principio muy
claro, que se quiere una red, una red de Internet, que sea consecuente con
la manera como ha sido desde el principio mismo, y neutral y libre.
AMY GOODMAN: ¿Y le preocupa la cantidad de información personal que
posee Google?
LAWRENCE LESSIG: Sí, y pienso que a Google también les preocupa, porque
pienso que Google, como cualquier compañía que tiene que seguir
compitiendo, necesita un modo muy verosímil de representar al mundo lo que
hace – que lo que hace con datos son cosas en las que la gente debiera
poder confiar. Así que tiene un interés muy poderoso en mantener esa
reputación. Ahora bien, personalmente he sido un crítico de Google por
algunas de las maneras en las que han implementado sus políticas de
privacidad. Creo que a veces hemos sido insuficientemente perceptivos ante
algunos de estos temas. Pero una cosa que es importante en este caso es
que continúan dentro de un mercado con numerosos competidores que tratan
de crear un Google mejor o una mejor infraestructura, y que enfrentan esa
competencia.
Pienso que también preocupa que puedan desarrollarse hasta llegar a ser
tan poderosos en el mercado que el gobierno tenga que preocuparse sobre si
también van a tener demasiado poder de monopolio en relación a otros. No
veo que sea un problema ahora mismo, pero es algo potencial. Y pienso que
el papel del gobierno es asegurarse siempre de que el mercado siga
preservando una competencia que asegure que no haya que confiar en los
competidores, que hagan lo correcto porque el mercado lo exige.
AMY GOODMAN: ¿Y el tema de que compañías como Yahoo! entreguen
información personal, por ejemplo, a China?
LAWRENCE LESSIG: Sí, esto es extremadamente difícil, y pienso que lo
que las compañías tienen que hacer es decidir primero dónde debieran
basarse respecto a los valores del país en el que van a estar, porque
dondequiera vayan a estar, van a tener que cumplir con la ley. Ahora bien,
hubo un problema – un problema con Yahoo! – que fue si en realidad tenían
que ser tan eficientes en su cumplimiento de la ley. Pero la realidad es
que si vas a hacer negocios en un país, el gobierno de ese país tendrá la
capacidad de obligarte a revelar información relacionadas con los
servidores que están en tu país. Y pienso que las compañías, especialmente
en el contexto de Internet, tienen que preocuparse cada vez más de cómo
construyen su sistema, si quieren preservar y defender valores que, por lo
menos para nosotros, son valores tradicionales.
AMY GOODMAN: Creo que numerosas compañías tienen una cierta
flexibilidad de interpretación, una gran área para presionar ahora mismo
al gobierno de China, porque China es vulnerable. Quieren que los Juegos
Olímpicos vayan bien. Es una gran oportunidad para que las compañías
obtengan concesiones del gobierno.
LAWRENCE LESSIG: Así es. Pero creo que el gran problema que existe es
cuando se imagina a compañías como líderes en la formulación de políticas
públicas. Ya sabe, las compañías están en el negocio de ganar dinero. Y si
comenzamos a imaginar un mundo en el que confiamos en que compañías hagan
buenas políticas públicas, somos locos, porque hacen buenas políticas
públicas cuando tiene sentido para ellas que así sea desde una perspectiva
financiera, pero no lo harán cuando no tenga sentido para que lo hagan
desde una perspectiva financiera.
Y así, lo que necesitamos es una política pública que sea impulsada por
el público, por instituciones en el público, que fije las reglas que
lleven a las compañías a hacer lo que sea correcto. Así que pienso que es
adecuado que el gobierno de EE.UU. decida si ¿queremos imponer
requerimientos a nuestras compañías para hacer que cumplan con estándares
que consideramos importantes? Y esa es la pregunta, no si queremos
humillar a Google o humillar a Yahoo! para que se comporten, lo que
simplemente podría no ser consecuente con [inaudible] –
AMY GOODMAN: Profesor Lessig, hable de Creative Commons. ¿Qué es?
LAWRENCE LESSIG: Bueno, Creative Commons fue una reacción, una reacción
privada, a lo que consideramos como una regulación demasiado sobrecargada
en cuanto a los derechos de autor. Así que la mayoría de la gente en
Internet pondría su trabajo a disposición, y su expectativa era: quiero
que puedas compartir esto, o quiero que puedas volver a mezclar esto, tal
vez no con propósitos comerciales, pero quiero que hagas algo con ello.
Bueno, la ley de derechos de autor decía: bueno, la única manera como
puedes hacerlo es si consigues permiso primero. Y, por cierto, esto creó
una inmensa cantidad de inseguridad y peso.
Lo que Creative Commons hace es dar a la gente una manera simple de
identificar su trabajo creativo con las libertades que desea que conlleve.
