El movimiento estadounidense "Save Darfur" es un enorme éxito político, explica Mamdani. Es el mayor movimiento político de masas desde el movimiento pacifista y el de anti apartheid en los años 70 y 80. Pero - añade Mamdani - no hay que confundirse, no es un movimiento pacifista, sino un movimiento que llama a la guerra. "Out of Iraq, into Darfur" es uno de sus lemas. Piden una intervención militar, soldados con mandato para disparar y matar".
El movimiento Save Darfur está basado, según Mamdani, en una imagen totalmente errónea
de lo que realmente ocurre en Darfur. "La página web del movimiento es una exposición
pornográfica de violencia sin ninguna referencia a la historia, la política o cualquier
otro contexto.
La crisis de Darfur se presenta como un conflicto racial entre, a un lado, árabes asesinos y violadores
apoyados por un régimen satánico y, por el otro lado, indefensas víctimas africanas.
Un conflicto entre buenos y malos, despojado de todas sus dimensiones políticas. Visto de ese modo,
la única solución parece ser la intervención militar.
En realidad, la situación de Darfur se parece mucho a la de Irak, dice Mamdani.
Los autores de la violencia son milicias que tienen estrechos lazos con el ejército oficial;
la violencia va dirigida contra los miembros de determinados grupos étnicos.
Pero Irak, donde los Estados Unidos están implicados, es planteado como un conflicto
político. El país, se quiera o no, es un caos político y el gobierno
hace lo que puede para solucionar la situación. Darfur, por el contrario,
se simplifica calificándolo de tragedia humana, cuyos aspectos políticos
son totalmente ignorados.
Mito
¿De donde, pues, el entusiasmo de los estadounidenses
por Darfur?Y ¿por qué se aferran a esa formación de mito cuando los hechos
ofrecen otra realidad? Una importante explicación es, según Mamdani,
de carácter psicológico. Los estadounidenses necesitan una buena causa.
Se sienten culpables por la situación en Irak, pero cuando hablan de Darfur, se reconcilian
consigo mismos. "Darfur es un lugar positivo, un lugar para huir de Irak."
Pero hay también otras razones. Para un país neoconservador como los Estados Unidos,
Darfur cumple un importante rol en la formación de imagen en torno a la lucha contra el terrorismo:
los árabes como los nuevos nazis y Darfur como un genocidio árabe.
Pesimismo
Mamdani no cree que el movimiento Save Darfur pueda contribuir
positivamente a la solución del conflicto en Darfur. En Irak ha quedado claro cual puede ser
el desenlace de una invasión basada en una visión errónea de la situación.
Él está convencido de que la solución del conflicto en Darfur no es la
intervención militar o humanitaria de la comunidad internacional. El se inclina por una
solución nacional o regional, incluyendo la persecución de criminales de guerra. "
La comunidad internacional solo está interesada en hacer justicia a cualquier precio",
afirma Mamdani.
Pero la justicia, en sí, no es un objetivo. "El objetivo es la paz; la justicia está
subordinada a ella. La paz exige reconciliación y sólo las partes implicadas pueden
lograr la reconciliación en un contexto nacional, al igual que en Suráfrica en aquellos
tiempos.
La realidad del conflicto en Darfur es mucho más compleja que una lucha entre "árabes
crueles y africanos desgraciados" que es como muchos estadounidenses perfilan la situación.
La causa fundamental es, en realidad, la sequía ocasionada por el cambio climático.
En el centro de Darfur se erige una enorme montaña verde, Jabal Marra, donde moran las tribus
africanas que viven de sus manadas de camellos en el norte y de vacas en el sur.
Cuando en los años 80 comenzó la sequía, todos acudían a la montaña
verde y entonces surgieron los conflictos entre los habitantes originarios, que reivindicaban sus derechos
de propiedad, y los nómadas que reclamaban el derecho a la supervivencia. El hecho de que el
territorio estuviera lleno de armas procedentes de la prolongada guerra civil del Chad no
contribuyó a solucionar ese conflicto.
En la rebelión, desencadenada en el 2003 por un pequeño grupo de jóvenes
fanáticos, la causa era otra muy distinta. No se trataba de una rebelión contra
los árabes, sino contra el gobierno que no hacía nada para desarrollar a Darfur y
crear oportunidades para los hombres jóvenes. El gobierno de Sudán entró
en pánico y utilizando las tensiones existentes, destacó supuestas tribus árabes
para sofocar la rebelión.
El conflicto en Darfur no es, en principio, un conflicto racial sino un conflicto entre nómadas
y agricultores. En el transcurso de los años, el conflicto se ha intensificado y complicado
enormemente debido a que toda clase de fuerzas externas se han involucrado en él y cada una
con su propia agenda. Primero, el gobierno sudanés y el movimiento rebelde SPLA; luego, los rebeldes y el gobierno del Chad y, finalmente, la comunidad internacional.