Un atentado con bomba contra un autobús dejó al menos diez
muertos y 24 heridos, en su mayoría militares, este miércoles en pleno centro de
Trípoli, la gran ciudad del norte de Líbano que ya estaba enlutada por
mortíferos enfrentamientos entre las comunidades sunita y alauita.
Este atentado tuvo lugar el mismo día de la visita a Siria
del presidente Michel Suleiman, la primera de un jefe del Estado libanés desde
la retirada siria de Líbano, en 2005. El general Suleiman dejó su cargo de jefe
del ejército para ser electo presidente de la República, en mayo pasado.
'Diez libaneses, incluyendo a siete soldados del ejército
libanés, murieron y 24 fueron heridos en el atentado', que se produjo en la
calle Massarif, en el centro de Trípoli, declaró un responsable de la seguridad
que solicitó el anonimato.
La explosión se produjo por la mañana, a poca distancia de un
autobús que transportaba a soldados libaneses entre sus pasajeros, según un
corresponsal de la AFP en el lugar.
La fuerza de la explosión lanzó trozos de cuerpos a los techos
de las viviendas cercanas. Miembros de la Cruz Roja Libanesa, enviados al lugar,
evacuaban a los heridos en decenas de ambulancias.
Según las primeras estimaciones, la bomba estaba compuesta por
'20 kilos de material explosivo', indicó el responsable de la seguridad.
'Todavía no se estableció si la bomba fue activada a distancia o por un sistema
de minutería', dijo esta fuente.
Este ataque se produjo en una calle comercial de Trípoli donde
hay más de siete sucursales de bancos, a 1,5 km del barrio de Bab al Tebbaneh,
donde se produjeron los enfrentamientos que afectaron regularmente a la ciudad
desde el mes de mayo.
El diputado de Trípoli, Mesbah al Ahdab, declaró a la radio
libanesa: 'Ahora el blanco son el pueblo y el ejército, antes eran los
diputados'. Ahdab se refería a una serie de atentados perpetrados contra
diputados y personalidades públicas en los tres últimos años y que fueron
atribuidos por la mayoría libanesa antisiria a Siria.
Este atentado tuvo lugar un día después del voto de confianza
del Parlamento libanés al gobierno de unión nacional dirigido por Fuad Siniora.
El gobierno de Siniora se formó el 11 de julio, después de una prolongada crisis
política entre la mayoría, apoyada por Occidente y la mayor parte de los países
árabes, y la oposición, aliada de Siria e Irán. En mayo, esa crisis degeneró en
violentos combates, que dejaron 65 muertos, y el país estuvo a punto de hundirse
en una nueva guerra civil.
Desde el mes de mayo se produjeron enfrentamientos en Trípoli
entre las comunidades sunita y alauita, una rama del chiismo, que dejaron 23
muertos. El ejército envió refuerzos a las zonas de los enfrentamientos, el
barrio alauita de Jabal Mohsen -cuyos habitantes apoyan mayoritariamente a la
oposición dirigida por Hezbolá- y Bab al Tebbaneh, de mayoría sunita y bastión
de la mayoría antisiria.
En Trípoli, el antagonismo entre esas dos comunidades se
remonta a la época de la guerra civil (1975-1990), cuando Bab al Tebbaneh se
había convertido en un refugio para los habitantes de la ciudad siria de Homa,
devastada en 1982 por el régimen del ex presidente Hafez al Assad después de una
insurrección islamista. En 1986, las fuerzas sirias, que ocupaban Líbano,
entraron en Bab al Tebbaneh, matando a 300 personas con la ayuda de los alauitas
de Trípoli.
Las relaciones entre Líbano y Siria, la antigua potencia de
tutela en Líbano, se deterioraron después de la retirada de las tropas sirias en
abril de 2005, dos meses después del asesinato del ex primer ministro libanés
Rafic Hariri en Beirut.