El Índice Compuesto de Shanghai
tuvo el lunes 4 su mejor jornada desde 2005 y llegó a los 4.672,17 puntos, luego de
meses de debilidad en el mercado.
Señales de que una congestión en el transporte se estaba aliviando luego de
semanas de nevadas continuas, y el auge de las acciones el viernes en Nueva York,
ayudaron a motivar a los inversionistas a comprar, antes que comience la semana
de fiesta por el año nuevo lunar. Sin embargo, tal vez el mayor factor, dicen
los analistas, es la percepción entre los inversionistas de que Beijing está
tomando medidas para estimular el mercado al aprobar por primera vez en varios
meses nuevos fondos mutuos.
Aunque los Juegos Olímpicos no fueron la razón principal detrás del repunte del
lunes, muchos inversionistas dicen que las expectativas de un apoyo similar
antes del evento son una fuente de confianza, pese a que el índice aún se
encuentra un 23% por debajo de su máximo de octubre cuando algunos de los
principales indicadores del mundo alcanzaron su punto más alto.
La confianza en las Olimpiadas es un recordatorio de que la base más poderosa de
inversionistas de China, decenas de millones de individuos, a menudo adoptan
estrategias poco convencionales. Pero la teoría también refleja un
reconocimiento de que el gobierno a menudo influye en el mercado tanto como las
fuerzas económicas. De hecho, fue el gobierno, en la forma de un cambio radical
en la estructura accionaria de las compañías en bolsa, el que encendió el
mercado chino a mediados de 2005.
La teoría de los Juegos Olímpicos sostiene que el gobierno tiene el deseo y los
medios para asegurarse de que todo en China, desde la calidad del aire de
Beijing al índice de Shanghai, luzcan presentables ante una audiencia mundial.
Pocos creen que Beijing comprará a‐cciones para apuntalar el mercado si
éste cae demasiado, aunque podría ordenar a las compañías estatales que lo
hagan. Sin embargo, Beijing tiene una reserva de otras opciones políticas que
también podrían ser poderosas, desde permitir más inversión extranjera a
bloquear la recaudación de fondos por parte de empresas chinas.
El lunes, los inversionistas recibieron la buena noticia de que los reguladores
aprobaron el primer lanzamiento de fondos mutuos desde agosto, el cual podría
canalizar hasta US$2.000 millones a las acciones. La semana pasada, China
Railway Construction Corp. canceló su gira promocional para su planeada emisión
de hasta US$4.000 millones en acciones, después de una demora para obtener la
aprobación de la venta por parte de los reguladores, de acuerdo con una fuente
al tanto. El gobierno también podría estimular al mercado tan solo al expresar
públicamente su apoyo, aunque es algo que ha sido reacio a hacer recientemente.
Los principales líderes rara vez han mencionado el valor de las acciones desde
principios de 2005, en comparación a sus preocupaciones sobre el impacto
financiero de las tormentas de nieve y el aumento en el precio de la carne de
cerdo.
Existe un precedente internacional para sustentar esta teoría. En todos salvo
uno de los últimos cinco Juegos Olímpicos, comenzando con Seúl 1998, las
acciones han subido, a veces dando grandes saltos, en el país sede durante el
año olímpico. La excepción es el índice IBEX 35, de la Bolsa de Madrid, que cayó
6% en 1992, cuando se realizaron los Juegos de Barcelona.
En las cuatro ocasiones desde 1904 en que los Juegos han sido celebrados en
Estados Unidos, el Promedio Industrial Dow Jones ha subido dos veces y ha
perdido terreno las otras dos.
Esta visión ha sido propugnada en algunos de los círculos de poder de China. La
historia prueba que "las Olimpiadas impactan sobre el mercado bursátil al
afectar la economía y la confianza de la gente", argumentó una editorial en el
Shanghai Securities News, el 15 de enero, la cual fue reproducida ampliamente.
El diario, publicado por los reguladores de valores, explicaba que los Juegos
proveen su principal impulso al mercado en los 18 meses que preceden al evento y
el efecto se desvanece para el segundo año después de los Juegos.
Incluso, si el índice Compuesto de Shanghai no se mueve entre este momento y el
inicio de los Juegos, programado para el 8 de agosto, registraría una ganancia
de 72% para esos 18 meses.
El mercado de Shanghai y su contraparte en Shenzhen están en gran parte cerrados
a los inversionistas extranjeros. La capitalización total de mercado de Shanghai
el lunes, era de aproximadamente US$3,31 billones, un descenso frente a los US$3,83
billones que alcanzó en su punto más alto de finales del año pasado.