El primer ministro israelí, Ehud Olmert,
aprobó el domingo 9 la
construcción de 750 nuevas casas en la colonia de Givat Zeev, en
Cisjordania. En un comunicado, el ministro de Vivienda israelí, Zeev Boim,
explicó que la decisión ya estaba tomada desde 1999 y había sido paralizada con
el estallido de la Intifada en setiembre del 2000.
El ministro descartó la versión según la cual la decisión tendría relación con
el atentado en el que fueron masacrados 8 alumnos de una escuela religiosa el
jueves en Jerusalén, en alusión al reclamo de grupos de derecha y de colonos
que llamaron a levantar 8 nuevas colonias en Cisjordania en memoria de los
asesinados.
Consultado por Clarín, el jefe negociador palestino, Saeb Erekat,
condenó la decisión israelí, a la que calificó de "una acción provocativa por
parte de Israel que demuestra su intención de fortalecer aún más su ilegal
ocupación en territorio palestino".
"Quien toma esta decisión a horas de decidir el gobierno palestino volver a la
mesa de negociaciones atenta contra la paz", condenó Iariv Hoppenhaimer, jefe
del movimiento pacifista israelí Paz Ahora.
El partido religioso Shas, miembro del Ejecutivo, había amenazado con
abandonar la coalición de gobierno si no se aprobaba la construcción en esa
colonia, próxima a Jerusalén.
El titular de Vivienda justificó que la construcción de "centenares de
unidades de viviendas responde a las necesidades demográficas de Jerusalén".
Boim festejó la posibilidad de lograr el visto bueno de los colonos para la
evacuación de 18 (de un total de más de 100) colonias "piratas" a cambio de la
construcción del nuevo barrio, como parte de la solución política del gobierno
basada en la evacuación de la mayoría de las colonias lejanas y el
fortalecimiento de centros coloniales en zonas cercanas a Jerusalén.