Los israelíes no pueden viajar a
Cisjordania ni los palestinos a Israel sin permiso. Eso no impidió a
Zvi Schreiber, residente de Jerusalén, crear una empresa tecnológica
con empleados a ambos lados de la frontera.
Por Peter Hirschberg -
IPS
Su compañía realiza todas las tareas de programación en la central ciudad
cisjordana de Ramalá y el marketing y la logística en la localidad israelí de
Modi'in.
"Siempre quise contribuir a la creación de oportunidades de trabajo y al
crecimiento económico en un lugar como Ramalá", relató Schreiber, de 39 años.
El empresario nació en Gran Bretaña y se mudó a Israel a los 12 años.
Su empresa, G.ho.st ("fantasma", en inglés, pero también el acrónimo de Global
Hosted Operating System), ofrece un sistema operativo radicado en Internet que
permite almacenar archivos, guardar documentos y pone a disposición un
escritorio virtual.
En su página de inicio, G.ho.st se define como una "computadora virtual gratis y
en línea para todo ser humano"
"Es un Windows en línea", explicó Schreiber, quien tiene un doctorado en
ingeniería de sistemas, en referencia al sistema operativo para computadoras
creado por la firma multinacional estadounidense Microsoft.
"No estás atado a una computadora. Todo está disponible desde cualquier lugar
del mundo donde puedas conectarte a Internet", sostuvo.
G.ho.st es el tercer emprendimiento de Schreiber.
El primero fue la plataforma llamada Tradeum. En 2000, en medio del primer auge
de Internet, vendió sus acciones en 508 millones de dólares.
El segundo, Unicorn Solutions, dedicado a la gestión de datos para grandes
empresas, fue vendido a la corporación estadounidense de informática IBM por una
cifra que el propio Schreiber considera considerablemente más modesta que la
obtenida por Tradeum.
Por cuestiones de seguridad, los 40 palestinos que trabajan en G.ho.st se
comunican con sus compañeros israelíes mediante vídeo conferencias.
Para reunirse con ellos en persona, Schreiber se dirige a una gasolinera cerca
la oriental ciudad cisjordana de Jericó y del mar Muerto.
"Es surrealista", exclamó Schreiber. "Hay camellos. Estás en medio del
desierto."
El empresario explicó a IPS que los empleados palestinos tienen la opción de
poseer acciones de la empresa. No se trata simplemente de "deslocalizar" el
trabajo de programación a un lugar más barato, como lo hacen muchas empresas de
alta tecnología.
"Israelíes y palestinos forman parte del mismo equipo", subrayó.
"Si sólo quisiera reducir costos, podría haber ido a India o Europa oriental.
Pero quiero intentar, y crear, puentes para que israelíes y palestinos
trabajemos juntos, hacer algo juntos que no tenga nada que ver con el
conflicto", señaló.
El tipo de plataformas que ofrece G.ho.st tiene parangones prestigiosos. Los
buscadores Google y Yahoo ofrecen servicio de correo electrónico en línea.
Además, el primero puso a disposición el Google Documents, un procesador de
texto también en línea.
Pero Schreiber sostuvo que ninguno de ellos brinda el tipo de ambiente que él
ofrece, registrándose una sola vez, como lo hace G.ho.st.
El propio sitio web de G.ho.st muestra un parangón entre el servicio que brinda
y las peculiares circunstancias políticas en las que opera el emprendimiento.
"Los sistemas operativos tradicionales te encierran en un muro con tu
computadora", indica. "Muchos servicios en línea te encierran, también, en un
nombre de usuario, en una clave, en un sistema de archivos. G.ho.st atraviesa
muros: su tarea es trascender esas barreras para brindarte un ambiente
informático disponible para ti desde cualquier computadora, y trabaja
coherentemente con todos los servicios web."
"En un sentido más literal", agrega, "el equipo de G.ho.st trasciende la barrera
de casi 700 kilómetros que Israel construyó en Cisjordania. El muro divide
físicamente el equipo en dos. Creemos que Internet y la colaboración entre seres
humanos trasciende todas las fronteras físicas."
En abril de 2007 fue lanzada la primera versión de G.ho.st, pero desde entonces
aumentó su rapidez y se le agregó lo que Schreiber llamó "buenos programas de
Internet", como una mensajería instantánea que permite a los usuarios
comunicarse entre sí mediante diferentes redes.
G.ho.st tiene 70.000 usuarios. Schreiber aseguró que ingresan miles de registros
al día. Y ya empezó a cosechar aplausos.
En mayo, la de este sitio fue una de las cinco nuevas tecnologías elegidas para
ser lanzada en el prestigioso encuentro digital All Things Digital Conference,
organizada por el diario estadounidense The Wall Street Journal.
Schreiber explicó que gran parte del interés inicial en G.ho.st procedió de los
mercados emergentes.
"Los usuarios de esos países no suelen tener escritorios propios", es decir, en
sus propias computadoras, explicó. "Muchos se conectan a Internet desde ciber-cafés.
Nuestro sistema es libre. No hay que descargarlo y es posible acceder a él desde
cualquier sitio."
Desde que Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP)
firmaron los acuerdos de Oslo en 1993, se habló y escribió mucho acerca de la
prosperidad económica de Cisjordania y Gaza como requisito para un proceso de
paz exitoso y duradero.
El actual presidente israelí Shimon Peres, que por esos años fue canciller y
primer ministro, se refirió a mediados de los años 90 a un "Nuevo Medio Oriente"
donde la paz y la prosperidad fueran de la mano.
Pero israelíes y palestinos se hablan desde hace ya 15 años a punta de pistola y
la posibilidad de que ésta sea una región pacífica y próspera se hizo trizas.
Con G.ho.st, Schreiber puede estar empezando a dar nueva vida, por lo menos, a
parte de aquella visión.
G.ho.st también empieza a ser modelo para otras compañías israelíes.
Schreiber señaló que varias empresas de alta tecnología lo han consultado sobre
su trabajo con palestinos.
Algunas, de hecho, ya comenzaron a hacerlo y "deslocalizaron" el trabajo de
programación a Ramalá y sus alrededores.
"Queremos ser un modelo para otros y creo que estamos empezando a serlo",
remarcó Schreiber.