Cuando el presidente Nicolas Sarkozy llamó a refundar las
instituciones de Bretton Woods en medio del tsunami de los mercados y cargó
contra "la locura" especulativa del actual sistema financiero, la crisis
comenzó a sentirse en la economía real en Europa con el anuncio de una ola de
despidos en Renault y Hewlett Packard y restricciones serias en los créditos
inmobiliarios en los bancos. "La actual crisis tendrá consecuencias en los
meses que vienen sobre el crecimiento, el desempleo, el poder de compra. Decir
la verdad a los franceses es decir que la crisis no ha finalizado, que las
consecuencias serán durables, que Francia está demasiado comprometida en la
economía mundial para que se pueda pensar que puede estar al abrigo de los
hechos que están en tren de modificar el mundo", dijo el presidente Sarkozy,
en su esperado discurso desde Toulon, el jueves por la noche.
Luego de caracterizarla como "una crisis sin equivalentes después de los años
1930", Sarkozy atacó el sistema financiero y "los especuladores que se
enriquecieron en desmedro del trabajo y la economía real". "Este sistema no es
la economía de mercado, esto no es el capitalismo", dijo el presidente y ex
ministro de economía francés, para explicar las perversiones en el sistema sin
regulación, que permitió llegar a la actual catástrofe.
"La idea de que toda la potencia del mercado no debería ser contrariada por
ninguna regla, por ninguna intervención política, era una idea loca",
diagnosticó, para anunciar "las enseñanzas de la crisis" y convocar a los
europeos a tratarla en el próximo Consejo de Europa, en Bruselas, el 14 de
octubre.
Los diagnósticos de Sarkozy llegaron después de que las grandes compañías
anunciaron sus planes de racionamiento de personal para enfrentar la crisis,
la caída de demanda y la inminente recesión en Europa. La empresa francesa
Renault anunció la supresión de 2.000 puestos de trabajo en 19 países
europeos, incluidos 900 en Francia. A ella se sumó el gigante informático
Hewlett Packard, que proyecta terminar con 9.330 empleos en Europa, incluidos
en un plan más amplio que abarca la supresión de 24.600 puestos. El plan de
Renaut se suma a la eliminación de 4.000 empleos anunciados el pasado 9 de
septiembre.
Numerosas organizaciones sindicales en Francia llamaron a la movilización
contra el proyecto. Un grupo de asalariados de Renault en la fábrica de
Sandouville marchó y bloqueó la zona industrial de Le Havre, en protesta ante
la eliminación de 1.000 empleos en la línea de producción que fabrica el
modelo Laguna. Los empleados de Cleon, Flins, Douai y Le Mans se sumaron a la
protesta. Los asalariados de Sandouville iniciaron una huelga hace tres días y
las manifestaciones de ayer provocaron enormes embotellamientos en Le Havre.
En Europa, los países más afectados por los despidos de Renault serán Italia,
Gran Bretaña, y Holanda.