Así, por ejemplo: podéis, digamos, compartir mi trabajo, volver a mezclar
mi trabajo, mientras sea para propósitos no comerciales. Y lo que eso
logra es dejar claro y simple para la gente que utilice Internet de la
manera como la mayoría de nosotros pensó que sería utilizado, sin
preocuparse por pesadas regulaciones o una pesada inseguridad en cuanto a
la ley de derechos de autor. Así que lo lanzamos hace unos cinco años, y
dependiendo de como se cuenta, hay más de cien millones de diferentes
objetos por ahí que ahora van marcados con una licencia de Creative
Commons. El proyecto es ahora importado por cuarenta países en todo el
mundo.
Y es verdaderamente un movimiento de artistas y creadores que dicen que
no quieren el extremo control que los derechos de autor dan a Hollywood y
a las exigencias de Hollywood; queremos un sistema más equilibrado. Por
cierto, a veces no queremos regalar todo lo que tenemos, porque debemos –
sabes, somos artistas, tenemos que ganar dinero en algunos contextos. Pero
ciertamente queremos posibilitar que la gente pueda compartir y aprovechar
su trabajo.
AMY GOODMAN: Profesor Lessig, explique su proyecto Change Congress.
LAWRENCE LESSIG: Change Congress trata de aplicar la misma idea al
problema de la reforma del Congreso. Una cosa de la que nos hemos
convencido es que nuestro gobierno ha sido tan comprometido por esta
dependencia que existe entre miembros del Congreso y los que financian su
elección, que hay una falta fundamental de fe del público en lo que hace
nuestro gobierno. Estaba considerando presentarme para el Congreso aquí en
California, y descubrimos que un 88% de los demócratas creen que el dinero
compra resultados en el Congreso. Ahora bien, no creo realmente que eso
sea verdad, pero lo que dice es que la gente simplemente cree que este
sistema tiene que ver con el dinero.
Así que lo que Change Congress hace es dar a candidatos y miembros,
como Creative Commons, la posibilidad de identificarse como reformadores,
quiero decir uno – algo como una licencia de Creative Commons; uno puede
obtener una identificación de Change Congress que dice: No voy a aceptar
dinero de cabilderos o de
PACs [Comités de Acción Política].
Creo en el financiamiento público para elecciones públicas, quiero abolir
las asignaciones, y creo en el aumento de la transparencia en el Congreso.
Y uno comienza a identificar a miembros que adoptan esta posición. Y vamos
a crear una especie de
EMILY’s List para financiar e
impulsar el apoyo a esos candidatos, para que podamos obtener un nivel
mucho más fuerte de apoyo en el Congreso.
Ahora mismo, todo el debate es sobre Barack Obama o Hillary Clinton o
John McCain.
Pero sucede que la única manera como puede tener lugar una verdadera
reforma es si sucede en el Congreso. Y, por lo tanto, lo que tenemos que
hacer es comenzar a aclarar cómo logramos un congreso comprometido a
reformarse, para que podamos comenzar a posibilitar que dentro del
Congreso tenga lugar una verdadera reforma.
AMY GOODMAN: ¿Cómo ve el papel de los medios en la reforma del
gobierno?
LAWRENCE LESSIG: Bueno, pienso que los medios de información deben
hacer más, profundizar. Por lo tanto, no estoy seguro si usted lo hizo
público, pero cuando comenzó esta entrevista usted dijo: “Sin anuncios de
publicidad.” Es la primera vez que he estado en un contexto mediático y se
ha dicho “sin anuncios de publicidad,” porque todo el enfoque de los
medios es, ¿cómo presento un show que pueda mantener la atención ADD
[trastorno por déficit de atención] durante, sabe, diez o cinco minutos? Y
eso crea un contexto en el que es imposible lograr que la gente piense en
algo mucho más sustancial que, sabe, lo que me pasa a mí con los titulares
del New York Times o Google News. Así que, pienso que los
medios tienen que encontrar formas de involucrar a la gente en esta
historia.
Así, por ejemplo, este tema de Change Congress tiene que ver con cómo
hacemos que funcione el proceso. No tiene que ver con cómo logramos que
los demócratas amen a los republicanos. Creo que tenemos que tener
verdaderas batallas entre los dos partidos por temas sustantivos.
AMY GOODMAN: Odio decirlo, pero nos quedan cinco segundos.
LAWRENCE LESSIG: OK, así que ayúdenos a explicar algo más. Va a tomar
más de diez segundos.
AMY GOODMAN: Bueno, espero que usted nos ayudará volviendo a
Democracy Now!
Y eso será todo en la emisión
de hoy.