Millones de italianos se están envenenando desde hace años con un
vino que es un cóctel homicida que los está matando con productos
cancerígenos y seriamente malsanos de la salud. Se trata de la más grande
operación de fraude alimentario de la historia del país que llega, según los
investigadores, a los 70 millones de litros de vino.
Por Julio Algañaraz - corresponsal en Roma, Clarín
Es una mescolanza de productos químicos, fertilizantes y hasta gotas de ácido
muriático para "pichicatear" el azúcar agregado.
La gente cree que lo que toma es un vino muy barato, que paga entre 0,70 y 2
euros, una bicoca. Pero de uva bebe solo una quinta parte, según lo denunciado
por una investigación del semanario L'Espresso, que revela que las
mafias están detrás de un gigantesco sistema industrial de fraude que se
extiende por muchas regiones italianas.
El falso vino se sigue vendiendo en muchos almacenes, supermercados,
restaurantes y "trattorías" de la península.
Al menos hay veinte bodegas mezcladas en la distribución del falso vino,
presentes en ciudades del norte y centro italiano, como Brescia, Bolonia,
Perugia, Verona y Udine. Pero no son las únicas. El sistema criminal ha
funcionado a la perfección durante años y los productores -explica
L'Espresso- se ahorran hasta 90% del precio.
En Italia hay 700 mil empresas vitivinícolas, que manejan un negocio de 10
mil millones de euros. La producción en 2007 fue de 40,5 millones de
hectolitros.
No se sabe bien aún, porque están en marcha los procesos "secretados", quiénes
son los responsables (no hay nombres de arrestados) de este desastre, que se
produce justo cuando han estallado otros dos casos.
En primer lugar los secuestros de muzzarella de búfala contaminada con
dioxina en la zona en torno a Nápoles. Y por otro lado el descubrimiento de la
degradación de la calidad del muy prestigioso y célebre Brunello de Montalcino,
un vino de muy alta preferencia que se vende después de cinco años de
añejamiento.
Siete millones de botellas fue la producción del año pasado, de las cuales un
cuarto fueron exportadas a los Estados Unidos.
El Brunello es un vino con mucha personalidad, que se hace sentir, y algunos
productores (la Policía investiga en 13 bodegas) habrían decidido hacerlo "más
facil" mezclando otras buenas uvas a las del tipo Sangiovese, que deberían ser
las únicas del Brunello, plantadas en la zona de Montalcino, en la región
toscana.
Así habrían entrado clandestinamente en el gusto uvas Merlot, Sauvignon y de
otros tipos, especialmente para atraer el gusto mas convencional de clientes
extranjeros, tipo los japoneses, que quieren todos los años comprar la
producción entera de Brunello y no los dejan.
Ultima novedad en esta Italia de los fraudes alimentarios. En Nápoles se ha
descubierto que la camorra, la mafia local, controla muchas panaderías donde
se hace un pan muy sabroso, cocido alimentando el fuego sin reglas. El pan
de la camorra cuesta menos y es publicitado como genuino, según afirma la
edición de L'Espresso.
Para cocinarlo se usan todo tipo de descartes, hasta maderas pintadas y
cortezas de maderas tratadas con antiparasitarios.
La Policía, que ha inspeccionado 400 panaderías de Nápoles y alrededores
descubrió que incluso fueron utilizados para alimentar el fuego dos
féretros desenterrados. Muchos hornos en Nápoles son clandestinos y en
todos se produce el llamado "pan negro" bajo el control de la camorra.