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Jean-Claude Trichet, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), preocupado por la desaceleración de la economía europea. |
La economía
comunitaria europea sufre el peso de la fortaleza del euro, los altos precios de
los alimentos y la energía, el ajuste del crédito y una desaceleración cada vez
más evidente en otras economías desarrolladas como EEUU, Alemania y
España.
La inflación de la zona euro alcanzó
un 4,1 por ciento en julio, marcando un nuevo récord anual tal y como
estaba previsto, según mostraron datos preliminares publicados el jueves por
Eurostat.
Pese al elevado dato de inflación, expertos dijeron a Reuters que el débil
panorama económico podría desalentar un nuevo incremento de tipos de interés
del Banco Central Europeo (BCE) este año.
El crecimiento de los precios en el área del euro de 15 naciones se aceleró
desde el 4,0 por ciento de julio, alejándose aún más de la meta del BCE de
lograr una inflación levemente inferior al 2 por ciento.
El IPC de julio marcó el mayor aumento de la inflación para el área monetaria
desde que comenzaron las mediciones en 1997.
Analistas encuestados por Reuters habían previsto que la inflación de julio se
elevara a 4,1 por ciento, impulsada por la escalada de los precios de la
energía y los alimentos.
"Sí vemos un techo en la inflación que probablemente se alcanzó con el 4,1 por
ciento de julio. Los actuales precios del petróleo sugieren que la inflación
estará debajo del 3,5 por ciento para finales de año", dijo Holger Schmieding,
economista de Bank of America.
Por separado, el desempleo de la zona euro aumentó en contra de las
previsiones, otra señal de una economía que se enfría.
Eurostat revisó al alza la tasa de desempleo para mayo, hasta el 7,3 por ciento
desde una lectura anterior de 7,2 por ciento y dijo que la cifra se mantuvo
estable en junio. Los economistas habían previsto que el desempleo de junio se
ubicara en el 7,2 por ciento.
La economía comunitaria carga con el peso de la fortaleza del euro,
los altos precios de los alimentos y la energía, el ajuste del crédito y una
desaceleración cada vez más evidente en otras naciones industrializadas.
Los economistas dijeron que si bien la alta cifra de inflación podría revivir
las versiones sobre una segunda alza de tipos del BCE este año, el escenario más
probable era que el banco se abstenga de un incremento.
"Como los precios del petróleo bajaron de su máximo y cobra impulso la tendencia
a la baja de la actividad económica, reduciendo las presiones inflacionarias a
mediano plazo, el camino más probable para los tipos de interés es que se
mantengan durante el resto del año", dijo a Reuters Martin van Vliet, economista
de ING Bank.