Jean
Ziegler, relator especial de la ONU sobre el Derecho a los Alimentos, dijo al
periódico Kurier am Sonntag que la expansión de los biocombustibles, la
especulación en el mercado de materias primas y los subsidios a las
exportaciones de la Unión Europea significan que Occidente es responsable de
la hambruna masiva en los países más pobres.
Ziegler señaló que estaba obligado a mostrar la "locura" de la gente que
cree que la hambruna depende del destino.
"La hambruna no ha tenido relación con el destino desde hace mucho -tal como lo
pensó (Karl) Marx. Es más bien como si detrás de cada víctima hubiese un
asesinato. Esto es un asesinato en masa silencioso", dijo en una entrevista.
El relator culpó a la globalización por "monopolizar las riquezas de la
Tierra" y dijo que las multinacionales eran responsables de un tipo de
"violencia estructural".
"Y nosotros hemos oído de operadores de mercado, de especuladores y bandidos
financieros que se han vuelto locos y han construido un mundo de inequidad y
horror. Tenemos que detener esto", afirmó.
Ziegler dijo que cree que un día la gente que sufre la hambruna podría
levantarse contra sus perseguidores. "Es tan posible como lo fue la
Revolución Francesa", concluyó el funcionario.
El
FMI acaba de advertir que la crisis
mundial es mayor de lo que se preveía,
y que su mayor impacto se va a reflejar en las áreas más dolarizadas del
mundo dependiente, principalmente en América Latina.
La ONU, el Banco Mundial, la mayoría
de los expertos y últimamente el G-8, vienen advirtiendo sobre el peligro de
estallidos sociales a escala global que podrían generarse por el impacto de
los precios del petróleo sobre el costo de los alimentos en los países más
pobres de Asia, África y América Latina.
El jefe del FMI, Strauss-Kahn,
alertó la semana pasada sobre las calamitosas consecuencias del aumento continuo
en los precios de los alimentos.
"Miles, cientos de miles de
personas padecerán hambre. Los niños sufrirán de malnutrición, con consecuencias
por el resto de sus vidas", señaló a la prensa, advirtiendo que la crisis
social causada por la inflación en los precios de los alimentos ya esta
desencadenando conflictos sociales a nivel mundial.
En una reunión en Washington, Estados
Unidos, el FMI pidió que se tomen fuertes medidas en contra del aumento de los
precios y de la crisis financiera internacional.
El domingo 7 de abril, los ministros
de las ocho naciones industrializadas (G-8,
grupo formado por los 7 países
industrializados más importantes del mundo, más Rusia) reunidos en Tokio,
realizaron un llamamiento a emprender acciones urgentes que reduzcan los
disparados precios de los alimentos que dañan y perjudican a las naciones en
desarrollo y a las clases sociales más pobres y postergadas.
"El problema de la comida afectará
directamente a la vida de los pobres. Hemos alcanzado una determinación
común y es que necesitamos adoptar los pasos necesarios", dijo el ministro de
Exteriores japonés, Masahiko Komura, que presidió la reunión, en una rueda de
prensa conjunta de los ministros del G-8.