El Gobierno británico
debería expulsar a los inmigrantes cualificados no comunitarios una vez que
expiren los cuatro años de su visado de trabajo con el fin de controlar el
crecimiento de la población y aliviar la presión sobre los servicios públicos,
según un informe parlamentario.
IAR Noticias /
EFE
En la actualidad, la gran mayoría de inmigrantes no comunitarios que tienen
visados laborales se quedan en el país después de que expire y son
autorizados a asentarse de forma permanente.
El documento, elaborado por diputados de distintos partidos, será difundido el
lunes con motivo del lanzamiento de una nueva comisión parlamentaria sobre
inmigración, que será dirigida por el laborista Frank Field y el conservador
Nicholas Soames.
Los autores del texto creen que sus propuestas permitirían que la población de
Inglaterra, actualmente en 51 millones de personas, creciera hasta los 65
millones para el 2050 y no hasta los 78,6 que prevén las proyecciones
actuales.
En el estudio, los parlamentarios plantean que se necesitaría construir siete
nueve ciudades del tamaño de Birmingham para albergar a los siete millones de
nuevos habitantes que se espera que vivan en el país para el año 2031.
Asimismo, destacan la carga que la inmigración está suponiendo para los sistemas
de educación, salud y transporte y hacen un llamamiento al Gobierno para que
equilibre el número de inmigrantes que llegan con los que salen.
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