En unos pocos meses, el
comando conjunto militar de Estados Unidos con jurisdicción en
África estará operando a pleno.
Por
Lawrence Delevingne
- IPS
Pero pulir y poner en orden la imagen del Africom,
como se conoce al comando por sus siglas en inglés, está demostrando
ser tan complicado como colocar al personal y el equipamiento en su
lugar. Las controversias han rodeado a esta iniciativa desde un
comienzo y nada indica que vayan a desaparecer en el corto plazo.
La creación del Africom, que estará funcionando a pleno en octubre,
fue anunciada por el Departamento (ministerio) de Defensa de Estados
Unidos en febrero de 2007, y fue presentado como una nueva
estructura para coordinar los intereses militares y de seguridad de
Washington en África, que estaban a cargo de otros tres comandos
regionales.
Aunque los funcionarios estadounidenses presentaron el tema como una
simple cuestión de reorganización operacional, muchos analistas
vieron la iniciativa como el punto de partida de una creciente
presencia militar de Washington en el continente, para asegurar el
acceso a sus recursos, controlar la ascendente presencia de China y
reforzar las acciones contra el terrorismo.
En 2007, Estados Unidos compró en África casi 21 por ciento de sus
importaciones de petróleo, proporción superior a la correspondiente
a los países productores del Golfo Pérsico (o Arábigo), según datos
de la Administración de Información de Energía, el organismo
estadístico oficial de Washington en esta materia.
El gubernamental Consejo Nacional de Inteligencia estima que la
cuarta parte de las importaciones de petróleo estadounidenses
provendrán de África para 2015.
"Hay un flujo constante de países africanos que están explorando
petróleo", y esto crea "una mayor atracción hacia ese continente,
provocando un alejamiento de Medio Oriente", señaló Emira Woods,
codirectora del no gubernamental centro de estudios Política
Exterior en Foco, de tendencia progresista y crítico de la creación
del Africom.
Entre las razones, agregó, se encuentran los avances tecnológicos
para la perforación en el mar y el descubrimiento de nuevos
yacimientos en algunos países, como Chad, Ghana y Mauritania.
China se ha convertido en el segundo consumidor mundial de petróleo,
detrás de Estados Unidos, y ha expandido agresivamente su presencia
en África para asegurar el acceso a los recursos naturales.
Khalid Malik, coordinador residente para China de la Organización de
las Naciones Unidas, dijo que el comercio entre África y Beijing
llegó a 73.000 millones de dólares en 2007, frente a apenas 2.000
millones en 1999, y que se estima llegará a 100.000 millones de
dólares para 2010.
El director de relaciones públicas del Africom, Vince Crawley,
admitió que el petróleo ha sido un factor motivador para la creación
del comando, pero señaló que su potencial para que las fuerzas
armadas estadounidenses asuman un papel directo en la protección del
suministro de petróleo ha sido muy exagerado, al igual que la idea
de que su función es contrarrestar los avances de Beijing.
"No me despierto pensando cómo poner límites a China", agregó. "Si
hay intereses comunes, como la seguridad o la buena gobernanza, no
existe razón para que no podamos trabajar conjuntamente", afirmó.
Pero para organizaciones no gubernamentales como Resistir a Africom,
una coalición de grupos africanos, la creación del comando es "parte
de una cambio mayor en la política exterior de Washington, con el
énfasis puesto en la defensa en lugar de la diplomacia".
Crawley rechaza esos argumentos. "Lo que ocurre es que el Africom
pone a la luz pública la presencia militar de Estados Unidos en
África, pero los militares ya estaban allí. En realidad, es un tema
bastante aburrido y burocrático", afirmó.
Oficiales de las fuerzas armadas estadounidenses señalaron que el
comando combinará asistencia militar con acciones humanitarias, un
novedoso papel para los militares de ese país. Pero este punto
genera en algunos analistas más preocupaciones que garantías.
Beth Tuckey, directora asociada de Políticas y Desarrollo de
Programas de la no gubernamental Red Fe y Justicia en África, con
sede en Washington, expresó su alarma por "la fusión de organismos
militares y civiles, junto con la expandida presencia del
Departamento de Defensa", que a su juicio provocará la existencia
del Africom.
Según Woods, el comando implica "poner un guante de terciopelo de
ayuda humanitaria en el puño de los militares".
En los últimos tiempos, sin embargo, el gobierno estadounidense ha
minimizado el papel humanitario del Africom, enfatizando en cambio
su participación en programas de cooperación militar.
Los militares estadounidenses colocarán el acento en el
entrenamiento de fuerzas de seguridad africanas con vistas a la
lucha contra el terrorismo, entre otros aspectos. Pero algunos
analistas no descartan la posibilidad de que asuman un papel más
activo en los asuntos internos de los países del continente.
"Enviar a la infantería de marina para asegurar el abastecimiento de
petróleo es el siguiente paso lógico", dijo Daniel Volman, director
del no gubernamental Proyecto de Investigaciones sobre Seguridad en
África, con sede en Washington.
"Estados Unidos preferiría que Nigeria y otros países manejaran esto
por su cuenta, como en los casos de desastres humanitarios, pero
existe el convencimiento de que ese enfoque podría no funcionar",
agregó.
Otro punto de controversia es la posible instalación del cuartel
central del Africom en el continente, aunque Crawley aseguró que "ni
el Departamento de Defensa ni el comando han solicitado a ninguna
nación africana que sea anfitriona de algún elemento de su
estructura".
Incluso tradicionales aliados de Washington, como Ghana y Nigeria,
rechazaron convertirse en sede del cuartel central del Africom, y
varios países denunciaron públicamente la presencia militar
estadounidense en África, aunque continúan colaborando en los
programas de seguridad.
En agosto de 2007, la Comunidad de Desarrollo de África Austral
señaló en una declaración que "es mejor que Estados Unidos se
involucre a distancia, en lugar de tener presencia en el
continente".
Ezekiel Pajibo, director del no gubernamental Centro para el
Empoderamiento Democrático, con sede en la capital de Liberia,
Monrovia, afirmó que "históricamente, la presencia militar de
Estados Unidos ha sido contraria a los intereses de los pueblos
africanos". Puso como ejemplo el apoyo de Washington al dictador
liberiano Samuel Doe en los años 80 y 90, y al envío de tropas
etíopes a Somalia.
"Convertirse en sede del Africom sería un desastre para cualquier
país africano", agregó.
A pesar de esto, Liberia informó que estaba dispuesta a albergar el
cuartel central del Africom, oferta que Washington jamás respondió
de manera oficial, pero que habría declinado a causa de la fuerte
oposición regional.
En febrero, durante una visita de cinco días a África, el presidente
estadounidense George W. Bush negó en Ghana que su intención fuera
"convencerlos a ustedes de instalar una gran base militar aquí. Esto
no tiene sentido".
Pero, agregó, "esto no significa que no instalemos alguna clase de
oficina en algún lugar de África. Todavía no hemos tomado una
decisión. Se trata de un nuevo concepto".
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